La educación moderna requiere de nuevas formas de interacción en el aula en donde las actividades no precisan de la forma tradicional en que todos estaban sentados y poniendo atención. Hoy muchos pedagogos prefieren alumnos activos, incluso moviéndose, sobre los estudiantes pasivos. Pero ¿qué hay de la disciplina? ¿Cómo aplicarla en este entorno?

Para hablar del tema, la emisión de este sábado de Educación XXI, transmitida por W-Radio y conducida por Leonardo Kourchenko tuvo como invitados a dos educadores y asesores académicos de UNO Internacional: Jolanta Nitoslawska y Dan Gutiérrez.

Para destacar la relevancia que la atmósfera en el salón de clases tiene para la disciplina, Jolanta aludió a un texto de María Montessori en el que visitadores reportan que los niños están “disciplinados y felices”. Es el adulto –dijo–, quien debe ayudar al niño al tener esta disciplina interna. Comentó que en lo personal ella prefiere el término de libertad y responsabilidad (de seguir aprendiendo). Comentó que no es posible hablar de disciplina sin hablar de reglas y procedimientos y de sus consecuencias: “En aula donde hay claridad de reglas y procedimientos y un ambiente que favorece la comunicación, no hay necesidad de disciplina”. Agregó que en muchos salones de clases sólo hay dos reglas: respeto a las personas y a las cosas y, cómo hacer para que esto sea un ambiente de aprendizaje.

Por su parte, Dan comentó que hay maestros que confunden la disciplina con la administración de salón, que es la que marca la pauta para que el alumno trabaje a gusto y observando las reglas. “La administración de salón tiene que ver con cómo te mueves, modulas tu voz, cómo tienes el entorno, como inicias tu clase cómo la preparas, como recibes a tus alumnos y, la disciplina es una parte de ello.

Sobre la gestión de un aula funcional, Jolanta se refirió al libro El arte y la ciencia de enseñar de Roberto Marsano, basado en teorías cognitivas, donde se propone que el maestro, en vez de enseñar propicie un ambiente de aprendizaje.

Del libro Los primeros días de la escuela de Harry K. Wong, Dan describió cuatro perfiles del maestro: autoritario, asertivo, barco e indiferente. Aunque se señaló al asertivo como el perfil ideal, donde el maestro consciente de que sus acciones ejercen influencia cuida cada palabra, Dan comentó que hay que manejar el resto de los perfiles de acuerdo a la situación.

Subrayó también la importancia de la primera semana de clases en la que se establecen las rutinas y procesos sin precipitarse a cumplir con lo que marca el programa. En ese periodo –apuntó Jolanta­– todos deben participar para definir el comportamiento aceptable dentro del salón: respeto y ambiente de aprendizaje.

En algún momento, Dan citó varias definiciones de disciplina tomadas del Webster’s, coincidiendo los presentes en que la mejor era: “Conjunto de reglas e instrucciones que moldean y perfeccionan la conducta”.

Se discutieron también aspectos relacionados con el trabajo colaborativo, el sentido de pertenencia al grupo, lo imperativo de evitar cualquier tipo de burla, la inefectividad del modelo de premios y castigos y el considerar los perfiles de los alumnos para orientar su aprendizaje además de tomar en cuenta sus opiniones.

En suma, si se crea una atmósfera en el aula con reglas y objetivos claros y en donde los estudiantes estén ocupados, interesados y participativos, los problemas de disciplina pasarán a segundo término.

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El audio del programa completo puede escucharse en: http://www.wradio.com.mx/escucha/programas/educacion-xxi/programa/1573411.aspx?nprm=yIOkye6wPGpuk2k0m1zeVqJwro57zx24jIvrbHLrjHsMj6qGyl989z6qT5vyxEZD