Un modelo educativo sin libros de texto, sin materias, tareas ni exámenes es el que desde hace más de un año opera en un grupo de escuelas de Cataluña, con resultados sorprendentes. Para hablar del proyecto Horizonte 2020, en la pasada emisión de Educación XXI por W-Radio, Leonardo Kourchenko recibió como invitadas a dos directoras de colegios de México, que viajaron a Barcelona para conocer de cerca esta iniciativa: Claudia Rojo, del Colegio Europeo de México Robert Schuman; y Marisol Ponce del Instituto J. Francisco Rodríguez; así como a Sissi Cancino, especialista en comunicación.
Leonardo se refirió a este proyecto educativo en España como una innovación desafiante emprendida por gente que está intentando cambiar paradigmas. Sissi agregó que es una de las apuestas de transformación educativa más aterrizadas y valientes, en la quienes apostaron por ella dividieron a la escuela en dos partes: la escuela del siglo XX, con el sistema tradicional y, la escuela del siglo XXI, con características físicas y metodológicas diferentes.
Claudia Rojo señaló que no se trata de algo improvisado, pues llevan 10 años investigando y documentando. Para visitarlos y conocer el modelo, les escribimos el año pasado y al principio dijeron que no estaban listos para mostrarlo. En enero nos invitaron, como parte de su investigación.
Por su parte, Marisol Ponce dijo que no invitan a cualquiera. Tienes que tener ciertas características y explicar cómo manejas tu escuela, por qué quieres ser innovador, qué ya estás aplicando para poder participar y aportar a este programa. Ellos lo toman a manera de propuesta para enriquecer su proyecto.
Dijo Claudia que se integraron a un seminario con 30 participantes de escuelas en distintos países que queremos hacer las cosas diferentes. Suiza, Francia, Italia, Argentina, Brasil. Para ellos fue como una prueba de que en el mundo estanos en la línea del vanguardismo, del constructivismo pero también de la formación humana
Sissi recordó que el año pasado, mientras Finlandia anunciaba la desaparición de las asignaturas en sus sistema, esta red de escuelas de Cataluña estaba ya trabajando, reuniendo ideas para su modelo, con padres, maestros alumnos e incluso opositores. Claudia precisó que fueron 56 mil ideas y, desde dos años antes de implementar, comenzaron a enviar mensajes a los padres sobre el porqué deberían trabajar diferente con los alumnos.
Precisó Marisol que son 8 escuelas jesuitas de educación básica en Cataluña, de diferentes niveles socioeconómicos. Iniciaron el piloto en preescolar (0 a 6 años) en el ciclo 2013-14 y luego de 5º de Primaria a 2º de Secundaria. Actualmente, están desarrollando la parte de 1º a 4º de primaria…
El modelo, comentó Claudia, se denomina Horizonte 2020 y trabajan una parte del día por proyecto: transversalidad, aula invertida, constructivismo. Matemáticas y lengua se imparten de manera tradicional. Los grupos son de 50 alumnos con tres maestros: Lengua, Ciencias y Humanidades que están siempre en el aula y ninguno de ellos es titular.
Sobre las dimensiones de grupo, Sissi observó que estamos acostumbrados a que en los grupos pequeños hay mayor atención personal y empatía maestro-alumno. Sin embargo, la tendencia ahora va hacia “todos somos uno, todos estamos colaborando, sin importar cuántos somos y aprendiendo juntos.
Al respecto, Claudia dijo que les enseñan a tomar buenas decisiones y a ser autónomos. Les gusta trabajar con sus amigos pero pueden hacerlo con otros. A la pregunta de si alguno no trabaja, los chicos respondieron que no veían por qué no habría de hacerlo, si aquí lo divertido es trabajar. Al final del proyecto se evalúan ellos mismos con toda honestidad.
Marisol señaló que los proyectos –que son sobre aspectos de la realidad inmediata–, los trabajan por la mañana en forma transversal; luego vienen las materias que se imparten tradicionalmente, donde los maestros intervienen menos, pues ya los alumnos aprendieron a trabajar de manera autónoma. Hacen unos 10 proyectos al año con base en el sistema educativo Catalán e incluso algunos son sugeridos por los propios niños. Agregó Claudia que cada escuela conserva su nombre y su esencia. No dan clase de religión pero sí van formando valores a través de los temas.
Las bases pedagógicas conceden mucha importancia al espacio para generar un ambiente propicio al aprendizaje –continuó Marisol. Salones grandes, con buena iluminación y libertad de movimiento. Colores, lockers, gradas, bancas tipo trapecio, sillas con ruedas, espacios como ágora.
Sissi apuntó que todo esto genera empatía y que el niño esté cómodo y no encerrado en un salón gris donde no conecta con nada. Leonardo observó que los detractores señalan que en el terreno laboral difícilmente van a encontrar espacios así, y Sissi dijo que desde hace tiempo los espacios de trabajo también se han venido transformado, muchos con tendencia a la oficina virtual.
En cuanto a los aspectos pedagógicos, Claudia dijo que no hay libros. El claustro de profesores determina los proyectos para cubrir el currículo anual y se elaboran folletos como guías básicas. Los alumnos pueden escribir su proyecto en español, trabajarlo en catalán y presentarlo en inglés. Y cada mes lo cambian pudiendo incluir otras lenguas según el grado. No hay exámenes ni tareas, aunque pueden llevar a casa lo que no terminaron en el día. Se autoevalúan y co-evalúan con rúbricas sobre las habilidades previstas para el proyecto.
Marisol explicó que trabajan con los contenidos que regula el ministerio, pero los priorizan y hacen su propio programa. Siendo escuelas públicas, el gobierno subsidia el 80% y los padres aportan de 300 a 500 euros por mes para comidas y otros gastos.
A pregunta de Sissi sobre los exámenes de ingreso a la universidad, Claudia dijo que se desempeñan bien en el modelo tradicional y sí saben presentar exámenes. Sobre el tema de la tecnología dijo que tienen su plataforma interna; un blog donde van informando lo aprendido; tienen una laptop por alumno, pizarras electrónicas y tradicionales así como proyectores. No se permite el Facebook en la escuela, pero hay libertad para navegar que ellos usan con responsabilidad. Marisol agregó que el trabajar por proyectos les aporta esa responsabilidad, además de autonomía y autodirección.
En cuanto a la formación, Claudia comentó que para trabajar en este modelo, se capacita a los maestros seleccionados durante 9 meses, mientras otros profesores los suplen en el ciclo escolar. En esa capacitación está prohibido hablar del cómo, todos tiene que hablar del qué.
Cuestionadas por Leonardo sobre la posibilidad de replicar el modelo, Claudia dijo que expresamente les pidieron que no copiaran, pero sí que interpretaran y compartioeran sus resultados.
En lo personal, Marisol opinó que le gustaría adicionar a su proyecto innovador el que los niños tengan identidad propia, encaminándolos al descubrimiento de su vocación personal y que sean capaces de generar su proyecto de vida.
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El audio del programa completo puede escucharse aquí.