En días pasados se dieron a conocer los resultados de la prueba Internacional PISA 2012 en los que México, junto con el resto de los países que se evalúan en América Latina, se ubica entre las últimas posiciones. Para abordar el tema, la emisión de este sábado de Educación XXI que conduce Leonardo Kourchenko y se transmite por W-Radio, tuvo como invitados a Eduardo Backhoff, Consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INNE), y a Marco Antonio Fernández Martínez, Director de Investigación de México Evalúa. Leonardo aclaró que se invitó a la mesa a la secretaría de Educación Pública, pero lamentablemente declinó.
La prueba –señaló Leonardo–, diseñada y aplicada actualmente cada 3 años a 65 países por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mide tres áreas: matemáticas, ciencias y comprensión lectora. Entre los 10 países con mejores resultados, los siete primeros son asiáticos: Shangai, Singapur, Hong Kong, Taipei, Corea del Sur, Macao y Japón; los tres restantes son Lichtenstein, Suiza y Holanda. En los últimos puestos, Chile ocupa el lugar 51, México el 53, Uruguay 55, Costa Rica 56, Brasil 58, Argentina 59, Colombia 62 y Perú 65.
Eduardo Backhoff explicó que PISA inició en el 2000, aunque ya desde los sesenta se aplicaban pruebas internacionales que buscaban diferencias entre los países en cuanto a logros educativos. PISA, dijo viene siendo un instrumento, un termómetro, que te dice más o menos cómo se encuentra el país en términos de lo que aprenden sus estudiantes y cómo se compara con otros países. Precisó que la prueba no mide competencias curriculares, sino competencias para la vida o, en otras palabras, lo que el estudiante puede hacer de lo que aprendió y está muy centrado en sus capacidades intelectuales, de razonamiento, de solución de problemas y pensamiento crítico. En el caso de español, es comprensión lectora o deducción, interpretación de lo que se lee; en el caso de las ciencias es el uso de los conocimientos para la vida, la comprensión y la solución de problemas.
A lo anterior, Marco Fernández agregó que la prueba ha tenido un impacto importante en la discusión de la política educativa. Su primera aplicación generó una serie de debates sobre los sistemas educativos y propició reformas para mejorar el desempeño de los estudiantes en términos de capacidad de raciocinio y capacidad analítica. Entre otras medidas, México creo el INEE y su propia prueba, ENLACE. Fernández opinó que las autoridades no aprovechan plenamente la información de la prueba y destacó el mínimo avance en matemáticas entre 2003 y 2012, de sólo 28 puntos, mientras que una abrumadora mayoría de los estudiantes no tienen las capacidades mínimas para usar analíticamente los conocimientos y resolver problemas. Subrayó que aunque la prueba se aplica a jóvenes 15 años, los resultados reflejan que aprendieron mal los grados anteriores.
De acuerdo con lo último estuvo Backhoff, quien dijo que al tomar en cuenta los resultados de los estudiantes de 15 años se están evaluando 9 o 10 años de escolaridad y si la prueba se hiciera con otras edades los resultados serían los mismos. Pisa es un termómetro del capital cultural de un país y no mide sólo lo que se aprende en la escuela –alrededor del 35%– sino también el contexto de la vida. En ese contexto incluyó la falta de cultura lectora, el analfabetismo y el entorno familiar incluida la televisión y el Internet.
A pregunta de Leonardo, Eduardo aseguró que mejor educación significa mejores niveles de vida en todos los sentidos y Marco complementó señalando que no se trata de cantidad sino de calidad educativa que se traduce en menor desigualdad, mayor crecimiento económico y mejores resultados en salud, entre otros aspectos.
Respecto a lo que estamos haciendo mal en América Latina, Eduardo comentó que en educación salimos como en cualquier otro indicador: más o menos entre las posiciones 50 y 70 de todos los países. Al respecto, Marco Antonio Fernández observó que no se puede entender la educación si no se enmarca en un marco más amplio de política pública.
Sobre la participación de los maestros disidentes en la definición de parámetros y características que deben evaluarse, Eduardo Backhoff se pronunció a favor, mientras que al INEE corresponde emitir los lineamientos de cómo se van a hacer las evaluaciones.
En el tema de la formación Fernández dijo que según un estudio del Banco Mundial próximo a publicarse sobre el perfil de los maestros en América Latina revela que el reclutamiento no viene de los segmentos de excelencia académica; para los más brillantes la docencia no es una opción, dijo. Backhoff agregó que la Ley de Servicio Profesional Docente pretende ordenar ese caos deseando que sean los mejores aspirantes los que ingresen a la escuela normal y los mejores egresados lo que entren al servicio. Dijo que el Secretario de Educación ya anunció cambios en las escuelas normales, incluyendo los curriculares. Sin embargo, hizo énfasis en que no hay cambios de un año a otro, ni de un sexenio a otro. Comentó que estudios de 30 años en Estados Unidos reflejan pocos avances. Por su parte, Marco subrayó que las reformas no deben ser aisladas sino conectadas al contexto del país.
Hacia el final del programa Eduardo Backhoff señaló que PISA es un instrumento de referencia como otros y no debemos centrarnos exclusivamente en ellos. Destacó la importancia de que México ponga su atención en que todos los estudiantes tengan el derecho a una educación de calidad, lo que significa aprendizaje.
Marco Fernández concluyó su intervención mencionando que la educación en México se ha convertido en un tema de mayor importancia y cada vez hay una conciencia social de la necesidad de participar en esta responsabilidad.
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