Los humanos aprendemos a negociar muy pronto en la vida. ¡Cualquier padre puede decirte esto! A los dos años, los niños están negociando comer más vegetales en la cena si eso significa helado como postre. A la edad de tres, los niños han desarrollado un arsenal completo de tácticas de negociación.
Sus acercamientos para asegurar los mejores juguetes, el postre o dormirse más tarde no es solamente un juego de niños, ellos nos ofrecen recordatorios valiosos sobre las tácticas de negociaciones exitosas. Aquí, unos cuantos ejemplos:
Empezar ofreciendo apoyo. Mi esposo y yo hemos notado que antes de que nuestros hijos nos pidan algo fuera de nuestra rutina, ayudan en exceso en la casa. Nos apoyan proactivamente con cosas extra, y aunque normalmente presentimos que hay una intención oculta, aun así funciona a su favor.
En los negocios también, es más fácil decir que sí o querer trabajar con alguien que acaba de hacer algo bueno por ti.
Programar el acercamiento. Los niños son maestros al hacer esto, se esperan frecuentemente a que estés a la mitad de la preparación de la cena o que estés poniendo al bebé a dormir.
Los niños pequeños tienen todo resuelto. Evaluando lo que es su objetivo y programando su acercamiento para que sea más probable que digas que sí, es un movimiento inteligente ya sea que estés en casa o en tu negocio.
Tener un aliado acreditado. A mi hijo más chico le gusta tener el apoyo de su hermano mayor cuando negociamos. Si tiene un aliado es claro que se sentirá más poderoso y confidente. Es también bastante efectivo teniendo en cuenta que es una propuesta razonable.
En mi caso, encuentro bastante útil pre-visualizar las ideas y formar un grupo de defensores influenciables y confiables antes de acercarme al que toma las decisiones o socio potencial. Cuando me presentan una idea o solicitud y un grupo de gente cree que es una buena idea, es más difícil decir no.
Utilizar el encanto. El mérito es importante, por supuesto, pero el encanto y una conexión emocional dan mucho más. Los niños aprenden que es difícil para los padres decir que no cuando le agregan una sonrisa encantadora a su petición.
Los seres humanos somos emocionales. Las conexiones positivas personales importan. En los negocios, tener una buena relación fuera de la sala de conferencias con quienes estás llegando a un trato puede tener un impacto significativo.
Hablar con quien toma las decisiones. Uno de los recordatorios más importantes que los niños nos dan respecto a las negociaciones es asegurarte de hablar con el que toma las decisiones. Los niños saben quién dirá que sí y se irán por esa persona (si el que toma las decisiones dice que no, se irán con el segundo que las toma).
Es una pérdida de tiempo hablar con alguien que no es capaz de decir que sí. Asegúrate de hablar con las personas adecuadas; de otra manera, no habrá helado como postre.
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