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Energía y calma: Descansos cerebrales y Prácticas de atención concentrada

por Dra.Lori Desautels Cuando se nos presentan nuevos materiales, estándares y temas complicados, necesitamos estar concentrados y en calma al abordar nuestras tareas. Para impactar de manera positiva nuestros estados emocionales y aprender, podemos usar los descansos cerebrales y las prácticas de atención concentrada. Ambas actividades reconcentran nuestros circuitos neuronales mediante prácticas, ya sean estimulantes […]

Autor: UNOi

Fecha: 13 de enero de 2016

por Dra.Lori Desautels

Cuando se nos presentan nuevos materiales, estándares y temas complicados, necesitamos estar concentrados y en calma al abordar nuestras tareas. Para impactar de manera positiva nuestros estados emocionales y aprender, podemos usar los descansos cerebrales y las prácticas de atención concentrada. Ambas actividades reconcentran nuestros circuitos neuronales mediante prácticas, ya sean estimulantes o calmantes, que generan un aumento de actividad en la corteza prefrontal, que es donde tiene lugar la resolución de problemas y el control emocional.

Descansos cerebrales

Un descanso cerebral es un breve periodo en el que modificamos la aburrida rutina de información entrante que llega a través de caminos predecibles, tediosos y bien tejidos. Nuestro cerebro está alambrado para la novedad, ya que ponemos atención a todos y cada uno de los estímulos en nuestro entorno que percibimos amenazadores o fuera de lo ordinario. Ésta ha sido siempre una ventaja maravillosa porque nuestra supervivencia como especie depende de este aspecto del desarrollo cerebral.

Cuando nos tomamos un descanso cerebral, se refresca nuestro pensamiento y nos ayuda a descubrir otra solución a un problema o ver una situación desde una óptica diferente. Considere probar lo siguiente con sus alumnos:

  1. Bolsa de chácharas

Siempre llevo conmigo una bolsa de objetos caseros que contiene marcadores, papel para notas y todo lo que uno encontraría en un cajón de chácharas –por ejemplo, un abrelatas o un par de agujetas. Saque un objeto de la bolsa y pida a los alumnos que imagine dos formas en las que el objeto podría reinventarse para otros usos. Las respuestas pueden ser escritas o dibujadas. Una vez escrita o dibujada la invención, los alumnos pueden circular por aula durante un minuto comparando y compartiendo.

  1. Historia garabateada

Dibuje una línea garabateada sobre una hoja blanca, pizarrón o tableta. Dé a los alumnos un minuto para que dibujen, con su mano contraria, para convertir la línea en una imagen o diseño de su elección.

  1. Lados opuestos

El movimiento es decisivo para el aprendizaje. Haga que sus alumnos se pongan de pie y guiñen el ojo derecho al tiempo que chasquean los dedos de su mano izquierda. También los alumnos pueden colocarse de frente entre sí y dar un golpe con el pie derecho, dos con el izquierdo y tres con el derecho, ganando velocidad al alternar el golpeteo con su pareja.

  1. Alfabeto simbólico

Reciten el alfabeto empleando nombres de objetos en lugar de las letras.

  1. Otros lenguajes

Enseñe el lenguaje de señas o invente un lenguaje hablado. En parejas, los alumnos alternan turnos hablando o interpretando por 30 segundos este nuevo lenguaje.

  1. Matemática mental

De un conjunto de tres instrucciones para contar en secuencia a una pareja por 30 segundos. Por ejemplo, contar de dos en dos hasta 20, luego de tres en tres hasta 50 y, por último de siete en siete hasta 80. Cambien de rol y dé al compañero un nuevo conjunto de números para contar.

  1. Imágenes invisibles

Haga que un estudiante dibuje en el aire mientras su compañero adivina qué es. Puede asignarles categorías como comida, lugares u otras formas para acotar la adivinanza.

  1. Iniciadores de cuentos

Un alumno o el maestro comienzan un cuento, ya sea en forma individual o con un compañero. Después, los demás completan la historia con un final absurdo.

Practicas de atención concentrada

Una práctica de atención concentrada es un ejercicio cerebral para calmar los miles de pensamientos que nos frustran y distraen cada día. Cuando la mente está en calma y concentrada, podemos estar presentes con un sonido, visión o sabor específicos. En forma repetida, las investigaciones muestran que calmar nuestras mentes enciende nuestro sistema nervioso parasimpático, reduciendo el ritmo cardiaco y la presión sanguínea al tiempo que mejora nuestras estrategias para hacer frente y manejar en forma efectiva los retos cotidianos que se nos presentan. Nuestros pensamientos mejoran y nuestras emociones comienzan a regularse de modo que podemos abordar una experiencia con opciones variables.

Para las siguientes prácticas, la meta es comenzar con un tiempo de 60 a 90 segundos y progresar hasta llegar a cinco minutos:

  1. Respiración

Use la respiración como punto de concentración. Haga que los alumnos pongan una mano cerca de la nariz (sin tocarla) y la otra sobre su vientre. Al aspirar, haga que sientan cómo su vientre se expande. Al exhalar, pueden sentir el aire tibio tocar su mano. Los alumnos se concentrarán en su respiración durante solo un minuto. Hágales saber que está bien si en ocasiones pensamientos no invitados acuden a la mente. Dígales que exhalen lejos ese pensamiento.

  1. Colores

Visualice colores mientras se concentra en la respiración. Inhale un verde profundo y exhale un gris ahumado. Haga que los alumnos imaginen los colores como en un remolino y con vida en cada inhalación. Si alguno está invirtiendo la intensidad desde un momento de enojo, el rojo es un buen color para exhalar.

  1. Movimiento

Para niños más pequeños, pídales que se pongan de pie y que, al inhalar, levanten un brazo o pierna y lo muevan, exhalándolo de regreso a su posición original. En los grados de los más chicos que inician estas prácticas de atención concentrada, es también bueno incluir una inhalación y exhalación con cualquier tipo de movimiento.

  1. Respiración profunda

Inhalamos contando hasta cuatro, retenemos otros cuatro y exhalamos lentamente durante cuatro más. Una vez que los alumnos descubren el ritmo del ejercicio, es posible aumentar la retención por unos pocos segundos más.

  1. Respiración energizante

Jadeamos como un perro con nuestra boca abierta y la lengua de fuera por 30 segundos, siguiendo otros 30 con la boca cerrada mientras tomamos cortas respiraciones con una mano en el vientre. Por lo regular tomamos tres respiraciones de jadeo energizante por segundo. Después de un minuto completo, los alumnos regresan a cuatro inhalaciones y exhalaciones normales profundas.

  1. Sonido

Utilizar sonido es una forma poderosa para conseguir una respuesta de calma. En las tres aulas donde enseño, usamos palos de lluvia, campanas, carrillones y música. Hay muchos sitios web que ofrecen música para concentración, relajación y visualización. Éste es uno de ellos.

  1. Arriba y abajo

Mientras la respiración entra y sale por nuestra nariz, podemos acostarnos en el suelo y colocar un objeto sobre el estómago, mejorando nuestra concentración al observar nuestro vientre subir y bajar.

Cuando nos concentramos y prestamos atención a nuestros pensamientos, sentimientos y elecciones, tenemos una oportunidad mucho mayor de cambiar aquellos pensamientos y sentimientos que no nos están siendo de utilidad en la vida y en la escuela. Cuando captamos esta conciencia, ¡vemos y sentimos la diferencia!

Y usted, ¿cómo estimula o calma a sus alumnos?

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El artículo original puede leerse aquí. Traducción: UnoiNews.