por Priscila Cruz
¿Sabía usted que cada vez menos niños juegan con libertad al aire libre?
¿Y que cada vez pasan más tiempo dentro de casa viendo televisión, jugando videojuegos o al cuidado de los hermanos?
El juego no es ninguna broma. Es una parte esencial del desarrollo del niño.
Es tan importante que es instintivo; como querer caminar.
Todos los animales juegan. Las hormigas, los delfines y los humanos.
Y entra más inteligentes, más juegan. Los delfines juegan más que las hormigas. Los seres humanos juegan más de los delfines.
Existe una amplia evidencia de la importancia del juego.
- Los niños que juegan más en preescolar tienen mejores calificaciones a lo largo del ciclo escolar.
- Los niños que juegan más, aprender a perseverar, a controlar la atención y a dominar las emociones.
- Una vida adulta feliz es propiciada principalmente por la salud emocional que tenemos en la infancia. A continuación, por el comportamiento social, y solamente después, por el desempeño académico.
- Jugar estimula el crecimiento de los nervios de la amígdala (emociones), promueve el desarrollo de la corteza prefrontal (cognición) y da madurez emocional y mejora la capacidad de decisión.
No es cuestión de juego; jugar tiene mucho más:
- Aumenta la conciencia de sí mismo, la autoestima y el autorrespeto;
- Mejora y mantiene la salud física y mental;
- Brinda la oportunidad de socializar con diferentes niños;
- Promueve la creatividad, la imaginación y la independencia;
- Construye resiliencia al abordar los riesgos y los desafíos y la necesidad de resolver problemas y hacer frente a lo nuevo;
- Ofrece la oportunidad de aprender a conocer el medio ambiente y la comunidad;
- Previene accidentes: cuanto más juego, menos me lastimo.
Y si usted, adulto, juega con ellos, gana también todo lo anterior.
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El artículo original puede leerse en: http://educacao.uol.com.br/colunas/priscila-cruz/2016/04/06/e-brincadeira-viu.htm. Traducción UnoiNews.