Autor: UNOi

Fecha: 25 de julio de 2012

Semillas y sonrisas: cultivando valores

Un verdadero aprendizaje significativo fue el resultado del proyecto realizado en la escuela Thomas Alva Edison de Rioverde, San Luis Potosí, con alumnos del 5º […]

Un verdadero aprendizaje significativo fue el resultado del proyecto realizado en la escuela Thomas Alva Edison de Rioverde, San Luis Potosí, con alumnos del 5º grado de primaria a cargo de María del Carmen Júarez Velázquez y Araceli Santiago Ramírez, titulares de español e inglés, respectivamente.

Siguiendo la metodología de la interacción constructiva, se partió de la pregunta: ¿Qué plantas conoces y cómo se reproducen? a la que los alumnos respondieron individualmente, comentaron e investigaron en equipos para luego presentar sus conclusiones y realizar una reflexión con todo el grupo.

A continuación, los niños se trasladaron a un poblado cercano, donde un profesor de ciencias naturales jubilado, José de Jesús Hernández Medrano, les explicó en su huerto información importante sobre las plantas, su cuidado y la siembra de vegetales como repollo, zanahoria, rábano, maíz y jitomate.

En el mismo lugar se realizó un rally, donde los alumnos formaron equipos y les pusieron nombre; inventaron una porra referente a los vegetales; realizaron actividades como recolectar piedras y formar con ellas diversas figuras geométricas, sacar perímetro sin utilizar regla y obtener el área bajo ciertas premisas. Por supuesto, también aprovecharon lo aprendido colaborando juntos en una siembra de rábanos.

Posteriormente a un refrigerio preparado por los maestros, los alumnos se trasladaron al vivero de Don Rul, donde cada uno adquirió una planta para después, en equipo, averiguar su nombre científico, cuidados y cultivo. Con los iPad y la aplicación Mindjet completaron su investigación con el fin de presentarla.

Para cerrar con broche de oro el proyecto, se organizó una visita con otras áreas de la primaria a la Casa Hogar Los años dorados, donde la mayoría de los ancianos residentes no tienen familiares, o estos los visitan rara vez. Los niños decoraron las plantas que habían adquirido y las obsequiaron a los abuelitos para que se ocuparan de cuidarlas, mostrándoles cómo hacerlo con lo que habían investigado. Les llevaron además un poco de despensa, lo que fue para ellos otro motivo de alegría.

Por último, arreglaron un pedacito del jardín del asilo sacando escombro y poniendo tierra fértil y abono. Los alumnos explicaron a los abuelitos la importancia de los huertos familiares, prepararon la tierra, sembraron semillas de rábano, jícama, perejil y espinacas y les enseñaron a regar las semillas para que, al cabo de un tiempo, pudieran comer lo que habían sembrado. Al término de la actividad los padres de familia recogieron a sus hijos en el asilo, lo que permitió que los niños, junto con sus padres, convivieran algunos minutos más con los abuelitos.

En suma, un proyecto en el que los niños investigaron y trabajaron en equipo, aprendieron a no hacer a un lado la experiencia de las personas mayores, convivieron y llevaron alegría a un grupo de ancianos, aplicando valores como tolerancia, paciencia y respeto, además de que los abuelitos quedaron fascinados con los iPad y recordaron sus días de escuela.

Desde luego, hubo algunas lágrimas, pero fueron muchas más las sonrisas que se sembraron.

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El video que resume todo esto se puede ver en: http://www.youtube.com/watch?v=VJis9TnJWF0&sns=em

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Agradecemos a Bethzabe López Reina a través de Mariela Boone por esta colaboración.