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Contenidos curriculares y aprendizaje significativo: ¿se puede?

    Por: Antonio Moreno Paniagua ¡Claro que sí se puede! Siempre que me solicitan alguna reflexión en torno a la difícil tarea de conciliar el desarrollo de los contenidos curriculares con propuestas metodológicas relacionadas con aprendizaje significativo, viene a mi memoria una lejana experiencia. Hacia fines de la década de los ochenta participé en […]

Autor: UNOi

Fecha: 9 de agosto de 2011

 


 

Por: Antonio Moreno Paniagua

¡Claro que sí se puede!

Antonio Moreno

Antonio Moreno

Siempre que me solicitan alguna reflexión en torno a la difícil tarea de conciliar el desarrollo de los contenidos curriculares con propuestas metodológicas relacionadas con aprendizaje significativo, viene a mi memoria una lejana experiencia. Hacia fines de la década de los ochenta participé en un proyecto editorial dirigido a población adulta que cursaba estudios de primaria; consistía en adaptar libros de texto siguiendo parámetros definidos por un grupo de expertos pedagogos.

 

Cuando conocí los parámetros, empecé a dudar de la experiencia de tales pedagogos y de la certeza de tal formación académica. Los trabajos se limitaban a cambiar la conjugación verbal de las instrucciones: haz una lista de palabras…, recorta cinco imágenes… por: haga una lista de palabras…, recorte cinco imágenes… Nada más. Nada menos.

 

Revivo este recuerdo para explicitar una cuestión fundamental: en la creación de materiales didácticos, elaborar propuestas que propicien aprendizajes significativos representa un fuerte reto editorial.

 

Ahora bien, ¿cómo resolvemos este reto en los materiales que conforman al Sistema UNO? Comparto algunos comentarios:

 

  1. Evitamos la falsa disyuntiva entre contenidos curriculares y aprendizaje significativo. Estamos convencidos de lo oportuno de desarrollar tales contenidos a través de una propuesta que recoja las expectativas de alumnos y docentes, aproveche su experiencia y la use en la construcción de nuevos conocimientos.
  2. Los contenidos curriculares tampoco están aislados, ni deben estudiarse por separado de componentes como el desarrollo de habilidades y destrezas.
  3. Privilegiamos el estudio de temas transversales tanto por el gran abanico que ofrecen para incorporar conceptos clave dentro de la educación en valores, como por su potencial para integrar  los contenidos de las distintas asignaturas.
  4. Una  propuesta educativa que privilegie el aprendizaje significativo no sólo debe dar entrada a recursos de las tecnologías; debe también avanzar en el desarrollo de propuestas educativas que afinen el uso de estos recursos en la realidad cotidiana. En este sentido, creo importante avanzar en el perfil de red social que deben considerar los materiales didácticos.

 

Estos son ejemplos de acciones en aras de crear materiales que respondan a las expectativas de nuestros estudiantes. Si bien ya no damos entrada a contenidos que empiezan con definiciones conceptuales cerradas y únicas para que se memoricen, igual de cierto es que el desarrollo de todos los temas del currículum puede darse dentro del espectro de la inclusión, del debate, de la entrada de diversas voces y experiencias y, al final, con el influjo de la legítima seducción de alumnos y docentes en la medida en que requieren responder a las necesidades e inquietudes del mundo que nos ha tocado vivir. Bien lo dice nuestro amigo Antonio Navalón en su magnifica obra Paren el mundo, ¡que me quiero enterar! Paremos un poco, sólo un poco, para subir los temas y los métodos de interés para nuestros estudiantes. Por eso, desde el principio quise afirmar: ¡sí se puede!