Maestro, motivar a tus alumnos hace la diferencia - UNOi Internacional
Necesito ayuda
Quiero más información

Maestro, motivar a tus alumnos hace la diferencia

Resulta triste y fascinante la cantidad de veces que he escuchado a personas que alcanzaron el éxito decir que uno de sus padres o un maestro en la escuela les dijo que nunca lograrían nada. Pocas cosas en esta vida dan tanta satisfacción como demostrar a quienes dudaron del talento de una persona lo equivocados […]

Autor: UNOi

Fecha: 2 de abril de 2017

Resulta triste y fascinante la cantidad de veces que he escuchado a personas que alcanzaron el éxito decir que uno de sus padres o un maestro en la escuela les dijo que nunca lograrían nada.

Pocas cosas en esta vida dan tanta satisfacción como demostrar a quienes dudaron del talento de una persona lo equivocados que estaban. No obstante, es totalmente inconcebible que un docente se permita juzgar a un alumno de esa forma por su carácter o rendimiento académico durante las difíciles edades de la infancia y la adolescencia.

Hemos dicho en ocasiones anteriores que los maestros deben ir más allá de transmitir conocimiento a los estudiantes.

A las manos de los profesores llegan todos los días historias únicas, que experimentan dificultades emocionales que deben ser atendidas con una cercanía siempre limitada por el respeto.

Pongamos un caso en concreto: un alumno presenta una aversión hacia las matemáticas (o cualquier otra asignatura). Esta complicación se manifiesta en una dificultad seria para retener la información que se le transmite.

El maestro podría sentir que es su derecho exasperarse, pues su esfuerzo no surte efecto en el alumno, lo que crea una comprensible impotencia de parte de ambos.

Sin embargo, en este problema los involucrados son dos: el maestro y el estudiante, por lo que la mejor solución será siempre la que los involucre a ambos.

El docente debe buscar la forma de hacerle ver al alumno la utilidad de su asignación para la vida cotidiana (misión bastante compleja). De esta forma el joven sentirá que su “sufrimiento” está enfocado a hacer su vida más fácil en el futuro y su conocimiento más amplio.

En lugar de contestar los improperios de un alumno desorientado con palabras hirientes o de desaliento ¿por qué no hablar con él y presentarle de forma clara y con ejemplos concisos adónde podría llegar si cambia su actitud?

Los jóvenes buscan ejemplos a seguir, pero aunque tienen todo a la mano gracias al internet, lo cierto es no saben por dónde empezar en su búsqueda de referentes. Necesitan un punto de partida que los maestros pueden proporcionarles, y que puede orientar las vidas de quienes apenas empiezan a tomar en peso su futuro.

Todos tenemos conciencia de la gran influencia que puede tener un maestro en nuestra vida. Pues la misión de hoy es combatir la masificación de la educación, y dar al individuo la atención que requiere, para que un día ese alumno pueda recordar a su maestro como un guía, y no como una piedra en el camino.class-raising-hands