¿Por qué tenemos aversión a las matemáticas? De acuerdo con los resultados de las pruebas estandarizadas en la materia, la enseñanza de las matemáticas en nuestro país no acaba por rendir los frutos esperados.
Para abordar el tema, la emisión del pasado sábado de Educación XXI –que transmite W-Radio, bajo la conducción de Leonardo Kourchenko–, tuvo como invitados a Araceli Pastrana y a Gregorio Rodríguez, coordinadora de evaluación y consultor académico, respectivamente, en UNO Internacional.
Para iniciar, Araceli Pastrana señaló que las matemáticas están en todo y vivimos con ellas; la escuela no nos las ha presentado en forma adecuada; sin embargo, cuando se genera comprensión, las cosas cambian. Araceli atribuyó el problema a que la enseñanza se centra en algoritmos cerrados y no en el desarrollo del pensamiento del pensamiento lógico matemático, dejando de lado la realidad inmediata.
Por su parte Gregorio Rodríguez agregó que la aversión alcanza también a muchos maestros que prefieren impartir los grados inferiores donde suponen que es más sencillo. Dijo que hay concebir a las matemáticas como un lenguaje, permite entender que es una manera de mediar entre la naturaleza y nosotros, de diálogo y entender lo que nos rodea. Para ejemplificar algunas dimensiones matemáticas, extendió los brazos y dijo que la medida desde la punta de los dedos de una mano a los de la otra corresponde a la estatura de una persona y que, al corroborarlo los niños, adquieren otra perspectiva. Lo mismo sucede al medir desde la muñeca hasta el codo, que equivale a la longitud del pie.
Sobre Cómo debe enseñarse hoy, Araceli dijo que buscan maneras en las que los niños generen comprensión. La matemática es un lenguaje y tenemos que empezar por la comprensión del lenguaje hablado, luego el escrito y después el lenguaje matemático, para que el niño pueda comprender y expresar el mundo en términos que implican relaciones matemáticas.
Estamos –continuó–, generando matemáticas constructivas; metodologías para que el niño resignifique y pueda entender. Los niños viven experiencias pero no saben explicarlas con términos técnicos. La aversión viene de la falta de conocimiento; cuando generas comprensión se recupera el gusto. Entre las estrategias que maneja UNO Internacional mencionó el método Singapur que consiste en generar una comprensión del lenguaje matemático mediante una representación gráfica, para que el niño entienda la relación del lenguaje y pueda realzar operaciones. En el proceso de traducción del lenguaje al gráfico se genera mucha comprensión; el niño va entendiendo y va generando gusto por las matemáticas. No obligarlo a memorizar cosas, sino a explicar. Desde una perspectiva metacognitiva, la idea es que el niño tenga conciencia de lo que sucede, para qué sucede, que tenga posibilidad de explicarlo con sus palabras.
Gregorio comentó que otra estrategia metacognitiva, es el programa RAM (Renovada Actitud hacia las Matemáticas), que permite tener esta conexión desde la perspectiva de la solución de problemas y saber que siempre voy a encontrar la solución. Es un paquete didáctico con problemas de 1º a 6º de primaria, que permite al maestro ir desglosando paso a paso y después volver a construir la lógica con la que se resuelve un planteamiento matemático. Se apoya con dos recursos, las regletas y el geoplano, ambas en forma digital, en concordancia con los niños de hoy.
Cuestionada sobre los resultados observados, Araceli señaló que en las aulas se ve cada vez con más agrado el trabajar con el Método Singapur. Saben que no se les va a limitar y van a desempeñarse y buscar soluciones. La propuesta genera mayor autoestima y seguridad. Los egresados de primaria llegan a secundaria con un concepto claro de la incógnita pues es un proceso que ya conocen.
Las mediciones revelan que una vez que aprende el método, resuelve problemas en minutos, llega a la solución, entiende de qué se trata y va generando una mejor actitud hacia las matemáticas, además de mejores calificaciones. En tres años el desempeño ha mejorado en 30 por ciento
Antes, dijo Gregorio, los niños conocían el algoritmo pero no sabían aplicarlo, ahora hay una inversión de papeles; tiene muchas propuestas de cómo resolver; el niño genera confianza y motivación porque sabe qué hacer. Sin ánimo de saturar el método Singapur se ve una vez por semana y RAM una vez por mes.
En las recomendaciones finales, Gregorio pidió a los maestros preguntarse qué tanto habían transformado esta semana el entorno de aprendizaje y qué tanto lo harían la próxima semana. Por su parte, Araceli propuso enseñar a los niños que no hay una manera única de hacer las cosas. Hay que enseñarlos a ver el mundo desde diferentes perspectivas…
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El audio del programa completo puede escucharse aquí.