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Especialistas afirman que invertir en la formación de los profesores es la mejor lección que podemos extraer de los cambios en Finlandia.
Fernando Kalena. PorVir. 14/04/15. Desde finales del mes pasado, cuando Finlandia anunció el rediseño de su sistema educativo, que antepone proyectos transversales a las materias, el debate sobre el espacio deben ocupar contenidos y las habilidades en la escuela primaria está en pleno apogeo. Para llevar esta discusión a la realidad brasileña, PorVir conversó con especialistas en educación para entender cuáles son las lecciones e inspiración que pueden extraerse a partir del cambio de Finlandia.
Un punto que enfatizó Marjo Kyllönen, ministra de educación de la ciudad de Helsinki, fue la preparación de los docentes para abordar el nuevo modelo (lea aquí la entrevista completa). Y no es una coincidencia que la necesidad de fortalecer la formación docente aparezca como consenso cuando se mira hacia Brasil.
«Si el maestro no sabe trabajar bien su materia, no va a conseguir hacerlo con las competencias transversales. Eso requiere una formación del profesorado que no tienen aquí», afirma la educadora Guiomar Namo de Mello, presidente del Consejo Estatal de Educación de São Paulo. «Por eso la propuesta de Finlandia no elimina las materias, dice que las habilidades deben ser vistas en cada materia de una manera diferente. Es ahí donde la cuestión de la competencia general se encuentra con la específica», señala.
La directora de Cadec (Consultores Asociados de Educación), Ana Cristina Canettieri, que viaja con frecuencia para conocer las mejores prácticas en los sistemas educativos del mundo, está de acuerdo en que Finlandia sólo puede realizar estos cambios porque tiene un cuerpo docente muy bien preparado, una formación inicial consistente y maestros que trabajan con mucha autonomía. «Los cambios suceden porque los profesores son muy valorados y tienen un amplio dominio de cómo enseñar y de cómo se aprende».
Según Guiomar, las competencias transversales deben desarrollarse en cada materia, respetando las especificidades de cada área de conocimiento. La educadora ilustra: «Al pensar, por ejemplo, en un proyecto que aborda la contaminación de un río y sus implicaciones, el objeto de estudio afecta a la ciudad, a la población y al alcalde. Incluye componentes químicos y está influenciado por un conjunto de factores del entorno, del medio ambiente físico. Este proyecto desarrollará contenidos de geografía, química, historia, ciencias políticas, todos con el objetivo de reducir la contaminación del río. Sólo que la solución en química se expresa de una manera y geografía de otro, mas todo resultada en una habilidad general, de resolución del problema». Para ella, los profesores especialistas deben tener un sólido conocimiento y habilidades en sus áreas para tener la confianza en trabajar de manera interdisciplinaria. «La materia, en este caso, es más importante que nunca», subraya la educadora.
Al mismo tiempo, señala que la realidad es multidisciplinaria. Para ella, estimular en los estudiantes las habilidades socioemocionales y desarrollar en ellos la capacidad de resolver problemas, no es un trabajo que se restrinja a una sola materia o un campo del conocimiento y es viable a través de la enseñanza basada en proyectos. «De eso se trata en Finlandia. Están poniendo los maestros a desarrollar un trabajo integrado, pensando en la posibilidad de que los alumnos constituyan una conjunto común de competencias».
Pero para esto, el profesor vuelve al punto de la necesidad de una formación docente inicial de calidad, pues así, además de que los educadores estarían más preparados para formar a sus estudiantes para el siglo XXI, no serían resistentes al cambio que los beneficiase. «Cuanto más se conoce la materia que se enseña, más se sabe de los límites y fronteras de la misma con la realidad», añade.
Paula Louzano, doctora en política educativa por la Universidad de Harvard, advierte que la existencia de un conjunto de materias no debe ser algo que paralice, que limite la correlación de contenido y acaree una educación de baja calidad. «Esto está más asociado a los métodos de enseanza orientados a memorizar fechas y conceptos, que a la existencia misma de la materias. Para integrar el contenido es necesario tener un conocimiento sólido de ellas y, en Brasil, aún tenemos dificultades en la enseñanza de los fundamentos de cada materia. El primer paso de un trabajo de colaboración, es garantizar el aprendizaje de los conceptos básicos», dice Louzano.
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El artículo original puede leerse en: http://porvir.org/porpensar/dominar-conteudo-e-base-para-ensinar-competencias/20150414. Traducción: UnoNews.