En septiembre de 2011 llegó al Lake Forest School el primer embarque de iPads de UNO Internacional y, sin mayor preámbulo, se distribuyó entre los alumnos de tercer grado que los abrieron entre una mezcla de sorpresa y emoción. Fabrizzio, que fue uno de los que más entusiasmo demostró por el arribo de las tabletas, expresó que le parecía ¡Súper!
A tres años de distancia, UnoNews volvió a encontrarse con Fabrizzio con motivo de la premiación del concurso de cuento que él mismo promovió en su colegio. De aquel primer contacto con la anhelada tableta recordó que “…estaba en el salón en una clase de inglés cuando de repente trajeron las iPads y estaba muy emocionado; me quedé boquiabierto y con una felicidad que no pude contener”.
Hoy, con 11 años y cursando el quinto grado a Fabrizzio el iPad le sigue pareciendo “¡Genial!”; es lo que más le gusta de UNOi. “Los Ipads –opina– le dan, por así decirlo, un toque de modernidad”. Expresa su agrado por la forma de aprender con el sistema que le parece muy bueno: “Tienen muchas actividades… si hacen algo, lo hacen divertido; le dan como un estilo a las cosas”.
Salvo por una cierta rebeldía que atribuye a su arribo a la adolescencia, Faber –como le llaman sus compañeros–, considera que no es muy distinto a cuando cursaba el tercer grado: “Soy igual de creativo”, asegura.
En la pluralidad del sistema de UNOi Fabrizzio encontró una forma de cauce para sus muchas inquietudes que abarcan tecnología, letras, música, dibujo y más: “Soy de todo: estoy, en la computadora; estoy escribiendo un libro; estoy haciendo una historieta; estoy jugando con los blogs, estoy tocando guitarra; estoy en todas partes”. Además juega futbol como portero y afirma que lo hace bien. Considera que su mejor materia es ciencias, porque incluye más de la tecnología.
Sobre su afición a la lectura que le motivó a proponer el concurso de cuento, comentó que le gustan los libros de aventura y comedia y le atraen también los de misterio. Entre muchos otros ha leído los de Harry Potter y El diario de Greg. Comenta que a algunos de sus compañeros el concurso les pareció exagerado, mientras que otros dijeron ‘yo sí le entro’.
En otra faceta, Fabrizzio dibuja historietas y tiene también una serie de dibujos animados con temas de aventuras y a veces valores. La intención, dice, es divertir a los que las leen, que por lo regular son sus amigos del salón.
Aunque es todavía muy temprano, Fabrizzio piensa que en su futuro se abren varias posibilidades, entre ellas ser un escritor o un dibujante. El tiempo lo dirá.
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