- Reinventar la Escuela. Día ciento siete. Vive Surval
por Carmen Campos
“En este año, mis expectativas han cambiado, porque ahora ya conozco a mis compañeros, ya son mis amigos. Tengo otras porque éstas ya las cumplí y sucedieron como lo deseaba…”. Así comienza Juliana Pimentel, alumna de 3º de secundaria, su reflexión respecto de lo que ha logrado con sus compañeros, y lo que desea que ocurra en el resto del ciclo escolar. “Para lo que falta del año, quiero sacar buenas calificaciones; graduarme y que mis papás estén orgullosos de mis logros; y bueno, estoy trabajando para que ocurra”. expresa enfática, quizá porque sabe que sólo sucede aquello que deseamos con firmeza y al clarificarlo, se convierte en centro de nuestras acciones.
Sirva esta la introducción para poner en contexto el tema de esta semana,”Deseo, expectativa o propósito”, que aunque son términos que tienen que ver entre sí, no son lo mismo, y vale aclararlo para todos.
Viene a cuento el tema ahora que logramos tomarle el ritmo al nuevo año, después de varias semanas en que nos vimos envueltos en los embates de un invierno pleno; rebosante de frío, con mañanas frescas y mediodías de soles pálidos que mucho favorecieron la entrega al abrazo de las sábanas.
Tomado el paso a los programas, como dije, fue inevitable la expresión de los deseos y los propósitos del año que comienza, aunque buscamos trascenderlos y logramos que los muchachos de secundaria, los convirtieran en expectativas, entendiendo que el término por sí mismo, nos puede aproximar más a lo que deseamos. Me explico: Se dice que la palabra expectativa proviene del latín exspect?tum, que se traduce como mirado o visto, y se refiere a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un determinado propósito. Ahí la diferencia. La expectativa supone el cumplimiento de aquello que deseamos y quizá sea esto lo que nos mueva a hacer cosas para logarlo. Como Juliana que algún día tuvo la expectativa de hacer amigos en su grupo y trabajó hasta lograrlo y ahora que los tiene, se ha fijado nuevas metas.
Por cierto, hicimos propicia la ocasión para preguntarle a ella y a sus compañeros si en el tema de Sistema UNOi, se habían cubierto las expectativas que se crearon hace dos años, este es el tercero que su generación vive con la plataforma, el ambiente digital y los ipads. Nos sorprendieron sus respuestas. Por ahora comparto la de July que es muy buena: ”En relación a Sistema UNO esperaba que las clases fueran más dinámicas, que trabajáramos menos en los libros y mucho más en el iPad; que los pudiéramos llevar a casa… Y se cumplieron: nos llevamos los iPads a casa y trabajamos más en ellos que en el cuadernillo. Ahora sólo espero que Sistema UNO siga en el colegio”.
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