Durante la comida a la que asistieron los maestros en su primer día de capacitación, se presentó Pablo Aristizabal, quién recientemente fue distinguido con el World Summit Award, otorgado por la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (ONU). Desde Argentina, Pablo ha sido el creador e impulsor de lo que se conoce como el Aula 360, una de las iniciativas educativas de mayor alcance en los últimos años.
De forma breve y dinámica, ofreció una charla a los maestros sobre la capacidad de cambio que se debe tener para implementar las nuevas tecnologías en un salón de clases. Hablando de transformar, Aristizabal recordó sus tiempos como estudiante cuando un maestro le dio un trozo de madera y él, con las herramientas indicadas, lo transformó en un “pequeño banquito”.
Aristizabal afirmó que la cultura fue siempre hablada, es decir, sin posibilidades de interactuar entre quién habla y oye. Citó como ejemplos la escuela, los padres y la religión entre otros. Abordó la forma en cómo la red, ha cambiado esa cultura hablada por una cultura horizontal y participativa, con mayor iniciativa de las personas en los espacios sociales, particularmente en los virtuales. Así, planteó la identidad de los jóvenes navegantes en la red, como el espacio donde esa personalidad e identidad se fortalece y concreta: “soy, a partir de que existo en la red” – enfatizó Aristizabal.
Para dimensionar lo que significa la actividad que se genera en la red, Aristizabal puso en marcha un ejercicio en el que los asistentes debían leer un gráfico que enumeraba las actividades que se realizan en Internet. La alegoría obligaba la lectura de las actividades y sus estadísticas, durante el mismo minuto en que esas actividades están medidas en el mundo. Por ejemplo, en todo el planeta se envían 168 millones de correos electrónicos por minuto, correos que transmiten emociones, sentimientos y condiciones humanas. Según Pablo Aristizabal dichos correos transforman la manera en que el ser humano se relaciona a nivel mundial. Si este cambio es de esa magnitud ¿por qué no pensar que la educación también tiene que cambiar?