Todos los años, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos recuerda que cada día hay mujeres y niñas que sufren de violencia en sus vidas.
Las mujeres sufren maltrato en sus hogares, intimidación en la calle, acoso en internet. A escala mundial, una de cada tres mujeres sufrirá violencia sexual o física en algún momento de su vida.
La mayoría de veces, la violencia contra las mujeres es ejercida por un compañero sentimental.
Prácticamente en la mitad de casos de mujeres asesinadas en 2012, el agresor fue un compañero sentimental o un familiar. No es exagerado decir que la mayor amenaza para la vida de las mujeres son los hombres, y, a menudo, los hombres a los que quieren.
Por otra parte, sabemos que se puede acabar con la violencia contra las mujeres. En 1995, hace casi 20 años, 189 gobiernos se reunieron en Beijing. Allí aprobaron la Plataforma de Acción que definía estrategias clave para poner fin a la violencia contra las mujeres, lograran el empoderamiento de las mujeres, y alcanzaran la igualdad de género.
Esto supone contar con estrategias efectivas de prevención para abordar las principales causas de la desigualdad de género.
Esto supone contar con mejores servicios para las sobrevivientes de violencia. Debe haber líneas telefónicas de asistencia, refugios, consejo legal, acceso a la justicia, asesoramiento, protección policial y servicios sanitarios.
Esto supone contar con índices de denuncia más precisos, una mejor recopilación de datos y un análisis más riguroso sobre los factores de riesgo y prevalencia.
Esto supone ofrecer mayor asistencia a las organizaciones de mujeres, que a menudo se encuentran en la primera línea de ayuda.
Esto supone que haya más hombres y niños que alcen la voz contra la violencia, la denuncien y la detengan. Los dirigentes, incluidos los líderes religiosos y tradicionales, deben mostrar el camino.
ONU Mujeres ha lanzado la campaña mundial HeForShe para implicar a los hombres y los niños como defensores y agentes del cambio a favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Ahora necesitamos que los hombres que creen en la igualdad de género pasen a la acción.
Actualmente se está realizando un examen mundial sobre el progreso y las deficiencias en la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing. Los datos preliminares reflejan que muchos países han incorporado leyes para prohibir, penalizar y prevenir la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la aplicación y el cumplimiento de estas leyes no son adecuados. Los índices de denuncia de casos de violencia siguen siendo bajos y la impunidad de los agresores sigue siendo alta.
La asignación de recursos para servicios de calidad y estrategias efectivas de prevención es insuficiente.
El año que viene, tras alcanzar la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la comunidad internacional aprobará una nueva hoja de ruta para el desarrollo. Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas debe ocupar un lugar destacado en este nuevo marco.
Las promesas de hace 20 años siguen vigentes hoy en día. Juntas y juntos tenemos que hacer 2015 el año que marca el principio del fin de la desigualdad de género.
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Más información en: http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women