Foto: Presidencia de la Repíblica
En ceremonia celebrada este lunes en Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto firmó el decreto por el que se promulga la Reforma Educativa, aprobada por el Congreso de la Unión y una mayoría de los Congresos Estatales.
“El gran propósito de la Reforma que hoy he promulgado –dijo el presidente– es convertir a la educación en la fuerza transformadora del país”.
Los tres ejes de acción para que esto suceda los resume la Presidencia como sigue:
- Lograr que nuestros alumnos sean educados por los mejores maestros. Con ese fin se creará el Servicio Profesional Docente. La Reforma contiene reglas claras, para que el mérito profesional sea la única forma de ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor.
- Hacer de la evaluación un mecanismo eficiente, para mejorar la calidad de la enseñanza. Para ello se eleva a rango constitucional al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y le otorga plena autonomía. Además ordena la creación de un Sistema Nacional de Evaluación Educativa, que tomará en cuenta las condiciones y desafíos que enfrentan los maestros en su realidad cotidiana.
- Mejorar las condiciones para la formación integral de los alumnos. Con este fin, la Reforma fortalece la autonomía de gestión de las escuelas; y prevé aumentar sustantivamente el número de Escuelas de Tiempo Completo, para brindar más oportunidades educativas, culturales y de equilibrado desarrollo integral a los estudiantes.
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El presidente Peña Nieto destacó este paso como decisivo para hacer realidad la educación de calidad para los mexicanos, así como para fortalecer la rectoría del Estado en el ámbito educativo.
La instrumentación de la reforma implica adecuaciones a la Ley General de Educación así como expedir la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, tareas que el primer mandatario consideró que el Congreso debe emprender de inmediato.
