Al arrancar este ciclo escolar, UNO Internacional emprende su quinto año en el camino de la transformación educativa. En un esta conversación con Pablo Doberti el director general de UNO Internacional habló de la evolución del sistema en cuatro años de operación en América Latina; las expectativas y desafíos; la escuela por venir, el valor agregado que UNO ofrece y al avance en el proceso de transformación.
Es una realidad que UNO trabaja y ha comenzado a sentar las bases para crear la escuela del futuro bajo el planteamiento de que una educación sólo de contenidos, sólo de información, no alcanza. Es necesario desarrollar otro tipo de habilidades para poder constituir un perfil de ciudadano, de ser humano. Para ello, UNO contempla el desarrollo y evaluación de habilidades emocionales y, en concordancia, la formación docente apunta al desarrollo de habilidades de liderazgo, emprendimiento y sustentabilidad.
En cuanto al valor agregado para el estudiante, UNO desarrolla varios programas que no son estrictamente curriculares, pero que conversan con lo curricular. La propuesta de UNO es cada vez más audaz y ambiciosa en términos pedagógicos y metodológicos por sobre la propuesta curricular. Destacó el trabajo sistemático para contagiar en la comunidad escolar la tensión transformadora que lleve a las escuelas a replantear sus propias prácticas, además de generar ambientes más empáticos para los alumnos, que generan mucho más continuidad con sus propios intereses, referentes culturales, tipos actitudinales, niveles atencionales. En ello la tecnología juega un papel muy importante como parte de su propio lenguaje de comunicación con los alumnos.
Es un hecho que los desafíos originales han madurado en distinta medida en las escuelas y –dice Pablo- la vida digital se manifiesta de manera más ambiciosa. Toca ahora poner una carta de ambición nueva que es directamente proporcional con el nivel de madurez del proceso de transformación del aula y su proceso pedagógico donde hemos avanzado mucho más en el debate que en la implantación.
EN UNOi sabemos que en cuanto a la transformación de las escuelas faltan aún materializaciones eficientes, pero existe una gran voluntad y conciencia de cambio. Hoy más que nunca, UNOi busca trabajar codo a codo con los padres de familia, ya que está en la semilla de la transformación que crece en ellos el resultado y la presión de la comunidad para exigir una calidad educativa que corresponda a la realidad de hoy.
Son casi mil escuelas que cuentan con sistema UNO y sin duda todas ellas están estructuralmente problematizadas respecto de cómo se educa en nuestros días, o cómo se educa hoy para el futuro. Esa tensión de transformación, está implantada eficientemente en la gran mayoría de las escuelas y sus directores, pero debe pasar a los padres de familia. Esto debe traducirse en planes de trabajo, de estudio, programas totalmente maduros de gestión nueva que están en vías de ocurrir y en la exigencia del padre de familia para que el cambio sea cotidiano y real