Autor: UNOi

Fecha: 12 de noviembre de 2012

El valor de la libertad II

por Araceli Pastrana Quintana                         ¿Sabías que la libertad se aprende?   Uno de los mayores retos de la educación es enseñar a los estudiantes a […]

por Araceli Pastrana Quintana                        

¿Sabías que la libertad se aprende?  

Uno de los mayores retos de la educación es enseñar a los estudiantes a ser libres

En nuestro país, la libertad es una de las cuatro garantías individuales que nos otorga la constitución (igualdad, seguridad y propiedad son las otras tres). Sin embargo, el hacer efectiva esta garantía en el quehacer cotidiano, es responsabilidad individual que se aprende en la familia y se refuerza enla escuela. Asícomo aprendemos a comportarnos en una fiesta, en un teatro o en un salón de clases, aprendemos a ser libres.

Resulta paradójico que tengamos que aprender algo que, en teoría, somos desde el nacimiento, pero así es. Si observamos a la gente con la que convivimos, notaremos que hay muchas personas que no son libres, dependen de algo o de alguien.

Por ejemplo, hay quienes son esclavos del reloj, de sus malos hábitos o de sus vicios. Otros lo son de sus emociones, sus rencores, sus sueños frustrados, en fin, de mil ataduras que les impiden ejercer su libertad.

También nos encontramos con quienes dependen de la voluntad de otros; sean los padres, los novios, los amigos; estas personas recurren siempre a alguien en busca de aprobación, aunque la disfrazan de orientación o apoyo; son incapaces de tomar decisiones por sí solos, y de responsabilizarse de sus actos.

Esta dependencia de los objetos o de las personas no sería tan grave si no impidiera el desarrollo de la individualidad.

Quienes no tienen oportunidades para experimentar, para decidir, para hacer elecciones, para expresar sus ideas y sentimientos, sus gustos y preferencias, sus opiniones y anhelos, para reflexionar sobre las situaciones cotidianas, no tienen la oportunidad de conocerse a sí mismos y de hacerse responsables de sus acciones.

Quien no se conoce, tiene problemas para controlar su vida

Quien no se conoce, no tiene noción de sus cualidades y defectos por lo que no tendrá idea de a dónde ir, qué hacer, qué estudiar, en qué trabajar. No se planteará metas y le será muy difícil emplear sus recursos personales para lograr algo porque no sabe de lo que es capaz, pero nunca faltará un listo que sí identifique las cualidades del inseguro y se beneficie de ellas. Por ello, el conocimiento de uno mismo es fundamental para adquirir la libertad.

Se dice que una persona es libre en la medida en que se da cuenta de lo que necesita. Al emplear sus pensamientos y sentimientos para observarse, para analizar su forma de vida, el tipo de relaciones que establece y las emociones que siente, puede valorar si está en el camino que eligió, o no. Puede identificar lo que hay que mejorar, lo que es necesario aprender, lo que conviene afianzar, para así, con toda libertad, actuar. 

Claro que para actuar con libertad, se requiere un entrenamiento que vincule lo afectivo con lo intelectual, lo social con lo individual, lo escolar con lo extraescolar.

Para dar respuesta a esta necesidad, UNO desarrolló material didáctico que fortalece el desarrollo humano de los escolares al mismo tiempo que trabaja los contenidos académicos. Los ejercicios y actividades que realizan los educandos en la escuela primaria los inician en este proceso de desarrollo de la individualidad y autorregulación para ejercer su libertad.