- Reinventar la escuela, un imperativo en la sociedad actual.
por Carmen Campos.
Suaves y sonoros se grabaron los pasos de Elaine por la calle 16 de Ciudad Victoria, Tamaulipas; le llevaban al casino Victorense donde 300 invitados aguardaban. Sin prisa, sin pausa, recorrió del brazo de José de la Paz González, Coach académico del noreste del país, las cuadras que distaban entre el recinto y el estacionamiento donde se quedara mi auto. En el trayecto y con la confianza que se brinda a quien se conoce, hubo tiempo para conversar, como suelen hacerlo los amigos; reconocer el terreno que se pisa, hablar del próximo viaje a Brasil, comentar lo que resalta en el trabajo que los une, lo que no se entiende y lo que se comparte y entre todo, seguro hizo un espacio para ordenar en su mente las ideas que en breve presentaría a los padres de familia del Colegio Surval. Y eso que el trayecto apenas duró unos minutos, un instante en la inconmensurable vastedad del día, o del año o de un siglo, un instante breve en que, estoy segura, ambos obtuvieron productos esenciales. Él abrevando de una fuente inagotable, ella ciclando y agrandando la ebullición que la distingue y que por 72 años, ha sido venero de conocimiento provocado o involuntario. Porque sé de cierto que nadie que conozca a Elaine Gallagher, podrá decir que no le ha aprendido algo.
Desde qué arribara a tierras tamaulipecas Elaine dio muestra de alta vitalidad. ¿Qué tienen pensado hacer? nos preguntó antes de salir del aeropuerto y tras escuchar el plan trazado, sola formuló su respuesta –“Bueno ustedes saben, soy su esclava”- pronunció con el peculiar acento de su español aprendido tardíamente, aunque no por eso incomprensible.
Apenas comenzada la mañana, llegó al Colegio y en breve mostró la madera de que está hecha, y de la formación que ha desplegado entre escuelas, viajes, vidas cruzadas, crianza de dos hijos, lecturas, aviones, congresos, tardes de cine o de café con su amado esposo, charlas sempiternas, revisión de libros, envío de artículos, respuestas de correos o mensajes electrónicos, noches de duermevela, otra vez viajes y el aprendizaje y la enseñanza, que se han vuelto naturales cada día, en cada lugar, con cada gente…
¿Qué será lo más valioso que aportó Elaine en su visita a nuestro colegio y que sea útil en eso de reinventar la escuela?
Sin duda, el encuentro con los padres. En menos de 90 minutos, desplegó ante ellos las múltiples razones para cambiar la visión de la escuela, comenzando por entender las exigencias de un mundo globalizado: Bilingüismo, uso de las nuevas tecnologías y desarrollo cultural, poniendo acento en el sentido profundamente humano de la educación: -“Los padres están obligados a escuchar a sus hijos, a creer en ellos, a brindarles las mejores condiciones para que crezcan emocionalmente. Favorecer el juego, confiar en lo que son y alentar lo que desean ser. Aceptarlos incondicionalmente”- dijo a los presentes y recibió aplausos.
A los profesores les presentó una Master Class y nunca como ahora el término fue atinado. Modelo magistral sin duda desplegado en una hora; el tiempo justo para presentar a los alumnos la aplicación del modelo pedagógico bajo el que se organizan los contenidos de los programa en la propuesta del Sistema UNOi. Una hora, no más si queremos mantener la atención de los estudiantes de 6o de primaria. –“She made me feel confident. I do some of the things she did in the class she showed us. I am aware of how important it is the way we open the day, introduce the topic, work and talk to the students. I am satisfied and happy about having met her”–,expresó Mrs Karla al preguntarle cual había sido su mejor aprendizaje. Por su parte Mrs Cinthya Rodríguez se refirió a la clase diciendo: “I learned that always need to be active and creative, as much as I am like that, my students will be too. I need that to improve. Meeting her made me feel really happy cause she is a pretty nice person”.
No obstante lo anterior, que es muy bueno, Considero que lo mejor que pudo pasarnos, fue ver a Elaine Gallagher con los estudiantes de 3o de secundaria. Los peores o los mejores según ande la temperatura, la dirección del viento, la actitud de los maestros, la disponibilidad de internet en el colegio, hasta el avance de los trabajos en la calle ocho, han tenido que ver en el ánimo de los muchachos que la recibieron con curiosidad y la despidieron con un profundo respeto, el mismo que la indiscutible pedagoga logró en tan solo 20 minutos de encuentro. Mágico momento. Evadiendo el protocolo comenzó a hablar con ellos, logrando llevarlos de Saltillo a Maine, entre preguntas y respuestas de diversos temas. “Really You live in Saltillo? le dijo Paco, el más renuente en los últimos días a las clases de inglés, ¿How I can talk to my mother? She is sad every single day, preguntó Andrea. If you are from Maine, You would knows to Stephen King, le dijo Hugo. ¿What is your favorite music? preguntó Mariana y ella respondió cantando el tema de Consuelo Velázquez, –“Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez…” – No acabó de completar la estrofa cuando irrumpieron los aplausos generosos. Los tenía, la tuvieron y no querían que terminara. Tuvo para todos. Principalmente, les hizo notar la importancia de expresarse y si estudian en una escuela bilingüe, entonces debe ser en inglés, sin temor a equivocarse, porque el error, les dijo, es una de las mejores formas para aprender.
El lunes 13 estuvo full, aunque su visitar término hasta el día siguiente, cuando generosamente, compartió con Gloria, nuestra directora general, los más íntimos secretos de la práctica docente y del liderazgo directivo. Insumos que estoy segura comienzan ya a darnos frutos.
De Victoria se fue, a Brasil, a un congreso de docentes, invitada por Pablo Doberti y aunque no se tanto de lo que ahí ocurriera, segura estoy que la explosión de conocimientos y la provocación para seguir generando aprendizajes sigue haciendo efecto, principalmente brindando insumos para el gran cambio que requiere la nueva escuela.
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