Este fue el tema de este sábado en Educación XXI por W-Radio, emisión que Leonardo Kourchenko abrió comentando la aprobación de la Ley General de Educación por los diputados en una sede alterna y la decisión de posponer la correspondiente a la Ley del Servicio Profesional Docente, en parte por la presión ejercida por los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Interrogado sobre el asunto por vía telefónica, Claudio X. González, presidente la Fundación Mexicanos Primero, lamentó lo sucedido y calificó de chantaje las acciones de la CNTE. Opinó la Ley del Servicio Profesional Docente –que consideró el corazón de la reforma educativa–, va a pasar. “Sería catastrófico para México y la presente administración que no pasara”, concluyó.
Entrando en la materia del programa, Leonardo señaló la necesidad actual de evaluar de forma distinta a como se hacía antes y presentó a los especialistas invitados: Laura Elizondo, Directora Académica de Lexium; Néstor Nazario, Coach de UNO Internacional; y Erika García Rodríguez, Directora Académica y Formativa de los Colegios La Salle del Estado de México.
Para iniciar, Laura Elizondo explicó que la evaluación cualitativa te da información de calidad sobre los procesos de aprendizaje de las personas; por ejemplo, en habilidades intelectuales, emocionales o de lectura. Agregó que en los procesos cognitivos se evalúan aspectos como discriminar visualmente una información, cuál es el proceso para seguir instrucciones, cómo se analiza, etc.
Señaló que cambiaron dos paradigmas del siglo pasado. Primero que el IQ ya no es algo fijo sino que la mente puede entrenarse e ir avanzando y, segundo, que la inteligencia intelectual no es todo en la vida. Se comenzaron a incorporar cosas como la inteligencia emocional, los procesos, las técnicas de estudio y nos damos cuenta que el ser humano es perfectible.
A la pregunta de si esto se está aplicando, Néstor dijo que hay avances pero que los colegios siguen aplicando la evaluación por conocimiento sin que acaben de dar el paso a la evaluación cualitativa que abarque todo el ser. Lo atribuyó a que la cualitativa requiere más tiempo, análisis e interpretación, pero ofrece mejores resultados
Por su parte Erika consideró que no representaba más trabajo pero que era necesario darle sentido a la evaluación. “La parte principal es el docente y su intervención en el aula”, dijo.
Con relación a la calificación en la boleta, Laura señaló la necesidad de construir un puente entre la educación y la vida real. Las empresas no miden conocimientos sino desempeño. Erika coincidió en que buscamos habilidades para la vida: “entender para que evalúo y conectarlo con la realidad”. Agregó que es responsabilidad del colegio hacer entender a los padres que sus hijos requieren de otro tipo de habilidades y es posible demostrar que su hijos pueden hacerlo. Néstor apuntó que se evalúan procesos y resultados y destacó la importancia de qué se hace con el conocimiento, que no debe quedarse en el aula sino salir a la vida diaria del chico.
Sobre la reacción de maestros y directivos al ver resultados, Néstor observó que hay una cierta resistencia cuando se ven retratados, pero quienes dan el siguiente paso y enfrentan la necesidad de mejorar empiezan a ver los beneficios. Enfrentar en qué necesito mejorar. “Los puedo guardar o puedo hacer un plan formativo de mejora”.
“La clave –dijo Laura– es para qué evaluamos. Para crear maestros estratégicos, que puedan generar una estrategia a partir de la información tener mejores resultados”. Erika complementó: “Para hacer una inversión pedagógica”.
En sus conclusiones, Erika se dijo convencida de que la educación va a generar alumnos competentes y competitivos, Néstor expresó: “Saber donde estoy y a dónde quiero llegar y, entre estos dos puntos está la evaluación y el plan estratégico de mejora”; y Laura invitó a hacer lo necesario para tener aprendices perpetuos.
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