En el ya célebre experimento Hole in the Wall que inició en 1999 el investigador indio Sugata Mitra en un barrio pobre de Nueva Delhi, niños que apenas iban a la escuela, no sabían inglés y nunca habían visto una computadora, aprendieron a interactuar con ella en poco tiempo sin recibir ninguna instrucción ni supervisión.
La computadora se colocó dentro de un muro a un metro de altura y se le dotó de una conexión rápida a Internet y algunos programas básicos, la curiosidad hizo el resto y en pocas horas los niños ya podían navegar por la Web. Los descubrimientos –muchas veces accidentales–, llevaron a nuevos descubrimientos.
Durante la década siguiente, el experimento –que se replicó en la India y en otros rincones del planeta bajo el nombre de Educación Invasiva Mínima o MIE, por sus siglas en inglés–, mostró que el aprendizaje puede ocurrir sin ayuda adulta y sin importar el idioma o los antecedentes escolares. Una observación importante es el aspecto de la colaboración: los niños que hacían un descubrimiento lo compartían con otros, haciendo más productivo el aprendizaje.
En un plazo de tres meses, la mayoría los niños expuestos al experimento, en una sola computadora podían hacer cosas como: funciones básicas de navegación; dibujar en la pantalla; cargar y guardar archivos; descargar y jugar juegos; ejecutar programas educativos; reproducir música, videos y fotos; configurar cuentas de correo y enviar o recibir mensajes; y, acceder a redes sociales.
En esta TED Talk (muy recomendable), Sugata Mitra hace un repaso del camino recorrido y las perspectivas para modificar el futuro de la educación.
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