El talento –que Pablo Doberti considera que no se estimula adecuadamente en la escuela–, debe constituirse a partir de desafíos personales de los propios alumnos; desafíos permanentes y no efímeros a los que la escuela debe contribuir a forjar.
Foco, esfuerzo, frustración compromiso perseverancia y logro son algunos de los elementos a considerar en los desafíos que Doberti, por otro lado, señala que no deben confundirse con resultados.
Apunta también el autor que es válido cambiar de desafío siempre y cuando haya habido un trecho recorrido pues existe un sentido importante en el proceso mismo.
La columna puede leerse en: http://pijamasurf.com/2014/12/el-inversor-show-de-talento/
__________________________