El sol apenas despunta y hay que estar ya listos para la escuela donde este lunes inició para miles de alumnos de UNO Internacional un nuevo ciclo escolar. Uniformados, acicalados y sonrientes llegan a sus planteles, algunos cargados de material y otros con bostezos por la desmañanada para la que las vacaciones no ayudaron en nada.
Para unos es la primera experiencia escolar y no falta alguna lágrima por el desprendimiento de la mano de mamá. Para otros es el reencuentro con los amigos y el inicio de una nueva aventura con nuevos compañeros y maestros.
Las instalaciones están remozadas, relucientes y con rincones nuevos por explorar. Las puertas se abren y hay globos, pancartas, un pasillo de aplausos, disfraces, superhéroes, panderos, paletas y hasta un muro donde expresar los deseos para el ciclo que empieza y el que los actores –padres maestros y alumnos–, emprenden con mucha, mucha actitud.