Por: Redacción UNOiNews/Jovel Álvarez
Ocho meses han pasado desde que se reanudaron en casa las cenas en las que la primera pregunta que le haces a tus hijos es: “¿tienes tarea para mañana?”.
¿Cuántas conversaciones en este tiempo giraron en torno a la escuela, los maestros, los compañeros, las tareas o los exámenes? Pues te tenemos buenas noticias: lograste llegar a las vacaciones.
Si hasta la semana pasada no hubo un día en que no estuvieras pendiente de los asuntos lectivos, es momento de “cambiar el chip”, y entrar en un modo de convivencia distinto.
Partamos de una premisa: la mejor manera de aprender en vacaciones es conviviendo en familia.
Hay miles de formas, algunas dentro y otras fuera de casa. Lo importante es darte un espacio para aprovechar el tiempo libre y para propiciar esos momentos que son los que permanecerán en la memoria de nuestros niños.
Ahora, es importante distinguir que del tiempo libre podemos echar mano para aprender juntos durante el periodo vacacional.
Una de las actividades por excelencia para aprender y disfrutar en familia es la visita a los museos. Los hay de todas las temáticas que podamos imaginar. Sin duda alguna de ellas suscitará interés en los niños y jóvenes.
La curiosidad es una herramienta que no tiene vacaciones, por eso cada lugar nuevo que puedas descubrir en familia te ayudará a fortalecer los lazos de confianza con tus hijos, y les dará tiempo de hablar de los temas que consideren importantes.
¿Por qué no considerar un poco de actividad física? De un simple paseo en bicicleta en el parque, o una caminata a las afueras de la ciudad, podrás extraer un aprendizaje significativo sobre la visión que tienen tus niños del mundo que los rodea.
Una plática a la hora de la comida, en la que los temas de la escuela, universidad o trabajo queden afuera, ayudará a la creación de un entorno de disfrute para la convivencia familiar. Es en estas charlas, nacidas espontáneamente al calor del momento, que podemos dar a nuestros niños lecciones de vida que los acompañarán por siempre.
Si es necesario que los niños refuercen algún conocimiento de índole académico durante las vacaciones, se pueden dejar espacios para repasar juntos la materia, sin embargo, es importante recordar que las vacaciones son para convivir en familia, así que no te niegues la oportunidad de acercarte a tus