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El cerebro necesita jugar

por Hulda y Tom La educación temprana es probablemente el nivel educativo más importante. Es el momento en la vida de los niños en el que empiezan a construir relaciones con sus pares y los cimientos de la persona en la cual se convertirán. Es también un momento vital para el desarrollo del cerebro. El […]

Autor: UNOi

Fecha: 26 de mayo de 2015

Foto: © belchonock/depositphotos.com

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por Hulda y Tom

La educación temprana es probablemente el nivel educativo más importante. Es el momento en la vida de los niños en el que empiezan a construir relaciones con sus pares y los cimientos de la persona en la cual se convertirán. Es también un momento vital para el desarrollo del cerebro.

El desarrollo de nuestra estructura cerebral se basa en dos factores principales: la experiencia modela las propiedades de muestras neuronas (plasticidad dependiente de la experiencia) y, existen distintas ventanas de tiempo que dan forma a la función cerebral durante el desarrollo temprano.

Esto significa que mientras los niños juegan también están organizando su forma de pensamiento y cómo adquieren información y la almacenan. Organizan la información con base en la estimulación sensorial asociada a ésta y no al contenido de la información. El cerebro construye entonces sistemas de conocimiento (redes neuronales), conectando la información relacionada y permitiendo a los niños recordar hechos, evaluar circunstancias y resolver problemas.

El cerebro está diseñado para formar memorias como una estrategia de sobrevivencia, de modo que pueda entender y predecir el resultado de una situación en potencia fatal. Cuando se ve amenazado, el cerebro cambia a un modo reactivo y trata la información como un recurso de corto plazo para la sobrevivencia. Pero cuando los niños están relajados y disfrutan del aprendizaje, el cerebro reflexionará sobre la información y ocurre una verdadera oportunidad para aprender.

Es por eso que batallamos con aprender cosas que nos aburren. El cerebro reacciona al aburrimiento del mismo modo que lo hace frente al estrés y la ansiedad y falla en su reflexión sobre la información y la almacena a largo plazo. Necesitamos involucrar a los niños en una variedad de estímulos sensoriales y ofrecerles oportunidades para explorar, imaginar y crear.

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El artículo original se puede leer en:  http://www.fafuplay.com/blog/the-brain-needs-to-play. Traducción: UnoNews.