Los avances tecnológicos están presente en todo ámbito y forman parte de nuestra cotidianeidad, por lo que su uso se hace cada vez más masivo, llegando incluso a los salones de clases.
Este es el caso de las tabletas, herramientas que constituyen un importante elemento motivacional en el aula, además de ofrecer recursos didácticos que favorecen las competencias digitales de los niños.
Así lo señala Elías Tefarikis, consultor de EdTech, emprendimiento e innovación, quien destaca que el uso de tabletas en el colegio conlleva una gran cantidad de ventajas.
“Primero, fortalece la experiencia de aprendizaje que el profesor desarrolla y la participación de los estudiantes, genera desafíos en los que la tecnología y la tableta nos permiten buscar e identificar información a nivel global y utiliza elementos que me permiten hacer más demostrativas las clases, involucrando más a los estudiantes”.
Tefarikis agrega que las millones de aplicaciones disponibles permiten modificar, incorporar y validar información de forma inmediata, además de ayudar a fortalecer el trabajo colaborativo, utilizando aplicaciones que permitan en línea crear trabajos, proyectos o dibujos en conjunto. “El profesor y estudiantes puede compartir sus prácticas de forma instantánea con otros colegios o compañeros”.
Sin embargo, estos beneficios siempre estarán supeditados a la calidad del profesor. “Éste siempre es el punto fundamental. El informe Mckinzey publicado en 2009 (“How the world’s best performing school systems come out on top” Michael Barber and Mona Mourshed), el cual investigó los mejores sistemas educacionales del mundo, dejó la mundialmente conocida frase «La calidad de un sistema educativo no puede ser superior a la calidad de sus profesores».
En cuanto a la relación profesor-alumno mediante el uso de tecnología, el consultor explica que ésta dependerá del nivel de manejo e integración que el profesor tiene sobre la tecnología, teniendo siempre claro que la tecnología es un medio y debe estar al servicio del aprendizaje. “En la medida que el profesor integre la tecnología como parte habitual de su clase (aplicaciones, programas, redes sociales, tabletas, celulares, entre otras), la relación con sus estudiantes será fluida sobre este punto. El uso de tecnología es habitual para profesores y estudiantes, ambos, en mayor o menor medida interactúan regularmente con whatsapp, facebook, word, power point, etc., por lo que el desafío es integrarlas como parte de la experiencia de aprendizaje”.
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Fuente: americaeconomia.com