La intersección fallida entre familias y escuelas. Historias de un desamor - UNOi Internacional
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La intersección fallida entre familias y escuelas. Historias de un desamor

Es frecuente en el mundo docente escuchar la frase “la escuela ideal es la escuela sin padres”. A tal punto hemos llegado de ruptura No hay teoría educativa que no insista en la necesidad de incorporar a los padres en el proyecto educativo de una escuela, sin embargo, por muchas razones, no hay figura más […]

Autor: UNOi

Fecha: 10 de agosto de 2015

Fredy Vota - En los caminos

Es frecuente en el mundo docente escuchar la frase “la escuela ideal es la escuela sin padres”.

A tal punto hemos llegado de ruptura

No hay teoría educativa que no insista en la necesidad de incorporar a los padres en el proyecto educativo de una escuela, sin embargo, por muchas razones, no hay figura más resistida que la de los padres dentro de la escuela.

Por otro lado, entre los padres, la maestra y la dirección, son flancos de comentarios  degradantes.

Creo que deberíamos empezar a llamar también “bullying al maestro o a la dirección” a las frases y epítetos que circulan en el whatsapp de los progenitores …

¿Es que el mundo adulto se volvió loco?

¿Cómo imaginamos formar de manera mínimamente coherente sin ponernos de acuerdo?

 

Necesitamos recapitular rápidamente

Para ello imagino algunos puntos de la recapitulación.

 

1.- El niño necesita de adultos que lo contengan.

Esto significa que la angustia infantil frente a lo que ocurriese, requiere de la templanza adulta para que la contenga.

Si mamá o la maestra enloquece cada vez que tengo un problema en la escuela o en casa…. abandonan al niño/a, dejándole en la más absoluta soledad emocional.

Lo que los menores esperan de los adultos es que pongan el problema en una trama existencial más amplia, que le permita mirar lo que haya pasado con perspectiva.

Lo que le ocurre al niño, es puntual, con un amigo, un docente, con el aprendizaje y en el 98% de los casos no se puede equiparar a la erupción del volcán en Pompeya… Es un problema que los grandes podremos solucionar.

¡Confiemos en nosotros!

 

2.- El niño necesita adultos que lo miren como niño y no como adulto en potencia.

Los docentes y padres proyectamos la vida de estos niños… como si tuviéramos poderes mágicos premonitorios…Este va a triunfar y aquel va a ser un delincuente.

Un niño se equivoca, comete errores y no significa más que eso. Nuestra misión no es programarlos para una vida de acuerdo a los logros de hoy, sino proponerles la mejor vida posible.

Su libertad y la capacidad que tengamos de ofrecerle oportunidades construirán su vida futura.

Y ese es nuestro punto de unión… ¿Cómo podemos entre los adultos responsables ampliarles el abanico de posibilidades? ¿Cómo hacemos para que aprendan a vivir su libertad de la mejor manera posible?

Nadie tiene prefijado un lugar en la existencia, ni el mejor promedio ni el peor. Es un riesgo que debemos asumir, sin angustia, ofreciendo lo mejor que esté a nuestro alcance… lo demás entra dentro de ese enorme potencial humano que se llama “libertad”.

 

3.- Los adultos debemos tener conversaciones profundas ocupando plenamente nuestro lugar adulto

Nada más estereotipado que las reuniones de escuela.

El estereotipo tiene una finalidad…. Disfrazar, poner lugares comunes a situaciones complejas para evitar el conflicto.

Ningún docente quiere ser cuestionado, ningún padre quiere que cuestionen a su hijo y mucho menos su paternidad

¡Adultos defendidos!

¿Defendidos de qué?

Quizás, justamente de su lugar de adulto no del todo habitado. A veces parecemos adolescente con un difraz adulto.

Es frecuente ver adultos que cualquier momento difícil los desestabiliza y los hace tambalear existencialmente.

Esto le provoca reacciones desajustadas… docentes despotricando con los niños como si fueran monstruos de otro planeta, padres reclamando fuera de sí por causas que pueden dialogarse entre adultos sin necesidad de tanta parafernalia… los noticieros aman estas situaciones…

Así se logra un pacto implícito, digan que mi hijo es una maravilla y yo diré que la escuela es maravillosa…fin de la historia…

Claro que esto no es un diálogo padres – escuela.

Con frecuencia pregunté a distintas instituciones como se comunican con los padres y las escuelas responden con x cantidad de reuniones anuales…

¡Ahora ni les cuento lo que ocurre en las reuniones!

 

Varias versiones:

1. La Depositación de responsabilidad

Contamos a los padres una variopinta cantidad de problemas grupales… No estudian, no prestan atención en clase, no les interesa…..

Y al terminar la reunión…cuando los padres sienten que le trasfirieron y depositaron toda la angustia docente…dicen, no sin algo de razón…¿Y que quiere que haga señorita? ¿Le cuento a usted, mis problemas con mi esposa, con mi jefe …?

¡Qué la escuela se encargue!… fin de la reunión…

Diálogo 0 fallido total.

 

2. La Escuela Maravilla – El niño maravilla

“Cuenta  todo maravillosamente y maravillosamente será recibido”.

Esta estrategia elige vaciar el encuentro y no ayuda a enfrentar la complejidad.

Formar es una situación compleja, ya que es un proceso que pone en relación a dos seres (formador y formando) imperfectos y con expectativas, a veces desencontradas, a veces opuestas y otras incompatibles.

Es importante construir un espacio común, fomentar encuentros, puntos de intersección.

Hoy, padres y docentes hablan de la nada misma. de la escuela que no existe, del alumno que tampoco tiene consistencia en la realidad.

Hablemos de los miedos comunes, de las ganas comunes de hacer cosas, de lo que consideramos valioso para nuestros alumnos/hijos, de los límites personales y grupales que enfrentamos para alcanzar la educación que soñamos.

Hay tantas cosas de qué hablar, tantas…y el estereotipo de “todo está bien” aleja cualquier intento de conversación productivo.

 

3. El banquillo de los acusados

El último tipo  de reunión es la comisión evaluadora…Tiene sus   versiones:

  • los números para cada niño…”mi hijo es el 33…¿Lo habrán crucificado?….
  • La planilla con distintos ítems…Ejemplo: Presta atención en clase y tiene sus tareas al día… y la cruz puesta en ‘a veces’… ¿Qué será…muchas veces, algunas veces, cuántas veces? ¿Qué significa prestar atención…mirar y asentir con la cabeza?… ¿Qué esperará la señorita …que vaya a casa y le diga…nene a partir de mañana prestá atención en clase…? ¿Tendrá efecto?
  • La última versión son los padres haciendo colas con los profesores…”con lengua hay 100… y tengo el número 99… a 10 minutos cada uno… ¡hoy no duermo en casa! Pero, podría hablar con la profesora de plástica…¡pobrecita, está sola!.. “

Proponemos reformular las reuniones de padres, pensarlas como espacios de diálogos

  • Con grupos más chicos, como desayunos de trabajo
  • Con preguntas disparadoras y contestadas entre todos
  • Con el objetivo de armar redes a posteriori, y que nos ayuden en el proceso formativo que continúa por fuera de la escuela.
  • Con preguntas enviadas con antelación por los padres para que veamos que formato es más adecuado, según las necesidades de la comunidad.
  • Pensar encuentros formativos para papás con sus dudas más frecuentes…pueden ser incluso interescolares… Me ha tocado ayudar a armar congresos para papás de varias escuelas y realmente han sido muy enriquecedores…

 

Creo que como adultos nos debemos la posibilidad de conversar con profundidad, acordar pautas educativas comunes, hacernos corresponsables de los resultados que obtenemos.

La reunión de inicio tiene que ser mucho más que entregar materiales y decir que tipo de cuaderno van a usar, al fin y al cabo son cosas…

Debemos aprovechar los espacios  existentes para pautar modos de convivencia, acordar valores comunes.

Son lugares privilegiados donde discutir, por ejemplo, a partir de distintos casos, como va a reaccionar el mundo adulto en relación a temas centrales en la vida de los alumnos: droga, bullying, redes sociales, cuidado del planeta, sentidos existenciales, otros…

 

El objetivo primordial de todo encuentro con los padres es armar una red, que permita recurrir cuando sea necesario, para que ningún niño  y ningún adulto se descuelgue, quede aislado.

Repensar la escuela como el entramado adulto que educa y no como la institución que debe ser perfecta o peor que juega a ser perfecta y se hace víctima de reclamos permanentes.

No vaciemos los espacios de encuentro, animémonos a renovarlos… con otro sentido, con otro contenido….

Se requiere inteligencia y valentía….y animarse a caminar por caminos que todavía no han sino tan transitados…

 

En fin…

El niño necesita ser niño y los adultos adultos. Y estos tienen la imperiosa responsabilidad de ponerse de acuerdo

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