Marcela Hernández. Noroeste.com. 10/07/2012.   Mientras en países desarrollados se dan hasta mil 822 horas al año de clase, los alumnos en México reciben apenas un promedio de mil horas, señaló Adalberto Montalvo Espinoza, director general de Cualli, centros educativos, en Culiacán.

Indicó que en ese colegio, como en 11 más en Sinaloa, se implementa el Sistema Uno basado en competencias y donde se imparten mil 500 horas de clase al año, más que el promedio en México.

«Una escuela de Sistema Uno trabaja en número de horas un 50 por ciento más que las escuelas tradicionales, en México, de los 200 días de año de calendario se trabajan alrededor de mil horas, traemos alrededor de 800 horas abajo de países desarrollados en México», manifestó.

En planteles bajo ese sistema, dijo, los niños tienen la oportunidad de estudiar bajo un sistema bilingüe con mecanismos modernos como Ipads a la par con los maestros. «Con Sistema Uno toda la escuela está tecnificada, con proyector, pantalla cristalina, el trabajo de los maestros y todo el alumnado trabaja con un Ipad cada quien y escuelas de tiempo completo, donde se puedan desarrollar al menos dos horas y media de español y dos horas y media de inglés», expresó.

En las aulas, agregó, el maestro no está como en la educación tradicional, al frente explicando sino que forma parte de los equipos de trabajo que conforman los niños para aprender y adquirir conocimientos.

Montalvo Espinoza destacó que en la primaria los menores llevan las materias en inglés y español pero al pasar a secundaria tienen oportunidad de elegir un tercer idioma que puede ser francés, portugués o chino mandarín.

«Hoy ya no debemos pensar en educar a nuestros alumnos para que trabajen en Culiacán, que trabajen en México o en Sinaloa, es un mercado globalizado, el alumno debe estar preparados para ser productores que puedan hacer negocios con otros países o bien, puedan cubrir demandas laborales en cualquier parte del mundo», destacó.

Recientemente se llevó a cabo un congreso en Brasil, último país en incorporarse al Sistema Uno, que ya cuenta con 300 mil alumnos en México.

«Hoy ya no debemos pensar en educar a nuestros alumnos para que trabajen en Culiacán, en México o en Sinaloa, es un mercado globalizado, los alumnos deben estar preparados para ser productores».

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