Identificar las emociones y poder expresarlas es el primer paso hacia la autorregulación. La educación debe integrar desde los primeros grados la educación emocional contribuyendo a tener niños felices que estén bien consigo mismos y con quienes les rodean.
Lo anterior se postula en un video, en el que una maestra de infantes afirma que los maestros deben formarse en educación emocional y ofrece una forma sencilla para trabajar las emociones en el aula desde pequeños, poniendo nombre a las emociones, compartiéndolas –sólo si se desea hacerlo– y buscando resolverlas.
En este breve corto, Luz Guerrero considera más importante preguntar “¿Qué te ha sucedido?” a un niño que llega visiblemente afectado al aula que insistir en que aprenda la lección del día, lo que es claro que no ocurrirá mientras no resuelva de algún modo su situación.
Se destaca también la importancia de acompañar a los niños en el descubrimiento de sus habilidades personales de cada quien para su propio bienestar y el de la sociedad.
El video puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=PQE4WqQSOcQ 8’ 36”