La emisión del pasado sábado de Educación XXI estuvo dedicada a explorar la forma en que el cambio educativo está ocurriendo en las escuelas. Transmitido por W-Radio y conducido por Leonardo Kourchenko, el programa tuvo como invitados a Patricia Zorrilla y Alfredo Vota, dos directores de escuela que además son directivos en el sistema de UNO Internacional, que promueve un modelo nuevo de educación.
Ambos invitados coincidieron en que sí perciben cambios en los padres de familia. Patricia Zorrilla dijo que quizá no todos los que quisieran pero consideró que los colegios han contribuido a poner en sintonía a los los papás con el cambio educativo. Por su parte Fredy Vota subrayó la palabra participación en el sentido de que hoy el papá se interesa, está presente y participa, y es algo que la escuela debe aprovechar y a veces no sabe cómo.
A la pregunta de cómo se concreta el cambio educativo en la escuela, Patricia señaló que el cambio va a observarse en los roles del maestro y del alumno. El que el alumno deje de ser pasivo, receptor, repetitivo, memorístico es un indicador de que la escuela está cambiando. El maestro dejará de ser el protagonista y deberá enfrentar esquemas diferentes. Señales positivas son que el alumno hable, debata, dialogue, investigue, comunique; lo que se refleja en su toma de decisiones, en su liderazgo, en sus relaciones interpersonales y en sus competencias sociales.
Fredy comentó que lo que cambia básicamente es el paradigma desde dónde vemos al alumno: en la escuela tradicional el alumno es un vaso vacío al que hay que llenar, mientras que en nuestra mirada didáctica el aprendizaje se realiza a través de una construcción, que el alumno trae unas competencias para hacerla y hay que considerarlas para que el aprendizaje se produzca. Si se cimienta sólo en la memorización no hay un proceso crítico de reflexión. Hoy en día, la inteligencia se traduce como la capacidad de resolver problemas y eso la escuela tradicional no lo soluciona ni de cerca.
Respondiendo a qué pasa diferente en la escuela, Fredy dijo que lo primero es que el contexto determina el texto. Lo primero que tiene que hacer la escuela es un contexto distinto: el lugar del maestro, del alumno, el edificio, la lógica arquitectónica, la comunicación del maestro al alumno, la comunicación al padre tiene que ser diferente, la distribución del aula.
A lo anterior Patricia agregó que el tipo de tareas, el trabajo y el acompañamiento en casa va a ser totalmente distinto; los niños tienen que aprender a investigar. Observó que los papás están acostumbrados a medir lo que sucede en la escuela por cantidad (planas, libros, ejercicios). Los chicos que empiezan a entrar en una nueva dinámica se interesan por a ir más allá, buscan y encuentran conexión con otras cosas.
Fredy describió a la escuela tradicional como cientificista, elogicista y positivista. El problema dijo es que la ciencia mudó de modelo y la escuela no. Ahora, hemos descubierto cómo se aprende; lo que descubre la neurociencia es que siempre se pueden crear redes neuronales, siempre se puede aprender y la inteligencia se puede desarrollar.
Descartó que el cambio fuera una moda pasajera. Todos los procesos de cambio –dijo Fredy– implican ciertos temores pero volver atrás es como regresar a la edad media. La diferencia es que las modas son dictatoriales en su modelo y descartan lo anterior. Aquí, hay que recoger lo que está bien de la tradición y recordó que Sócrates fue el primero en emplear situaciones problemáticas para enseñar a sus maestros y consideraba el saber de sus alumnos.
Cuestionado sobre si había una tendencia a estandarizar, Vota que mencionó que hubo una crisis de paradigma en la década de los 70 que tuvo como resultado que las organizaciones rigidizaron el modo y el fin. Lo que hay que hacer es a la inversa rigidizar el fin y flexibilizar los medios.
Patricia llamó la atención sobre los modelos que no sólo no cuadran con la realidad sino que no generan ningún interés por ir más allá. Agregó que cada quién tiene sus propias cosas qué rescatar; laa metacognición es así, lo que para mi construye puede ser distinto de lo que otro requiere. A petición de Leonardo, describió la metacognición como el conjunto de técnicas, procesos, hábitos que un ser humano desarrolla para aprender a aprender y luego para aprender a enseñar.
Una recomendación de Fredy para las escuelas fue la de revisar sus propios rituales: ¿cuántas de esas cosas que hacemos en la escuela tienen un sentido para el chico y su aprendizaje? Adelantó que van a encontrar que muchas no lo tienen, por lo que hay que conferirles significado. Paty complementó diciendo que cuando hay una intención educativa detrás, se justifica.
Patricia recomendó a los papás que primero confíen, pues siempre en la escuela hay un experto con saber y una intención educativa. Les pidió que presionen el cambio si ven que lo que aquí se comentó no está ocurriendo. Las que ya están en este proceso de cambio tienen mucho hacia donde ir. Padres y maestros deben ayudar a que los niños aprendan a participar, a pensar, a asumir consecuencias, a tomar decisiones, a investigar.
Para terminar Fredy Vota propuso apegarnos a la idea de que se puede aprender siempre, creando nuevas redes neuronales y teniendo consciencia de lo que falta. Si uno recorre los caminos conocidos no está aprendiendo, no está abriendo nuevos canales neuronales. A los papás sugirió tener presente que están insertando al hijo en una comunidad, en una sociedad, porque seguir pensando de manera individual no le ayuda.
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