Desde la semana pasada, los usuarios de la línea 3 del Metro –que corre de Indios Verdes a Universidad y viceversa–, encontraron a la salida de todas las estaciones un singular montaje, consistente en la imagen de un anaquel con libros con la portada de frente y un código QR. Dicho código, leído con un teléfono u otros dispositivos, permite descargar desde Internet los primeros capítulos de los libros de manera gratuita, además de acceder a información adicional como booktrailers, entrevistas y más.
La inauguración de los llamados Libropuertos Digitales se llevó a cabo el pasado día 11 en la estación División del Norte, con la presencia de Nina Serratos, titular de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal; Juan Arzoz, Director General de Grupo Santillana; Carlos Ramírez, Director General de Prisa Ediciones; Carlos Espino, Director General de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y Francisco de Souza, Director de Medios del Metro.
Los lectores pueden elegir entre una oferta inicial de 40 títulos para todos los gustos, y se busca despertar en ellos la curiosidad por conocer el material completo. Adicionalmente, en breve se podrán escuchar fragmentos de los libros en cápsulas de 20 a 30 segundos, que se reproducirán en los pasillos de las estaciones con un fondo musical.
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Para ahondar en el tema, UnoNews acudió a Carlos Ramírez, Director General de Prisa Ediciones, quién amablemente nos concedió una entrevista.
Interrogado sobre el origen de esta iniciativa nos dijo. “Esta es una idea que nace de Ediciones Generales, de uno de nuestros editores: Edgar Lomelí, que se le ocurrió esta forma para que la gente pueda tener mayor acceso a la información de nuestras publicaciones. Normalmente hacemos promoción de nuestros libros a través de prensa, radio, televisión, presentaciones de los autores, etc., pero habíamos descuidado una parte importante donde circula muchas de las personas que viven en la ciudad de México, que es a través del Sistema de Transporte Colectivo Metro”.
Carlos Ramírez subrayó que la idea surgió de Santillana y señaló que mediante un convenio de colaboración con la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, se acordó montar los paneles en las estaciones de la línea 3 del Metro con posibilidad de extenderlo a otras líneas al paso del tiempo. Los paneles tienen 40 títulos –todos de los sellos editoriales de Santillana– que irán cambiando cada mes o mes y medio.
“Colocamos la portada de los libros y al costado el QR de cada uno. Con sus teléfonos y este código, las personas podrán descargar el primer capítulo del libro para generar un primer acceso voluntario a la lectura y, quienes crean tener una identificación con lo que están leyendo, procedan luego a comprar el libro”.
El director de Prisa comentó que están estudiando la posibilidad de que algún libro pudiera descargarse completo; obviamente, con algún convenio con el autor. También dijo que están en pláticas para ofertar las versiones digitales completas mediante compra a quienes luego de leer el primer capítulo deseen adquirirlo en ese formato que, por otra parte, tiene un costo inferior al del libro impreso.
Sobre el número de descargas en los Libropuertos, Ramírez dijo que fueron 400 en el primer día, lo cual “representa una muy buena sorpresa: es romper con esta especie de mitos de que la gente no conoce ciertas cosas… Al principio, la gente se preguntaba qué cosa era ese cuadrito con manchitas blancas y negras y el día de hoy sabe para qué sirve; sirve para poder tener mayor acceso a información”. Agregó que a partir de este mes, todas sus ediciones incluyen códigos QR en la contraportada.
Otro concepto que están incluyendo en los libros de Santillana, explicó Carlos Ramírez, es el denominado ‘realidad ampliada’. “Escaneamos la portada del libro y esta portada escaneada se convierte en un código; este código se decodifica a través de un programa que se llama Layar”. Con un ejemplar de Las mujeres de la tormenta de Celia del Palacio y su teléfono celular, Ramírez demostró cómo, mediante esta tecnología, se podía acceder a más información sobre el libro como el booktrailer, una entrevista con la autora, detalles del libro, etc. “Ésta es la nueva forma de promoción de un libro el día de hoy”, concluyó.
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El autor de la idea de los Libropuertos Digitales es Edgar Lomelí, quien se define como lector duro y un curioso de la tecnología, elementos que combina en su trabajo como Editor de Comercialización y Marketing. Edgar comentó que partió del concepto de sinestesia, mediante la cual un autor puede hacerte escuchar, oler o mirar algo a través de la lectura.
Edgar llevó la idea a la Secretaría de Cultura del D.F. la cual finalmente la acogió y se seleccionó la línea 3 por el antecedente del programa ‘Para leer de boleto en el Metro’, que en su momento distribuyó casi un millón y medio de ejemplares. A diferencia de los títulos que comprendía ese programa –explicó Lomelí– los que ahora ofrece Santillana, aunque sólo sea un capítulo, son todos novedades editoriales.
En el montaje del Metro, detalló, hay títulos de distintos sellos editoriales de Santillana (Alfaguara, Alfaguara Juvenil, Punto de Lectura, Suma de Letras y Taurus), que ofrecen lecturas diversas bajo agrupamientos como: Historias y consejos para la vida diaria; Para los adultos que les gustan las grandes historias; Historias para jóvenes (de edad y de espíritu); Para los que quieren historias que atrapan; Para los que les gusta saber; y, Grandes historias en formato pequeño.
Entre los autores están los consagrados como Fuentes, Vargas Llosa, Saramago, Cortázar o Benedetti y Pérez Reverte, pero también se pueden encontrar obras de Gaby Vargas, Denisse Dresser, Laura Esquivel, Xavier Velasco, Rafael Tovar y de Teresa y muchos más.
Lomelí nos adelantó que próximamente, en los tableros de avisos de otras líneas del STC Metro, se colocarán pósters con las imágenes de los Libropuertos, desde donde también se podrán capturar los códigos QR para descargar contenidos.
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Por último, si usted no viaja en Metro pero posee un teléfono u otro dispositivo capaz de capturar códigos QR o Layar, siempre puede acercarse a una librería, buscar un título de su interés que tenga ese tipo de información cifrada y acceder a ella para probar un capítulo y algo más.