Stephanie Reitz, Associated Press, sábado 3 de septiembre de 2011, 4:25 pm EDT
HARTFORD, Conn. (AP) — Para los alumnos que ingresan a primer año en la secundaria BrookField High School en el suburbio oriental de Connecticut, el peso de la mochila en su espalda se reducirá para dar lugar a tomar notas y dar la vuelta a páginas electrónicas en una reluciente computadora de tableta iPad.
A unas horas de distancia, cerca de Boston, cada estudiante de Burlington High School también comenzará el año con nuevos iPad proporcionados por la escuela, cada uno cargado con libros de texto electrónicos y otros recursos en línea en vez de los tradicionales textos voluminosos.
Mientras que los iPad se dispararon a la popularidad en muchos campus escolares desde que Apple Inc. presentó el dispositivo en la primavera de 2010, este otoño muchas escuelas secundarias públicas hicieron a un lado libros de texto a favor de las ligeras tabletas.
Ejecutivos de Apple comentan que más de 600 distritos han lanzado programas que denominan “uno-a-uno”, en los que por lo menos un salón de clases recibe iPads para cada estudiante para su uso a lo largo de la jornada escolar. De acuerdo con Apple, casi dos tercios de los distritos comenzaron desde julio.
Además, nuevos programas se anuncian de manera continua. Tan cerca como el miércoles anterior, el comisionado de educación de Kentucky y el superintendente escolar de Woodford County, Ky., dijeron que Woodford County High se convertiría en la primera secundaria pública del estado en dar un iPad a cada uno de sus 1,250 estudiantes.
En Burlington High, en los suburbios de Boston, el director Patrick Larkin señala que los iPad de 500 dólares son una mejor inversión a largo plazo que los libros de texto, aunque mencionó que la escuela seguirá usando los textos tradicionales en algunas materias si aún no hay disponibles programas electrónicos adecuados.
“No quiero generalizar porque no deseo ofender a las personas que trabajan duro para crear esos recursos”, dijo Larkin refiriéndose a los libros de texto, “pero están ya desactualizados al momento en que se imprimen y ciertamente para cuando se entregan. La conclusión es que los iPad darán a nuestros niños la oportunidad de usar materiales mucho más relevantes”.
La tendencia no se limita a los distritos suburbanos con recursos económicos. La ciudad de Nueva York, Chicago y otros distritos urbanos están también adquiriendo gran número de iPads.
Por lo regular, los iPads le cuestan al distrito entre 500 y 600 dólares, dependiendo de qué accesorios y planes de servicio adquieran.
A manera de comparación, BrookField High en Connecticut estima que por lo menos gasta esa suma al año en los libros de texto de cada estudiante, sin incluir calculadoras gráficas, diccionarios y otros accesorios que pueden tener en los iPad. Los educadores señalan que las tabletas lisas ofrecen diversos beneficios.
Los educadores señalan que las tabletas lisas ofrecen diversos beneficios. Incluyen programas interactivos para demostrar la resolución de problemas en matemáticas; características de block de notas para tomar apuntes y señalar libros; la capacidad de enviar preguntas y tareas al maestro de manera inmediata; y la posibilidad de ver videos o tutoriales sobre cualquier tema, desde eventos históricos relevantes hasta el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Son en especial populares en los servicios de educación especial, para niños con desórdenes en el espectro del autismo y discapacidades de lectura y, para aquellos que aprenden mejor cuando algo se les explica mediante imágenes visuales, no sólo a través del lenguaje hablado.
Algunos partidarios dicen también que la naturaleza interactiva del aprendizaje en un iPad se da de manera natural a muchos de los estudiantes de hoy, que han crecido con dispositivos electrónicos como parte de su mundo cotidiano.
Sin embargo, ante la excitación que rodea el crecimiento de iPads en escuelas secundarias públicas, algunos expertos atentos a esta tendencia advierten que el distrito necesita asegurar que puedan respaldar la infraestructura inalámbrica, reparaciones y otros costos que acompañan el cambio a un enfoque de esta magnitud tecnológica. E incluso, teniendo a mano el dispositivo más moderno, los estudiantes seguirán requiriendo de las bases de maestros con un currículo y habilidades sólidos.
“Hay un dicho que señala que la música no está en el piano y, del mismo modo, el aprendizaje no está en el dispositivo” observa Mark Warschauer, un profesor en educación e informática de la Universidad de California-Irvine, entre cuyas especialidades incluye la investigación sobre la intersección entre tecnología y educación.
“No quiero dar a estas cosas más importancia de la que tienen o presentar la idea de que estos dispositivos son milagrosos, pero tienen algunos beneficios y es por ello que mucha gente fuera de las escuelas los usa mucho”, dijo.
Uno de tales adeptos al iPad es Christian Woods, de 15 años, quien inicia su segundo año en la secundaria de Burlington, Mass., en un equipo especial de apoyo a estudiantes para ayudar a cerca de otros mil adolescentes a conocer sus nuevas tabletas.
“Creo que les gustará. No conozco a nadie en secundaria que no quiera tener un iPad”, dijo. “Siempre hemos usado la tecnología en casa, y después, cuando estás en la escuela son libros de texto, de modo que es bueno ponerlo todo junto”.
Los distritos tienen políticas variadas sobre cómo vigilan el uso por los estudiantes. Muchos distritos tienen programas de filtrado para mantener a los alumnos fuera de páginas web que no han sido pre-aprobadas y algunas requieren que los estudiantes entreguen los iPad durante los periodos de vacaciones y al final del año escolar. Otras dejan las riendas un poco más sueltas.
“Si en verdad consideramos a éste un dispositivo de aprendizaje, no queremos quitárselos y decir ‘El aprendizaje se suspende en vacaciones’”, observó Larkin, el director de Burlington.
Y la industria editorial nacional de libros de texto, que acumula 550 mil millones de dólares en ventas anuales a secundarias públicas, está tomando nota de la tendencia con su propio cambio en una carrera competitiva hacia el desarrollo de currículum específico para los iPad.
Por ejemplo, en Houghton Mifflin Harcourt, con base en Boston, los programadores hicieron una codificación para crear un programa para la escuela secundaria, específico para iPad casi desde que Apple dio a conocer la tableta en la primavera de 2010.
Entre los primeros está el programa de álgebra de la editorial, HMH Fuse, que estuvo disponible a principios del año escolar 2010, y es un éxito de venta para los distritos. Ahora están por salir otro programa de álgebra y uno de geometría.
La app HMH Fuse es gratuita y da a los usuarios una idea de cómo funciona y, el contenido puede descargarse por 60 dólares. En comparación, el texto de algebra de la editorial de 950 páginas en el que está basado, cuesta casi 73 dólares y no incluye las calculadoras gráficas, videos y otras características.
Para una escuela que comprara 300 libros de texto para sus alumnos de primer año, el ahorro por utilizar el programa en línea sería de casi 4 mil dólares.
Jan Diskey, director ejecutivo de la división escolar de la Association of American Publishers dijo que todos los principales editores de libros de texto están cambiando hacia la oferta electrónica, pero que al menos en el corto plazo, los libros de texto empastados tradicionales permanecerán.
“Creo que una de las cuestiones realmente clave que se responderán en los próximos años es qué cosas impresas funcionan mejor para los estudiantes y cuáles de manera digital”, dijo Diskey. “Pienso que estamos en la cúspide de toda una nueva era de investigación y comprensión acerca de lo que significa el aprendizaje digital”.
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Traducido de http://finance.yahoo.com/news/Many-US-schools-adding-iPads-apf-1245885050.html?x=0&.v=2 por Sistema UNO News.