Por Redacción UNOiNews/Mario Amaryit Luviano
Pretender que el alumno aprenda todo lo necesario sentado por horas dentro del
salón de clase, es algo que hoy en día resulta difícil de creer.
Clases como educación física, música y artes, son principalmente las que
mantienen a los niños activos, pero no deben ser las únicas. Las actividades
físicas pueden estar incluidas en muchas clases y materias.
Estamos en el siglo XXI, donde los métodos de enseñanza tradicional ya han
evolucionado y hay que hacer uso de la creatividad para tener clases más
dinámicas e incluso divertidas.
Mezclar juegos de psicomotricidad con temas de aprendizaje puede ser una
gran opción, ya que permite a los niños utilizar los dos hemisferios del cerebro.
Con el uso de movimientos, pasar objetos de un alumno a otro, bailes o hasta
canciones, el alumno podrá obtener un mejor resultado en el aprendizaje de
algún tema; incluso en Matemáticas o Historia que a veces son tediosas para los
niños, puede ser una excelente opción para tornarlas divertidas.
Hay que dejar en el pasado el “sólo dar información”, el maestro debe generar el
amor por el aprendizaje, hacer que el alumno se integre, comprenda, indague,
investigue, dude, cuestione e incluso aporte nuevas ideas a la clase.
El tiempo de cambio es ahora, hay que atreverse a innovar y evolucionar la
forma de enseñar. Es fundamental implementar la educación del mañana, desde
hoy.
Por: Redacción UNOiNews/Jovel Álvarez
Hubo un momento en que los padres confiaron ciegamente la formación de sus hijos a los maestros. En este periodo, la formación doméstica era absorbida por los niños como parte de la dinámica del hogar, pero nadie parecía tener consciencia de que lo verdaderamente valioso se aprendía en casa.
Afortunadamente, esto ha cambiado. No del todo, pero sería poco realista pensar que no se ha transitado sustancialmente a una educación que da un rol activo y preponderante a los padres de familia.
Ya no se trata sólo de transmitir valores (misión que sigue estando circunscrita al entorno familiar), sino de enseñar a los niños y niñas desde edades tempranas sus derechos como ciudadanos.
Son muchos los casos de niños que llegan a casa y le dicen a sus padres que de discutir frente a ellos o recibir algún castigo físico, llamarán a a la policía, porque en la escuela les dijeron que es su derecho.
¿Es posible que en pleno siglo XXI se siga dejando que los programas educativos transmitan a nuestros niños los derechos que nosotros debemos enseñarles?
Esta pregunta es muy amplia, pues son numerosos los derechos que los niños deben conocer para crecer en la consciencia de que su integridad vale en todos los ámbitos.
Desde temprana edad los niños deben saber que tienen derecho a que se proteja su vida, su supervivencia, su dignidad y a que se garantice su desarrollo integral. No pueden ser privados de la vida bajo ninguna circunstancia.
Tienen derecho a la identidad, a vivir en familia, a no ser discriminados, a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, a una vida libre de violencia y a la integridad personal, a la protección de la salud y a la seguridad social, a la educación, al descanso y esparcimiento.
Los niños con algún tipo de discapacidad deben saber que la inclusión es su derecho, y los padres deben enseñar a sus hijos a aceptar y convivir con las diferencias de quienes tienen capacidades especiales.
Todo menor tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura, a la libertad de expresión y de acceso a la información y a la participación. Y desde luego, debe sentir como prioritario el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.
Cada niño debe sentirse seguro en casa, sabiendo que es ahí donde nace el derecho a la intimidad, a la seguridad jurídica y al debido proceso.
Para enseñarles los deberes que tienen con la sociedad, con la familia o con los padres, habrá toda una vida. Es más, muchos progenitores son expertos en la enseñanza de los deberes. Sin embargo, si alguien va a empoderar a nuestros niños con los derechos, es mejor que seamos nosotros, desde casa, y aprendiendo todos la importancia de conocer las garantías que tenemos como ciudadanos del mundo.
Por: Redacción/UNOiNews/Mario Amaryit Luviano
En UNOi nos preocupamos siempre por la educación y el correcto aprendizaje,
por eso hoy hablaremos del poder de la palabra. Hay que tener en cuenta que
las palabras en ocasiones pueden herir y es por eso que hay que hacer buen
uso de ellas.
Muchas veces como padres y maestros nos enfrentamos a situaciones de
berrinches o malos comportamientos por parte de los chicos y sentimos la
necesidad de reprenderlos de inmediato, pero es nuestro deber corregirlos de la
manera adecuada, y antes de hacerlo, debemos estar conscientes de por qué se
suscitaron dichos comportamientos, analizar las razones y lograr una plática que
de pie al entendimiento.
De nada sirve aleccionar en base a ira o frustración, pues es justo eso con lo
que los niños están lidiando, recordemos que para poder hablar, hay que saber
escuchar, hay que estar conscientes de que todos tenemos un punto de vista
distinto y que cada quien ve los problemas de forma diferente.
En palabras de la Pedagoga Elena Roger Gamir “El problema no es el
comportamiento de nuestros hijos. El problema es que nosotros no gobernamos
ni nuestras emociones ni nuestro propio comportamiento” y es ahí donde está la
clave.
Para poder lograr la comunicación necesitamos aprender a controlar nuestras
emociones, establecer diálogos respetuosos que ayuden a despertar el
pensamiento crítico de los niños. Es de suma importancia fomentar en los hijos
esta cualidad, pues les permitirá entender, analizar y evaluar lo sucedido.
La palabras tienen un poder muy grande, permítanse buscar el diálogo con sus
hijos desde temprana edad y no empezar a hacerlo sólo cuando surja un
problema. La buena comunicación genera confianza y la confianza genera una
buena autoestima.
Nos dimos a la tarea de investigar algunas herramientas para enseñar a los
niños la importancia de la comunicación:
LOS SEIS CIEGOS Y EL ELEFANTE
Este cuento de Karen Backestein es muy útil para enseñar a los peques la
importancia de la buena comunicación. En él podrán aprender que cada quien
ve las cosas de una forma distinta, pero eso no es razón para que puedan llegar
a un entendimiento, también habla de la importancia de escuchar y no intentar
un diálogo bajo desesperación o frustración, pues la mejor forma de lograr una
óptima comunicación es en base al respeto, entendimiento y paciencia.
Aquí pueden disfrutar la lectura del cuento:
HABLAR Y SIGNAR
En muchas familias se presentan casos de niños con autismo u otros trastornos
de desarrollo o discapacidad intelectual en donde la comunicación es un tema
un poco más complicado, es por eso que les recomendamos esta App que
permite facilitar el aprendizaje de las funciones lingüísticas mediante el “Habla
Signada” y así desarrollar los usos sociales del lenguaje más allá de la expresión
de los deseos.
Sin duda, una aplicación muy completa y aquí la puedes encontrar aquí
RedacciónUNOiNews/Jovel Álvarez
Resulta bastante curioso que la palabra «maestro» tenga un total de 24 acepciones en el Diccionario de la Real Academia Española.
De estas, podemos destacar algunas relacionadas al oficio de transmitir conocimiento, como la número 4, que se refiere a una «persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo».
Basta avanzar un poco más en la página para encontrar otra acepción interesante: «persona que es práctica en una materia y la maneja con desenvoltura».
La docencia es, sin duda, uno de los oficios mas honorables que hay dentro de una sociedad. Todos debemos el hecho de poder leer estas líneas a un maestro quien hace ya bastantes años nos enseñó a leer y escribir. Puede sonar elemental, casi rupestre, pero es un parteaguas en la vida de todo niño o niña.
No obstante, los retos que hoy debe enfrentar un profesor, independientemente del nivel que imparta, van más allá de un programa educativo. La docencia hoy en día está íntimamente ligada a la formación de seres humanos, y existe una consciencia de ello en la que no se profundizó en el pasado.
Hemos transitado de creer firmemente que «la letra con sangre entra», a reconocer en la individualidad de cada niño, joven o adulto, un espacio en el que se debe trabajar con gran respeto y entrega.
Ciertamente, esto supone un esfuerzo mayor para el docente, pues no se debe incurrir en una enseñanza «en masa». Este esfuerzo extra constituye la mejor forma de demostrar la capacidad de un magisterio tan desprestigiado en los últimos años por los medios de comunicación.
Todo maestro debe preocuparse por dejar en la vida de sus alumnos una huella duradera, y es cada uno quien decide cómo es esa impronta que quiere legar. Hay quienes prefieren mantenerse a parte de las necesidades de sus alumnos y se limitan a impartir una clase solo para hacer los méritos mínimos para el cheque de la quincena.
Sin embargo, es momento de demostrar que son más los docentes que entienden la gran responsabilidad que tienen en sus manos.
Los grupos no son solo un rebaño de niños o jóvenes rebeldes. Hay que ir más allá. Se trata de pequeñas porciones del futuro de una sociedad que se ve urgida de un cambio de raíz, para que un día dé los frutos que esperamos.
Los profesores son quienes cuidan esa raíz y la hacen crecer. Se debe tomar esta consciencia y demostrar a quien lo dude, que el verdadero ejército de un país, deben ser sus maestros.
Jovel Álvarez/Redacción UNOiNews
Hace apenas unos días fue presentado por el presidente de la República, Enrique Peña
Nieto, y el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, un nuevo modelo educativo
que entrará en vigor a partir del 2018.
Este modelo plantea dejar atrás la pedagogía sustentada en la memorización, para que
los niños “aprendan a aprender” y desarrollen habilidades socioemocionales, entre
muchos otros objetivos.
Sin embargo, para los padres de familia esta propuesta representa un nuevo reto, pues
requiere pasar de un rol tradicionalmente pasivo a uno decididamente activo en la
formación académica de los niños.
Desde hace décadas los padres han sido requeridos por las escuelas únicamente para
recibir informes del rendimiento de sus hijos y para solicitar aportaciones económicas en
favor de la institución.
Los temas que abarca esta nueva propuesta educativa no pueden ser dejados al criterio
único del maestro. Se debe entrar en una comunicación directa con el docente, para que
el proceso que se lleve en la escuela pueda ser complementado en casa, y viceversa.
Estamos en el siglo XXI, con recursos tecnológicos a la mano de los que hay que sacar
provecho en el proceso de crecimiento integral de los niños y niñas.
Al entrar en las llamadas “habilidades socioemocionales” se busca llegar al espacio
personal de cada niño, a su conciencia, con el objetivo de que independientemente de su
condición social, se logre una integración a la sociedad adecuada, que los prepare para
los retos que enfrentarán a lo largo de su vida.
En este marco, los niños – que en los centros educativos enfrentan problemáticas que
deben ser tomadas con absoluta seriedad por parte de los padres – esperarán un apoyo
que nazca del seno del hogar para entrar en un modelo que resulta desconocido para
todos, y con retos a nivel tecnológico y lingüístico que deberán ser enfrentados en equipo.
Se deberá reconocer la individualidad de cada niño y sus peculiaridades a la hora de
aprender, para que el proceso de adaptación no resulte una pesadilla que cree una
enemistad entre el conocimiento y su mente en desarrollo.
Integración, comunicación y trabajo, son los tres valores que habrá que implementar para
que el nuevo modelo educativo dé buenos frutos para padres, docentes y alumnos por
igual. El primer paso que hay que dar es estar dispuestos a salir de la zona de confort.
Por: Sissi Cancino
Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando recuerdo el video, que se comparte en redes sociales, en el que un pequeño cae muerto en el patio de su escuela víctima de un infarto fulminante al corazón.
El alma me pende de un hilo cuando leo las estadísticas de consumo de drogas y alcohol en niños de cada vez más temprana edad en nuestro país.
Me enoja profundamente que en México el deporte no sea una política de estado y que millones de familias deban conformarse con que sus hijos “tomen” la clase de educación física una o dos veces por semana en el colegio.
A nosotros nos formaron, desde el mas absoluto amor -pero- pensando que barriga llena corazón contento. Si como padres no implementamos una rutina saludable en casa, corremos el riesgo de que también nuestros hijos sean parte de las estadísticas.
Hoy les comparto las razones por las que harán lo que esté en sus manos para inculcar en sus hijos el hábito de hacer ejercicio.
1. La práctica habitual de ejercicio físico moderado contribuye al mantenimiento de un buen estado general de salud y ayuda a estar bien y sentirse sano. Con su práctica habitual se entrena el corazón, el sistema respiratorio, el circulatorio, se fortalecen los huesos y se favorece el mantenimiento de un buen estado de ánimo.
2. De la mano de una buena alimentación, el ejercicio físico moderado ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad. Estos dramáticos datos pueden cambiar si reducimos el consumo de refrescos y comida chatarra e incluimos en nuestras rutinas de familia paseos caminando a buena velocidad -para empezar- los fines de semana.
3. El ejercicio físico nos ayuda a dormir mejor. Favorece la relajación de los músculos y ayuda a liberar el estrés que se acumula en la semana. Recuerden que en la escuela también se sufre de estrés, por la aceptación social, por las tareas, trabajos y exámenes (Pero ese es otro tema).
4. Los deportes en equipo fortalecen la herramientas de socialización. Ayudan a mejorar la autoestima de niños y adolescentes, les enseñan a compartir triunfos y derrotas y a trabajar en equipo.
5. ¡Es divertido! Es una alternativa de pasar el tiempo sanamente que aleja a los niños y jóvenes del sedentarismo, brindándoles bienestar, gracias a la liberación de endorfinas, que nos ayudan a sentirnos mejor y a vivir con más energía.
Una de mis conclusiones como mamá es que no basta con amar a tus hijos. Ocuparnos de su salud y bienestar es tarea fundamental y diaria, por ello debemos asegurarnos de ponerlos a hacer ejercicio. No importa cuál: futbol, gimnasia, taekwanDo, natación, atletismo, basket, parcour, bicicleta o paseos en el parque. La oferta es interminable, decidan juntos cuál se adapta mejor a los gustos y a las posibilidades de cada familia. Pero -por favor- ¡que se muevan!
Por: Sissi Cancino
Quiero comenzar por decir que sí, que evaluar es fundamental para saber donde estamos parados. Así como evaluamos nuestra salud para encontrar nuestras debilidades y tomar medidas para no enfermar, debemos evaluar los procesos de aprendizaje de los alumnos para aprovechar sus fortalezas y brindarles las mejores herramientas para su presente y futuro.
Esto no quiere decir que debemos vivir sometidos ante el terror que supone imaginar un número bajo en la boleta.
En UNO Internacional comprendimos hace años que la educación ha cambiado y emprendimos un camino para remediarlo. Parte de la riqueza de UNOi es que realiza evaluaciones diagnósticas y potenciales de aprendizaje.
Y si la educación ha cambiado la manera de evaluar también debe de cambiar, igual que nuestras percepciones sobre lo que significa un numero.
1. La magia de aprender está en el proceso mismo y cada vez menos en el numerito. Aunque venimos de una tradición educativa donde la calificación lo es todo, poco a poco hemos comenzando a entender que el aprendizaje no radica únicamente en lo que dice la boleta. ¿Por qué? Si bien la calificación de un examen puede reflejar un conocimiento, éste puede ser temporal (si el alumno se lo aprendió para el examen) y no garantiza que lo pueda poner en practica en un futuro cercano o lejano.
2. La educación no mejora a base de exámenes que ponen a prueba la memoria de los estudiantes. Esos exámenes memorísticos –hoy en día- son obsoletos.
Cada dos años lo comprobamos. En México el sistema educativo tradicional encamina a los alumnos a que sigan aprendiendo de manera memorística. Por ello es que nuestro país sale en el último de los lugares de pruebas como PISA en la que se demuestra que los alumnos de 15 años que son evaluados no son capaces de demostrar qué tanto pueden hacer con lo que saben.
3.- La clave del aprendizaje es que sea significativo, que confluya con las emociones, que los niños conecten que logren inspirarse para poner en practica lo que aprenden.
En pleno siglo XXI los sistemas abandonan gradualmente la evaluación exclusiva del conocimiento para ir a una evaluación diagnostica integral. Es decir, emocional, resolutiva, de indagación, experimentación y puesta en práctica de evidencias.
4.- La inteligencia, la capacidad y el valor de un estudiante no se puede medir su habilidad para aprobar exámenes. Padres y escuelas debemos trabajar codo a codo para reforzar las iniciativas que le dan rumbo al cambio educativo. Los colegios no pueden seguir preparando a sus alumnos para pasar exámenes, sino para resolver problemas y para desenvolverse en la vida. Sólo así -un estudiante- podrá poner a prueba sus competencias, sus habilidades y entonces lograr un mejor desempeño en la vida.
Un mensaje para papás y mamás: si a su hijo le gusta ir a la escuela, observas que resuelve problemas, que puede hacer las tareas y te cuenta lo que aprende en clase, son todas señales de que sus maestros están haciendo su trabajo. Y él también.
Por Sissi Cancino
Leer no sólo es maravilloso, además fortalece el proceso de aprendizaje y ayuda a la salud, entre otras cosas.
Ahora bien, leer desde pequeñitos es aún mejor para la formación integral y el desempeño escolar de nuestros hijos
La lectura a temprana edad tiene un impacto positivo en los niños, en sus capacidades congnitivas, lingüísticas y emocionales.
Estoy convencida de que los niños no aprenden a leer por decreto. El amor a la lectura es fruto del ejemplo. El amor a los libros no surge sin libros alrededor.
Si quieres que tu hijo lea, te recomiendo que seas tú su fuente de inspiración y ejemplo, que leas con él, para él, frente a él y en familia.
Que la lectura sea motivo de reunión, de diversión, que se asocie con un momento de felicidad.
Y entonces ya estarás logrando buena parte del objetivo.
Los niños que entran en contacto con los libros desde pequeños ¡No sólo aman leer! Además desarrollan las competencias básicas para el lenguaje que -claramente- se fortalecen a través de la lectura y eso los prepara -poco a poco- para otros ámbitos escolares:
Hoy -padres de familia UNOi- les compartimos algunos de los beneficios de la lectura en el ámbito cognitivo de los estudiantes:
- Leer amplía su vocabulario y desarrolla la comprensión lectora
- Leer desarrolla la curiosidad, el misterio de la trama los motiva a cuestionar
- Leer los lleva a otros mundos, a otras culturas, ofrece aprendizaje significativo
- Leer amplía la capacidad de atención de los niños en un mundo que es cada vez más inmediato
- El principio, climax y final de las historias promueve el pensamiento secuencial de nuestro cerebro. Enlaza causa, efecto y significado
- Leer ofrece ejemplos que promueven la resolución de problemas
Leer también tiene increíbles beneficios en el ámbito socioemocional.
La lectura permite experimentar nuevas emociones a través de personajes
- Promueve empatía, reconocimiento y aceptación de emociones y sentimientos
- Leer en familia estrecha el vínculo entre los miembros
Por si esto nos parece poco, hay estudios neurológicos que afirman que leer activa todas las áreas del cerebro lo que lo mantienen en forma. Y -al igual que el ajedrez y los crucigramas- leer estimula la actividad mental lo cual ayuda a que nuestra mente aguante con salud durante décadas.
Lo que es un hecho es no vamos a lograr que nuestros hijos lean por decreto, ya lo decía. Nada promueve la lectura en un hijo como ver a sus padres interactuando con los libros, leyéndoles en voz alta, leyendo en silencio, leyendo en general. Leyendo, leyendo, leyendo…
Si quieren saber qué tipo de libro se recomienda para cada edad, les compartimos la Guía de lectura IbbY que pueden consultar en esta liga: http://www.ibbymexico.org.mx/pages/guia-de-libros-recomendados
Como maestros y padres de familia sabemos lo importante que es abordar los problemas de nuestro tiempo en la e escuela. Y hacerlo de forma cercana a la realidad implica que el aprendizaje sea significativo y que, con él, podamos tener un impacto en nuestra comunidad.
Los problemas que en la actualidad afectan al medio ambiente son cada vez más graves y es
necesario adoptar estrategias que inicien desde la edad escolar.
Como adultos, debemos inculcar en nuestros hijos la necesidad de cuidar y respetar el planeta desde que son muy pequeños.
En UNOiNews hemos presentado notas y entrevistas que fortalecen la hipótesis de que los hijos no harán lo que les digamos que hagan, sino lo que nos vean hacer. Que nuestros hijos son muy buenos para seguir nuestro ejemplo, así que -como padres- Es necesario inculcarles hábitos positivos que ayuden a cuidar al planeta:
- El correcto uso del agua. Utilizar el agua con moderación. Recolectar el agua fría que sale cuando abrimos la regadera. Regar de noche nuestras plantas.
- El manejo de la basura. Poner la basura en su lugar y separarla en orgánica e inorgánica. Quizá hacer una composta con material orgánico que nos sirva como abono.
- Cuidado de la naturaleza. Respetar las plantas, los árboles y los animales. Poner un huerto en casa o sembrar un arbolito y -por supuesto- que ellos tomen responsabilidad en su cuidado.
- Reciclar y reutilizar. Y además podemos impulsar su imaginación.
- Ahorro de luz. Apagar la luz y los aparatos eléctricos cuando no se usan. Utilizar focos ahorradores. Hablarles de las energías alternativas. Si ellos nos ven ocupados por el cuidado del medio ambiente, crecerán teniendo mayor cuidado por el planeta.
Que en familia y en comunidad nuestro afán por cuidar el medio ambiente tampoco debiera tenerlos.