Autor: UNOi

Fecha: 15 de octubre de 2013

El objetivo de la educación

En un video que se presentó en la Conferencia Aprendizaje sin Fronteras, celebrado en Londres en 2012, el pensador y lingüista estadounidense Noam Chomsky expresa […]

Noam Chomsky

En un video que se presentó en la Conferencia Aprendizaje sin Fronteras, celebrado en Londres en 2012, el pensador y lingüista estadounidense Noam Chomsky expresa sus puntos de vista sobre cuál es el propósito de la educación; el impacto de la tecnología en ésta y otras áreas; el valor intrínseco de la educación; y, la utilidad de los exámenes frente al aprendizaje permanente.

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El objetivo de la educación

Podemos preguntarnos cuál es el objetivo de un sistema educativo y por supuesto hay marcadas diferencias al respecto. Hay La tradicional que proviene de la Ilustración, que sostiene que el objetivo más alto en la vida es investigar, crear, buscar la riqueza del pasado, tratar de interiorizar las partes que son significativas para uno, continuar la búsqueda para comprender más  a nuestra manera. Desde este punto de vista, el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. Es uno mismo el aprendiz que va a realizar logros durante la educación y, por lo tanto, depende de uno cuánto podamos dominar, a dónde lleguemos, cómo usemos ese conocimiento, como logremos producir algo nuevo y emocionante para nosotros mismos y tal vez para otros. Ese es un concepto de educación, El otro concepto es, esencialmente, adoctrinamiento, algunas personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes, aceptarán las estructuras existentes sin cuestionar, etc. y eso es con frecuencia bastante explícito. Por ejemplo, después del activismo del los 60’s, había mucha preocupación en gran parte de la gente educada, porque los jóvenes se estaban volviendo demasiado libres e independientes, que el país se estaba volviendo demasiado democrático y cosas por el estilo. De hecho hay un estudio importante, denominado La crisis de la democracia, demasiada democracia, que afirma que hay ciertas instituciones responsables del adoctrinamiento de los jóvenes –la frase es de ellos–, que no están haciendo su trabajo en forma adecuada, se refieren a las escuelas, universidades, iglesias, que tienen que ser modificadas para que lleven a cabo su trabajo de adoctrinamiento y control con más eficiencia; esa idea, de hecho proviene de liberales internacionalistas, de gente altamente educada. Y de hecho, desde ese tiempo se han tomado muchas medidas para tratar de convertir al sistema educativo hacia uno con mayor control, más adoctrinamiento, más formación vocacional,  con estudios tan costosos que endeudan a los estudiantes y los atrapan en una vida de conformidad, eso es exactamente lo contrario de lo que yo describo como una tradición proveniente de la Ilustración.

Y hay una lucha constante entre estos dos enfoques, en las universidades y escuelas. En las escuelas, ya sea que se les entrene para pasar exámenes, o bien, para la investigación creativa, para dedicarse a intereses que son estimulados por los cursos en los que se profundiza por cuenta propia o en cooperación con otros; y esto continúa hasta el posgrado y en la investigación; son dos maneras diferentes de ver el mundo. Cuando uno ve las instituciones de investigación, como ésta en la que estamos, a nivel de posgrado se sigue esencialmente la idea de la Ilustración; de hecho, la ciencia no podría progresar a menso que esté basada en la inculcación del impulso por el desafío, por el cuestionamiento de doctrinas o de la autoridad, a través de la búsqueda de alternativas o del uso de la imaginación, del actuar libremente con nuestros impulsos, con el trabajo cooperativo que aquí, en esta institución es constante, y para verlo sólo se necesita caminar por los pasillos. Eso es lo que desde mi punto de vista debe ser un sistema educativo, desde la educación preescolar. Pero hay estructuras poderosas en la sociedad que prefieren ver a la gente adoctrinada y formada sin que hagan muchas preguntas, siendo obedientes, cumpliendo los roles que se les han asignado y sin tratar de sacudir los sistemas de poder y autoridad. Son opciones que tenemos que elegir sin importar nuestra posición en el sistema educativo, como profesores, estudiantes o personas externas, tratar de ayudar a darle forma, en la manera en que ellos creen que debe hacerse.

El impacto de la tecnología

Ciertamente ha habido un crecimiento sustancial en nuevas tecnologías, de comunicación, información, acceso, intercambio; esto es por supuesto un gran cambio en la naturaleza de la cultura de la sociedad. Pero debemos tener presente que los cambios tecnológicos que están ocurriendo, a pesar de ser significativos, no tienen, ni de lejos, el impacto que los avances tecnológicos digamos de hace más o menos un siglo. Así que el cambio, si hablamos sólo de comunicación, el cambio de una máquina de escribir a una computadora, o del teléfono al correo electrónico, es significativo, pero no se compara con el cambio de los barcos de vela al telégrafo, es decir, la reducción en el tiempo de comunicación, por ejemplo entre Inglaterra y Estados Unidos fue extraordinario comparado con los cambios que está ocurriendo ahora. Y lo mismo sucede con otros tipos de tecnología; algo tan sencillo como el agua corriente y el alcantarillado tuvieron un efecto enorme en la salud, mucho más que el descubrimiento de los antibióticos. Los cambios actuales son reales y significativos, pero debemos reconocer otros que ocurrieron y cuyos efectos fueron mucho más dramáticos. En cuanto a la tecnología en la educación, la tecnología es básicamente neutral; es como un martillo, al martillo no le importa si lo usas para construir una casa, o si un torturador lo emplea para aplastarle el cráneo a alguien, el martillo puede hacer ambas cosas. Es lo mismo con la tecnología moderna, por ejemplo Internet. Internet es extremadamente valioso si se sabe lo que se está buscando, yo lo uso todo el tiempo para investigar y estoy seguro que todo el mundo lo hace: si se sabe lo que se está buscando, si se tiene una especie de marco de referencia que nos dirija a temas particulares y nos permita dejar de lado muchos otros, entonces puede ser una herramienta muy valiosa: Por supuesto, uno debe estar siempre dispuesto a preguntarse si el marco de referencia es el correcto, tal vez sea necesario modificarlo, tal vez algo que encontremos cuestionará la manera como vemos las cosas. No se puede perseguir ningún tipo de investigación sin un marco de referencia relativamente claro, que dirija la búsqueda y ayude a seleccionar lo que es significativo y lo que no es, lo que hay que dejar de lado y aquello a lo que hay que dar seguimiento, lo que merece ser cuestionado o desarrollado, No puede esperarse que alguien llegue a ser, por así decirlo, biólogo, nada más con darle acceso a la biblioteca de biología de la Universidad de Harvard y diciéndole simplemente léela; eso no le sirve de nada. Con el acceso a Internet es lo mismo, sólo que aumentado enormemente. Si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene una buena concepción de lo que es relevante, siempre, desde luego, con la condición de estar dispuestos a cuestionar si esta idea parece ir en la dirección equivocada. Si no se tiene eso, explorar Internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada. Entonces, detrás de cualquier uso significativo de la tecnología contemporánea, como Internet, sistemas de comunicación, gráficos, o lo que sea, a menos que detrás de ese uso haya un aparato conceptual bien dirigido, bien construido, es poco probable que sea útil, y hasta podría ser dañino. Por ejemplo, la exploración al azar de Internet puede resultar en un generador de cultos, se toma un hecho incierto aquí y otro allá, alguien los refuerza y terminamos con un panorama que tiene algunas bases objetivas, pero nada que ver con la realidad; hay que saber cómo evaluar e interpretar para entender. Volviendo a la biología, la persona que gana el premio Noble no es aquella que tiene más artículos y toma más notas, es la persona que sabe qué buscar. Cultivar esa capacidad para buscar lo que es significativo y estar siempre dispuestos a cuestionar si estamos en el camino correcto, de eso es de lo que se debe trata la educación, ya sea usando computadoras e Internet, o lápiz, papel y libros.

Costo o inversión

La educación se discute en términos de si es una inversión que vale la pena, si genera un gran capital humano que puede usarse en el crecimiento económico y demás, y yo creo que esa es una forma muy extraña, muy distorsionada de formular la pregunta. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres creativos e independientes?, capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos, ¿Queremos eso, o queremos gente que aumente el PIB. No necesariamente es lo mismo, no son lo mismo. Una educación del tipo de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros tiene un valor por sí misma, independientemente del impacto que tenga en la sociedad, es un valor porque ayuda a crear mejores seres humanos. Después de todo, eso es lo que un sistema educativo debe perseguir. Por otro lado, si se quiere ver en términos de costo-beneficio, tomemos por ejemplo la nueva tecnología de la que hablábamos ¿de dónde viene? Buena parte fue desarrollada exactamente donde estamos sentados; en el piso de abajo había un gran laboratorio en los años cincuenta, donde de hecho fui empleado, y donde había muchos científicos, ingenieros, gente con todo tipo de intereses, filósofos y otros que estaban trabajando en desarrollar el carácter básico e incluso las herramientas básicas de la tecnología que es común hoy en día. Las computadores e Internet estaban en el sector público durante décadas, financiadas en lugares como este, donde la gente exploraba nuevas posibilidades, muchas de ellas eran impensables y desconocidas en ese momento; algunas funcionaron, otras no; las que funcionaron convertidas en herramientas que la gente puede usar: esa es una forma en que el progreso científico tiene lugar, es la manera en que regularmente ocurre el progreso cultural. Por ejemplo, los artistas clásicos son el producto de las habilidades tradicionales que se desarrollaron a durante largos periodos con maestros artistas y a veces con su ayuda se crearon cosas maravillosas. Todo eso no sale de la nada. Si no existe un sistema cultural y educativo activo, orientado hacia en la estimulación de la exploración creativa, con independencia de pensamiento, con disposición para cruzar fronteras para desafiar las creencias aceptadas. Si no se tiene eso, no vamos a obtener la tecnología que lleva a obtener beneficios económicos. Sin embargo, no creo que sea ese el objetivo principal del enriquecimiento cultural y la educación.

Evaluación vs autonomía

En los últimos tiempos ha habido particularmente una estructuración cada vez mayor de la educación a partir de la edad temprana edad y en adelante, orientada hacia pasar exámenes. Esto puede ser de alguna utilidad, tanto para la persona que presenta el examen, para saber qué tanto sabe, lo que ha logrado, etc., como para los instructores, para darse cuenta de qué es lo que hay que cambiar, mejorar, en el desarrollo del curso. Pero más allá de eso, no dicen mucho. Lo sé por mi experiencia de muchos años; he estado en comités de admisión a programas de posgrado avanzados, tal vez uno de los programas más avanzados del mundo. Y, desde luego, prestamos atención a los resultados de los exámenes, pero no demasiada. Una persona puede tener resultados excelentes en todos los exámenes y entender muy poco. Todos los que hemos pasado por escuelas, colegios, universidades sabemos esto. Se puede estar inscrito en un curso que no nos interesa, para el que existe el requerimiento de pasar un examen, y se puede estudiar duro para aprobarlo y lograrlo con la mejor nota y dos semanas después no recordamos gran cosa del tema. Estoy seguro que todos hemos tenido esa experiencia. Los exámenes pueden ser una herramienta útil si contribuyen a los fines constructivos de la educación, pero si sólo se trata de una serie de obstáculos que hay que superar, pueden carecer de sentido y desviarnos de lo que queremos hacer. He visto esto con frecuencia cuando hablo con profesores; en una experiencia de  hace un par de semanas hablaba yo con un grupo que incluía profesores de escuela; había una profesora de 6º grado, es decir, con alumnos de 10 o 12 años; habló conmigo después y me dijo que en su clase una niña le dijo que estaba realmente interesada en un tema y le pedía consejo para aprender más al respecto y, la maestra se vio obligada a decirlo que no podía hacer eso porque la niña tenía que estudiar para un examen a nivel nacional que se acercaba y que eso iba a determinar su futuro; la profesora no lo dijo pero también iba a determinar su propio futuro, es decir, que influiría en que la contrataran de nuevo. Ese sistema no es sino una preparación de los niños para pasar obstáculos, no para aprender, entender y explorar. Esa niña hubiera ganado mucho más si se le hubiera permitido explorar lo que le interesaba y tal vez no haberlo hecho tan bien en el examen de algo que no le interesaba. Las buenas calificaciones vienen por sí solas cuando el tema coincide con sus intereses y preocupaciones. No digo que los exámenes deban eliminarse; pueden ser una herramienta educativa útil, pero complementaria, algo que sólo ayude a los estudiantes a mejorar por sí mismos, a profesores y otros lo que se está haciendo, decirnos cómo vamos. Pasar los exámenes no se compara con buscar, investigar, dedicarse a temas que nos atraen y nos estimulan, eso es mucho más significativo que pasar exámenes. De hecho, si se nos da la oportunidad procurar ese tipo de carrera educativa siempre se recordará lo que se descubra. Un físico mundialmente famoso, aquí en el MIT, como muchos catedráticos daba clases a estudiantes nuevos; un estudiante le preguntó qué temas se iban a cubrir en el semestre y su respuesta fue: “No importa lo que cubramos, importa lo que tú descubras”. Y eso es correcto; la enseñanza debe inspirar a los estudiantes a descubrir por sí mismos, a cuestionar cuando no estén de acuerdo, a buscar alternativas si creen que existen otras mejores, a revisar los grandes logros del pasado y aprenderlos porque les interesen. Si la educación se hiciera de esa forma, los estudiantes sacarían provecho de ello, y no solo recordarán lo que estudiaron sino lo que usarán como base para seguir aprendiendo por sí solos. Y, una vez más, la educación está dirigida solamente a ayudar a que los estudiantes lleguen a un punto en que aprendan por su cuenta, porque eso es lo que van a hacer durante su vida, no sólo absorber información del exterior y repetirla.

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El video completo  puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=AsZJxDsd1Q8    21’58”