Todos los padres quieren que sus hijos a alcancen sus objetivos y encuentren la felicidad. Para hacer que crezcan y se desarrollen en un marco de rectitud moral y con claridad en sus metas, un grupo de psicólogos investigadores de la Universidad de Harvard recomienda:
Pasar un tiempo con sus hijos de manera regular es la base de todo. Hágales preguntas abiertas sobre ellos mismos, sobre el mundo y la forma en que lo ven y escuche con atención sus respuestas. No solo aprenderá todo tipo de cosas que hacen que su hijo sea único, sino que también podrá demostrarle cómo mostrar solicitud e interés hacia otros.
Si es importante, dígalo. Aunque la mayoría de los padres afirma que el hecho de que sus hijos sean atentos y dispuestos es una prioridad, es frecuente que los niños no escuchen ese mensaje. Asegúrese de decírselo y que sepa que es algo en lo que debe ser constante, lo mismo con sus compañeros como con sus maestros.
Muéstrele cómo resolver las cosas. Guíelo a través de un proceso de toma de decisiones que tome en cuenta a las personas que podrían resultar afectadas. Por ejemplo, si su hijo quiere abandonar el equipo deportivo, anímelo a identificar el origen del problema y a considerar su compromiso con el grupo. Luego ayúdelo a determinar si renunciar en verdad resuelve el pro0blema.
Haga de la gratitud una rutina. Hay estudios que muestran que quienes tienen el hábito de expresar gratitud son más propensos a ser serviciales, generosos, compasivos y dispuestos a perdonar y, también a ser felices y sanos. Así que conviene a los padres establecer una rutina de tareas en la que los hermanos se ayuden entre sí y den las gracias a lo largo del día. Cuando se trate de premiar el “buen comportamiento”, los investigadores recomiendan solo alabar los actos de bondad fuera de lo común.
Esté pendiente de las emociones destructivas. La ira, la vergüenza, la envidia y otros sentimientos negativos sepultan la buena disposición. Ayudar a los niños a nombrar y procesar esas emociones y guiarlos después a una segura resolución del conflicto, contribuirá en gran medida a mantenerlos concentrados en ser un individuo atento y dispuesto. También es importante establecer límites claros y razonables que ellos entenderán como surgidos del amor y la preocupación pos su seguridad.
Múestrele una visión más amplia. La mayoría de los niños son atentos y dispuestos dentro un pequeño círculo de familia y amigos. La idea es que se conduzcan igual con personas que están social, cultural o incluso geográficamente fuera de su círculo. Esto puede hacerse enseñándoles a ser buenos escuchas, invitándoles a ponerse en los zapatos de otros y, practicando la empatía con ejemplos didácticos a partir de las noticias o películas.
El estudio concluye con la frase siguiente: “Siempre ha sido una tarea difícil criar hijos atentos, dispuestos, respetuosos y éticos; pero es algo que todos podemos hacer. En última instancia, ninguna otra tarea es más gratificante”.
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Con información de http://www.upworthy.com/. Traducción UnoiNews.