Opinión UNOi - UNOi Internacional - Page 6
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Pablo Doberti - PSurf 2

El talento –que Pablo Doberti considera que no se estimula adecuadamente en la escuela–, debe constituirse a partir de desafíos personales de los propios alumnos; desafíos permanentes y no efímeros a los que la escuela debe contribuir a forjar.

Foco, esfuerzo, frustración compromiso perseverancia y logro son algunos de los elementos a considerar en los desafíos que Doberti, por otro lado, señala que no deben confundirse con resultados.

Apunta también el autor que es válido cambiar de desafío siempre y cuando haya habido un trecho recorrido pues existe un sentido importante en el proceso mismo.

La columna puede leerse en: http://pijamasurf.com/2014/12/el-inversor-show-de-talento/

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wm Surval - Dulce noviembre  09 wgp

por Carmen Campos.

Fenece noviembre entre fríos y resolanas. Es otoño todavía. Mullidas alfombras amarillas contienen los pasos de los niños, que en estos días se han encontrado con lo más profundo de su SER y desde ahí, agradecen a la vida y se reconocen en el rostro de los iguales, dirimen diferencias y encuentran más y mejores formas para volverse amigos.

Como ferrocarril en pendiente el penúltimo de los hermanos se desgajó del calendario, avivando en la conciencia el aroma a caña dulce; el bullicio de la fiesta, el anhelo del descanso necesario. Se va y se fue y nos deja, sí el recuerdo, pero más que eso, la evidencia de un periodo productivo, que en el devenir de la historia del Colegio, ratifica los afanes de cambio, propuestos para el ciclo en que Surval cumple tres años con Sistema UNOi. Tres años de Reinventarse desde sus entrañas.

Bordeamos tres vueltas con un Sistema pedagógico que ha cambiado, mejorándola, la forma de enseñar y de aprender. Un sistema que revolucionó la escuela impactando todos sus ámbitos. Nadie que haya trabajado con nosotros en estos últimos años, puede decir que es el mismo o que hace lo que le corresponde, de la misma manera que entonces. Muchos procesos, enfoques y productos también han cambiado con la incorporación de un modelo didáctico centrado en la persona y su desarrollo integral; verdaderamente integral. No es sólo la tecnología. iPads, ambientes digitales y plataforma, sin duda facilitan la enseñanza de los profesores y su propio aprendizaje y el de sus estudiantes; hasta los padres de familia  tienen una visión distinta, respecto de la formación de sus hijos con acceso a una plataforma que provee de información constante y actual. No, la tecnología es solo una parte en el sistema y por sobre ésta, Surval valida la enorme oportunidad que ha tenido para fortalecer su modelo de enseñanza, forjado hace más de tres décadas.  También centrado en la persona, también precursor de una formación integral e integradora.

wm Surval - Dulce noviembre  06 wg

¿Qué ocurrió en noviembre que me lleva a efectuar un recuento de los hechos?

Comenzamos el mes cerrando el aniversario del Colegio, con un Canto a la Vida y la celebración de “Halloween” y la fiesta del Día de Muertos, esta última, emblemática para la Comunidad. Redujimos en noviembre el índice de conflictos entre iguales, promoviendo el diálogo y la reflexión respecto de lo que somos y como nos relacionamos. Rompimos la meta establecida en la Campaña “Donativo por chocolate”, en apoyo a Voluntad contra el Cáncer A.C. Refrescamos el modelo de celebración de la revolución mexicana, poniendo a dialogar a los personajes. Como casi siempre sucede, se caracterizaron a los implicados y en la inocencia de los niños, todos resultaron buenos. Conocimos y revisamos los resultados de Lexium y nos dimos de alta en la nueva plataforma de formación docente que vendrá a fortalecer el trabajo de Coaching que seguimos realizando con José González. Nos decidimos a limpiar la escuela y a cuidarla, convencidos de que al hacerlo, cuidamos nuestro planeta. Acompañamos a las monarcas que hicieron alto en el Colegio, para descansar de su larga travesía. Una fortuna tenerlas y cuidarlas, dijeron Fátima y Federico cuando llegaron a mostrarme una aterida de frío.

En la última semana impulsamos la celebración anglosajona del “Thansksgiving”, encontrando en su esencia, la mejor oportunidad para agradecer, lo que la vida nos brinda, casi siempre con creces. Pavos por aquí, pavos por allá, aunque lo más importante fue el cambio en cada uno, producto de expresar lo que duele; de agradecer lo que somos y tenemos, de acordar nuevas formas de relación. Todo, subrayado, quisiera decir con el vino y el pan, pero sólo hubo pan y quesadillas, y aguas frescas y ensaladas y pastel de carne que preparó la secundaria con el Chef Mike Tovar, orgulloso ex alumno. Hemos tenido un trabajo abundante y experiencias generosas que en forma transversal o desde los propios programas, cuyos contenidos son mero pretexto, nos llevarán a significar aprendizajes. Ahora sabemos cómo hacerlo, porque la estructura de trabajo de Sistema UNOi está organizada para proveer las herramientas que detonen nuevos aprendizajes, sin duda para Reinventar la Escuela.

wm Surval - Dulce noviembre  00 Coll

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Pablo Doberti - PSurf 2

 

Esta su columna de esta semana, Pablo Doberti se pronuncia por establecer una diferencia entre información, conocimiento y sabiduría, y liga más adelante estos conceptos con las exigencias de la prueba ENEM, que se aplica en Brasil al término de la educación media y constituye la puerta de entrada a las aspiraciones universitarias.

Doberti objeta el modelo de la prueba desde su preparación y su aplicación hasta sus resultados. “No es lo mismo saber que estar informados”, asegura. Pero esto parece no importar mucho en un sistema educativo al que califica de enfermo.

El artículo puede leerse en: http://pijamasurf.com/2014/11/el-inversor-conceptos-mas-claros/

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PDoberti Huffington Post

 

En esta columna publicada en El Huffington Post, Pablo Doberti reflexiona desde dos ángulos sobre la programación. El primero sobre los aportes que brinda al educando, no precisamente para que se dedique a programar como medio de vida, sino sobre lo que a ésta pueden beneficiar los procesos intelectuales derivados de la materia.

En la segunda perspectiva, Doberti se refiere al sistema educativo como una maquinaria para programar alumnos como productos equiparables a robots.

El texto completo puede leerse en: http://www.huffingtonpost.es/pablo-doberti/programacion_b_6171166.html?utm_hp_ref=tw

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Foto: © eltoro69/depositphotos.com

Foto: © eltoro69/depositphotos.com

por Dionisia Pappatheodorou

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. 
Un esfuerzo total es una victoria completa.

Mahatma Gandhi

El medio en el que vivimos ejerce una gran influencia en nuestras costumbres y en nuestras formas de vida, y a diferencia de otros países, el sistema capitalista en el que vivimos promueve fuertemente la iniciativa individual, valorando el individualismo y colocándolo por encima del trabajo colectivo y la iniciativa grupal.

En este contexto, no resulta difícil deducir por qué tendemos más a competir con los demás que a encontrar la forma de unir esfuerzos para conseguir logros grupales que nos beneficien a todos.

Por razones obvias, como individuos somos sumamente competitivos, actuamos con base en comparaciones y al hacerlo, surge la necesidad de estar por encima del resto y hacemos lo que sea para tratar de conseguirlo, a veces inclusive en formas poco éticas. Esto tiene un origen cultural, resultado de nuestras formas de interpretar la realidad, pero no por ello resulta inamovible.

Los conceptos van evolucionando con la historia, y si expandimos el significado que de ellos tenemos, resulta también posible modificar nuestro enfoque y nuestra manera de proceder. Con base en esta idea, intentaré ampliar y profundizar entonces en el concepto de competencia.

De acuerdo con la Dra. Laura Frade, experta en educación, el término competencia tiene dos acepciones. La primera, la más antigua y la que más comúnmente empleamos, proviene del griego «agon, agonistes» que significa compites, y se relaciona con las competencias olímpicas, cuya finalidad es enfrentarse y rivalizar con otros para definir al mejor. La segunda, surge en el ámbito jurídico y proviene del latín «competere»: te compete, es de tu competencia; define lo que le corresponde cuidar, hacer y respetar a cada quien, implica responsabilidad.

Más recientemente, en 1960, el lingüista Noam Chomsky utiliza este término para aludir a la capacidad innata que poseemos los seres humanos para crear, emplear y transformar el lenguaje de manera permanente. A partir de entonces, el término se generaliza y aplica para definir la capacidad para hacer algo.

En la actualidad, el término ha sido adoptado y es ampliamente utilizado en educación para referirse a metas específicas de aprendizaje y de desempeño. Las competencias educativas o competencias de aprendizaje definen concretamente lo que deseamos aprender y saber hacer al finalizar un curso; involucran los conocimientos o comprensión de la información relacionada con la meta en cuestión, el desarrollo de habilidades y destrezas requeridas para su aplicación práctica, y valores que se traducen en la disposición y actitud necesarias para llevarlo a cabo.

La competencia en el sentido de competitividad, implica que realicemos comparaciones de manera externa, respecto de las destrezas, bienes o el potencial de otras personas en relación con el nuestro.

Desde este enfoque, siempre habrá un ganador… y también un perdedor; lo cual, en sí, puede ser positivo, siempre y cuando sepamos asumir la posición de perdedores cuando nos corresponda y podamos sacar ventaja de ella. Darnos cuenta de los aspectos en lo que podemos mejorar, nos permite plantearnos nuevas metas de desarrollo personal y trabajar para conseguirlas; lo cual nos lleva directamente a la segunda definición, que alude al enfoque educativo. Sin importar las circunstancias, siempre habrá algo en lo que podamos mejorar y también algo que podamos hacer al respecto.

Estas son oportunidades de crecimiento y nos ayudan a movernos en dirección ascendente hasta lograr mayor competencia en las áreas que nos resulten importantes o trascendentales en nuestra vida. Constituyen siempre una cuestión personal.

La comparación con otros nos ofrece parámetros, puntos de referencia o modelos por los que podemos optar para acortar distancias. Sin embargo, somos individuos, únicos y diferentes de los demás, y por ello, lo más sano, a mi juicio, será siempre enfocarnos hacia nuestro interior, competir contra nosotros mismos, buscando ser cada día más competentes de lo que ahora somos, en lo que a cada quien le resulte útil y valioso.

Esto nos permitirá darle un significado distinto y un valor a las competencias de los demás, potenciar nuestras diferencias y capitalizar en ellas para hacer equipo y unir esfuerzos a fin de conseguir éxitos más contundentes, como grupo y como sociedad.

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Pablo Doberti - PSurf 2

El pasado fin de semana, se aplicó en Brasil el Examen Nacional de Enseñanza Media (ENEM) a una cifra récord de 8.5 millones de alumnos. La prueba tiene por objeto evaluar la calidad de ese nivel educativo y tiene además un peso importante para acceder a las universidades públicas brasileñas.

Una parte de esa prueba consiste en redactar un texto y, la entrevista realizada a la alumna que el año anterior obtuvo la mejor puntuación en la redacción da pie a Pablo Doberti para que en su columna de esta semana cuestione tanto el proceder de la muchacha –quien declara que ofrece consejo gratuito sobre la materia a los sustentantes–, como al sistema escolar que se conforma con textos “políticamente correctos” sin importar si corresponden o no al pensamiento del redactor.

La entrevista aún le deparaba otra sorpresa a Doberti.

La columna puede leerse en: http://pijamasurf.com/2014/11/el-inversor-una-buena-redaccion/

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Pablo Doberti - PSurf 2

¿Corresponde lo educativo con el modelo de educación que tenemos? ¿Está todo inventado en la escuela? Pablo Doberti, en su columna de esta semana enumera una serie de conceptos que deberían formar parte del modelo pero que de alguna manera no terminan de encajar.

Creatividad, estética, argumentación –por mencionar sólo algunos–, son conceptos que parecería que la escuela actual excluye en una actitud defensiva, incompatible con el díalogo para la construcción de la nueva escuela.

El texto puede leerse en: http://pijamasurf.com/2014/10/el-inversor-incompatibilidades/

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Pablo Doberti - entrevista

La semana pasada estuvo en México el director de UNO Internacional, Pablo Doberti; su décima visita en diez meses, en lo que él describe esencialmente en dos puntos: “llevar y traer… poner en sintonía a los equipos de Brasil y México y, mantener el contacto con los colegios”.

Luego de dos días intensos en que Doberti sostuvo reuniones con directivos de UNOi y visitó dos escuelas, una en Zamora, Michoacán, donde corroboró una implementación exitosa del sistema y otra en el Distrito Federal, donde condujo una asamblea con 350 alumnos para decidir su cultura ecológica, UnoNews pudo conversar con él en el aeropuerto, antes de su retorno a Sao Paulo, sobre el escenario actual de UNOi y sus perspectivas inmediatas. Compartimos aquí la entrevista:

UnoNews: ¿Dónde está UNOi en este momento?

Pablo Doberti: Después de cuatro años de trabajo, hoy tenemos dos operaciones –por darle un nombre–, bastante acertadas; una en Brasil y una en México: ambas nos muestran algunas cosas que nos han permitido aprender bastante. Una es que avanzan las relaciones al interior de las escuelas, avanzan las relaciones entre las escuelas, y avanzan las relaciones entre las escuelas de los países. Por lo tanto, estamos verificando un modelo muy ambicioso, que era crear la red inteligente y solidaria para enfrentar los desafíos conceptuales y operativos de hacer una educación distinta, nueva, que enfrente los problemas o los desafíos, decíamos hace un momento, y creo que está bien dicho. Esas hipótesis se han verificado: hoy tenemos muchos maestros, muchos directivos, muchas instituciones que se sienten cómodos con la decisión de estar integrando esa red. Se han demostrado niveles de lealtad de las escuelas. En México, el año pasado han terminado contrato la primera generación de escuelas UNO Internacional y han renovado sus votos por la red y por el trabajo con UNO más del 80 por ciento de las escuelas. Por tanto demuestra que vale la pena… es un momento en donde se revisa la decisión, se confirma la decisión de manera bastante importante. Desde ese punto de vista yo creo que tenemos que estar satisfechos y estamos satisfechos, tanto nosotros como las escuelas.

UN: ¿Qué ha ocurrido en este periodo?

PD: Desde el punto de vista de la experiencia dentro del aula, la experiencia dentro de la institución, yo creo que tres años, o dos, o uno, dependiendo de cada escuela –tres, en los casos que más–, las experiencias aún muestran que en tres años se pueden lograr algunas cosas y otras no. ¿Qué cosas se logran y cuáles no? Yo diría que la implantación digital; la vida razonable digital y la posibilidad de ser más ambiciosos digitalmente –en actitud– y creer que podemos, tanto las escuelas como nosotros, eso se ha logrado en tres años y es suficiente, en algunos casos en dos. Madura la vida digital dentro de las instituciones; madura bien. Madura la vida digital dentro de UNO, que ha mejorado su propuesta, que ha desarrollado más contenidos; hemos estabilizado la relación con Apple; hemos crecido en la relación con Apple; hemos ratificado la apuesta en el IPad; en fin, una serie de cosas que muestran que eso va.

Creo que el inglés en Brasil, que es otro grande desafío, no tanto en México porque está más maduro, pero Brasil va avanzando bien; UNO Internacional es la primera propuesta serie y orgánica y agresiva –digámoslo así- de volver a la escuela brasileña razonablemente bilingüe; es decir, que asuma la responsabilidad de enseñar inglés para sus alumnos de manera orgánica.

El proceso que llamamos de formación, de construir una red de coaches tanto en Brasil como en Méxicox, dejar esa red homogénea, convertirla en más o menos homogénea; rutinas de visitas a la escuelas quedan armadas; que las escuelas crean que vamos a ser sistemáticos y constantes. Eso se ha hecho bastante bien; no hay una sola escuela de la red que crea que la vamos a abandonar; y, el coach ha tenido una rutina, sabe a lo que va, aprendió ahí, aprendió a ir a las instituciones a conocer las instituciones. Después hay mucho por hacer,  pero hemos avanzado mucho también. Y, en ese sentido, la experiencia de esta mañana en el Simón Bolívar del Pedregal fue una muestra de ello; hay una coach trabajando, un proceso que avanza, que madura; que la escuela comienza a tomar riesgos que antes no tomaba, sintiéndose respaldada por UNO; como hacer una asamblea para 350 alumnos, en la que UNO tuvo un papel muy importante.

En cuanto al proceso de evaluación –el otro plano de actuación–, hemos tenido un diseño original bueno, aunque aún le falta evolucionar en cuanto a la relación de las evaluaciones con el trabajo del día a día, con la propuesta de los materiales que todavía no es suficientemente imbricada, falta ahí costuramiento, integración, sistematización. Pero, en fin, yo creo que la propuesta está bien, que la maduración está bien.

UN: ¿Cuáles son las expectativas?

PD: En Brasil este año estamos creciendo mucho, estamos incorporando cerca de 40 mil alumnos nuevos a la red; lo cual muestra que la propuesta es vital, hace sentido para un colegio que la escucha por primera vez, marca una diferencia con el resto de las propuestas que reciben las escuelas; perciben valor y están dispuestos para pagar por el valor; eso le da mucha energía a UNO, que se ve fortalecido financiera y políticamente por la apuesta de escuelas nuevas. Entonces,  ya empezamos a tener una escala que nos permite pensar y ser ambiciosos en que vamos a contar con recursos para pensar más en grande. ¿Qué quiere decir pensar en grande? Básicamente tres o cuatro agendas: gestionar esa red de manera más ambiciosa; tener más actividades de red, más integración entre las escuelas, hacer más cosas entre ellas; ser más agresivos en términos de propuesta de contenidos y de materiales, sobre todo digitales, invertir en eso y, luego tener dinero para pensar la relación entre tecnología y educación: qué quiere decir la impresora 3D, que quieren decir las grandes de tecnología, qué quiere decir Facebook, qué quiere decir Google, que quiere decir Wikipedia y cómo todo eso entra en nuestra propuesta;  Lego, robótica, emprendedurismo, educación financiera; todas esas cosas que tenemos en nuestra agenda, vamos a tener recursos para poder encararla, porque el modelo está vital, la red está vital, la comunidad está vital y crece.

UN: ¿Cuáles son los retos?

PD: Yo creo que de acá a dos años UNO tiene que plantearse nuevos grandes desafíos; creo que han madurado los grandes desafíos originales –que eran muy ambiciosos– pero que ya tenemos un nivel de madurez sobre aquellos primeros que toca volver a poner una carta de ambición nueva; y esa tiene que ver con la escala, tiene que ver con la madurez del proceso de transformación de sala de aula, el proceso pedagógico de la sala de aula, donde hemos avanzado mucho más en el debate que en la implantación. El último congreso de Panamá fue una prueba de eso. Pero tenemos que ser más ambiciosos en lograrlo, en tener casos de éxito, casos de fracaso que nos enseñan y tener una escuela más nueva desde el punto pedagógico y desde el punto de vista de las dinámicas de trabajo en la sala de clases.

UN: en Panamá se habló de la nueva escuela, de la escuela del futuro. Hay estudios recientes que dicen que la educación del futuro debe centrarse más en aspectos de la parte socioemocional, en desarrollar habilidades socioemocionales. ¿Qué tiene UNO en ese camino?

PD: Yo creo que lo que UNO planteó desde el principio, es que una educación sólo de contenidos, sólo de información –llamémoslo así–, no alcanza; y una formación sólo cognitiva, no alcanza, sino que es necesario desarrollar otro tipo de habilidades o de competencias para poder constituir un perfil de ciudadano, de ser humano, como el que nos imaginamos de aquí para el futuro. Desde el principio nosotros consideramos lo que nosotros llamamos habilidades emocionales o las competencias emocionales dentro de nuestros objetivos y ahí entraron nuestros programas de desarrollo y de evaluación de esas habilidades. Así que están en nuestro plan de origen; yo creo que hemos enseñado a las escuelas a identificarlas, a medirlas; no estoy tan seguro de que las estemos trabajando suficientemente a fondo; creo que podemos hacer más en eso. Creo que podemos lograr una escuela que tenga más énfasis todavía en lo que estábamos llamando las habilidades socioemocionales. Creo que tiene que crecer en la planificación escolar el tiempo dedicado a eso; las habilidades docentes para desarrollar esas habilidades; tiene que ver con liderazgo, con capacidad de emprendimiento, con sustentabilidad, con cosas que estamos generando programas encima de la malla curricular, que atiendan eso problemas y desarrollen esos problemas; y la formación docente va en ese sentido. Está en el plan, hemos avanzado en ese sentido y creo que tenemos buenas perspectivas de acá para adelante.

UN: ¿Qué hay de las implementaciones de UNO en Colombia, Guatemala y Ecuador?

En Colombia tenemos una ecuación de baja cantidad y alta intensidad. Pocas escuelas pero con una adherencia al proyecto fenomenal. Pero la escala nos está trayendo algunos problemas de operación. Y no parece fácil darle a nuestra actividad en Colombia una escala suficiente para poderles dar los recursos suficientes para realmente desarrollar allá un UNO poderoso, orgánico y profundo como estamos desarrollando en México o en Brasil. Entonces, estamos a medio camino de escala y ese medio camino es incómodo desde el punto de vista de algunos desarrollos y de algunas realizaciones que tenemos que hacer en Colombia. Guatemala y Ecuador han quedado como experiencias piloto. No hemos desarrollado  esas experiencias. Nos han enseñado qué quiere decir UNO en un país pequeño. La estructura disponible nos obligó a enfocarnos en los desarrollos de los países grandes.

En el corto plazo los planes son robustecer México, robustecer Brasil y hacer que Colombia llegue a una escala que nos sea funcional y útil. Pero no tenemos proyectos de abrir ahora otros países, hasta que estos tres tengan un nivel de madurez suficientemente poderosa. No tenemos suficientes equipos, porque los equipos llevan mucho tiempo; la gente que tiene que estar muy capacitada para multiplicar en tantos lugares.

UN: En la parte académica, ¿en qué mejora UNO los programas oficiales?

PD: Los programas oficiales son una referencia en los dos países. No son una propuesta, son una referencia. En México existe el libro SEP, que ya es una propuesta encima de la referencia. En Brasil no existe el libro SEP. Aún así, los currículos son para nosotros la referencia, la estructuración de nuestros contenidos. Pero luego, encima de eso, cada propuesta editorial tiene una interpretación de los programas curriculares o de las decisiones curriculares y tiene un desarrollo, un curso de acción didáctico sobre los programas. Yo creo que la propuesta de UNO es cada vez más audaz y ambiciosa en términos pedagógicos y metodológicos por sobre la propuesta curricular; es decir, no dejamos de leer la propuesta curricular, pero estamos cada vez más creativos pedagógicamente y más ambiciosos pedagógicamente encima de esa propuesta. Y la otra línea muy ambiciosa es que cada vez somos más digitales en eso. Y en Brasil, más que México. Encima de la propuesta curricular estamos creando cada vez más programas transversales. Voy a nombrar cuatro: sustentabilidad, que es un programa no seriado –no seriado quiere decir que no tiene una correlación directa por año escolar y además no  es curricular–, pero integra varios de los puntos curriculares con un objetivo que desarrolla actitud sustentable, no contenido curricular especifico, de disciplina específica. Otro programa –Panorama 360–, que estamos desarrollando en Brasil y esperamos traer a México en su versión mexicana, es un proyecto de integración disciplinar en secundaria, donde en lugar de entrar por disciplina se entra por temas y, una vez que uno entra por el tema, ese tema integra disciplinas. Por ejemplo, los códigos, las ciudades, la energía. Entones, el contenido que es todo digital se le puede recorrer temáticamente o se le puede recorrer disciplinarmente y se hace un juego de vinculaciones que lo hace mucho más rico y pone a trabajar a los distintos profesores de las distintas disciplinas en un solo proyecto integrado.

En Brasil hay un programa absolutamente temático, que es África. Una problemática bastante brasileña: la cultura africana en su relación con la cultura brasileña. Y, en México, hay uno que es RAM (Renovada Actitud hacia las Matemáticas), que es un programa que corre encima del programa curricular y que enfrenta el problema de la actitud matemática, más allá del contenido matemático. En fin, vamos desarrollando varios programas que no son estrictamente curriculares, pero que conversan con lo curricular, pero que a su vez hacen un esfuerzo de lectura más integradora y más significativa para los problemas de los alumnos o de las escuelas.

UN: ¿Qué valor agregado ofrece UNO al estudiante?

PD: Yo creo que hay dos o tres valores agregados para el estudiante. El primero es mostrar al estudiante que hacemos un trabajo sistemático y esforzado con su escuela para meter a toda esa comunidad en una tensión de transformación, una voluntad decida de transformarse y de repensar sus propias prácticas; y eso afecta al alumno positivamente. Hoy lo vimos en el Simón Bolívar, otra vez; una escuela con una tradición muy larga; no es el ambiente que uno esperaría de innovación; sin embargo, el director diciendo esta escuela tiene que hacer punta en la innovación, estamos decididos a innovar, arriesgar para generar espacios nuevos: Claro, eso no es sólo de UNO, la congregación Lasallista está trabajando en eso, pero UNO articula con eso, potencia la voluntad del colegio para entrarle a eso con decisión. Eso es un gran marco de referencia para que el alumno que estudia en ese colegio sienta que su institución está viva y no muerta. Y, por otro lado, lo que estamos haciendo también con el alumno, tratar de generar ambientes mucho más empáticos, que generan mucho más continuidad con sus propios intereses, referentes culturales, tipos actitudinales, niveles atencionales. Y ahí, la tecnología juega un papel muy importante, es decir, que se reconozca en la escuela, porque la escuela tiene que ver con lo que su vida, sus maneras y sus prácticas y sus lógicas, cognitivas y no cognitivas, se reconocen en la escuela y la escuela las acepta como parte de su propio lenguaje de comunicación con los alumnos.

UN: ¿Cómo percibes el avance de la transformación en las escuelas?

PD: Yo creo que si por transformación se entiende la materializaciones eficientes de la transformación, aún poco. Si por transformación se entiende la voluntad y la conciencia de transformación, muchísimo. Y sin una no hay la otra. Yo creo que la gran mayoría de las casi mil escuelas que tiene UNO hoy están adecuada y estructuralmente problematizadas respecto de cómo se educa en nuestros días, o cómo se educa hoy para el futuro. Esa problematización, que yo le llamo tensión de transformación, está implantada eficientemente en la gran mayoría de las escuelas y en la gran mayoría de sus directores. Y UNO no es el único responsable, pero ha hecho un trabajo muy intenso, muy sistemático para que eso suceda.

Ahora, ¿esa tensión de transformación se ha convertido en planes de trabajo, de estudio, programas totalmente maduros de gestión nueva?, no, todavía no. Y eso se vio claramente en Panamá. Todavía estamos construyendo eso, pero hemos salido de la zona de confort; hemos implantado el diagnóstico de fracaso, hemos implantado el diagnóstico de necesidad de transformación y hemos implantado la necesidad de construir la transformación y no esperar que venga después. y todo eso pasa en las escuelas, lo ves, lo escuchas.

UN: ¿Cómo fue tu visita en esta ocasión a México?

PD:  Vine a México este año una vez por mes. Y vengo porque tengo un especial interés en hacer dos cosas: conectar el trabajo mexicano con el brasileño, llevar y traer, poner a los dos equipos en sintonía, tanto temática como actitudinal; tratar de que ambos equipos se vean incentivados, desafiados y motivados por lo que se hace en otro lado. Esta vez fue una agenda más ligada al desarrollo de nuevos colegios en México, y por otro lado, mantener contacto con las escuelas. Como bien sabes, ayer estuve en Zamora en la Comunidad Educativa Cumbres y hoy estuvimos en la mañana en el Simón Bolívar. El 70%  de mi agenda estuvo dedicada a relacionarme con las escuelas y el otro 30 para trabajar internamente con los equipos. Lo que me interesó fue darle continuidad y rutina a ese trabajo de interacción que creo que es parte de mi responsabilidad: que ninguna de las dos cabeceras se sienta ni más protagonista ni más abandonada que la otra.

UN: ¿Cómo resumirías el rumbo del proyecto?

PD: Sigo creyendo que UNO es una revolución en el mundo de la educación en América Latina; sigo creyendo que tenemos algunas ideas absolutamente nuevas para el mundo de las empresas educativas y nuevas incluso para Santillana. Y que eso nuevo, bien percibido, genera mucha adrenalina, mucha empatía, mucha emoción, muchas ganas de hacer cosas. Fácil no es. Para nada. Ni hacia las escuelas ni hacia el interno de Santillana. Si yo hace cuatro años creía que esto podía valer la pena, hoy creo absolutamente que vale la pena. Que lo que hacemos en UNO no lo hace nadie. Y no lo digo con ninguna arrogancia pero sí con toda decisión. Edgar Allan Poe decía, cuando escribió un texto científico, lo terminaba: ‘Y lo digo con calma pero lo digo’. Y yo también de UNO diría eso: lo digo con calma pero lo digo, esto no existe en ningún lado del mundo.

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Notas relacionadas:

Constata Doberti el cambio educativo en el Cumbres de Zamora

Decide el Simón Bolívar en asamblea su rumbo ecológico

 

 

 

Foto: © eltoro69/depositphotos.com

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Por Dionisia Pappatheodorou

“No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.”

Mahatma Gandhi.

En los últimos días, como parte del programa de formación, he tenido oportunidad de asistir a una serie de pláticas y conferencias dirigidas a padres de familia, en combinación con toda la planta docente y directiva de diferentes colegios en mi región. La idea de incluir a todos los actores involucrados en la educación de pequeños y jóvenes, tiene como finalidad conformar una comunidad UNOi que sume, desde su ubicación particular, al proceso educativo. Para conseguirlo, necesitamos sincronizarnos, estar todos en el mismo canal, construir una visión compartida y aportar al proceso educativo en la medida y de la forma en que a cada uno nos resulte posible.

Las acciones son decisiones. Nuestras acciones son producto de decisiones que tomamos -ya sea de forma conciente o inconsciente- y estas acciones producen un resultado que evaluamos, y que nos conduce a modificaciones para las acciones futuras.

El siguiente texto, escrito por Robert Fritz y tomado del libro Escuelas que Aprenden, escrito por Senge y otros, tiene como propósito ofrecer a padres de familia y educadores un criterio que sirva como base para monitorear el proceso de toma de decisiones en niños y jóvenes.  Considero que puede resultarles ilustrativo, por lo que deseo compartirlo con ustedes. Tiene por título: EL TRATO.

“Para desarrollar la capacidad de tomar decisiones se necesita práctica. Cuantas más tome un joven, mas oportunidades tendrá  de ver las consecuencias de ellas; pero con mucha frecuencia, los adultos tienen miedo de dejar a los jóvenes que elijan su propio camino.

En mi familia inventamos un método de manejar esta situación, la llamábamos “el trato”. Consistía en esto: nosotros teníamos el deber de cuidar de nuestros hijos pero ellos tenían el deber de aprender a cuidar de sí mismos.  A medida que fueron creciendo, pudieron tomar más y más decisiones por su cuenta. Todos sabíamos que les pasaríamos a ellos  la decisión en cuanto mostraran que eran capaces de tomarla para su propio bien. Al poco tiempo, ya ellos mismos resolvían sobre la ropa que querían usar, la hora de acostarse, las clases de música, la manera de pasar el tiempo y muchos otros aspectos de su vida. Si bien continuábamos siendo nosotros los que juzgábamos qué era lo que les convenía, nuestros criterios eran bastante obvios. Una persona que constantemente trasnocha tanto que perjudica su salud y su capacidad de funcionar, obviamente no está preparada para resolver a qué hora se debe acostar.  La última parte del trato era esta: en cualquier campo en que ellos no estuvieran capacitados para tomar la decisión, nosotros teníamos el deber de enseñarles cómo tomar buenas decisiones, de modo que se pudieran encargar de tomarlas ellos mismos lo más pronto posible. Este trato funcionó bien en mi familia porque era justo.

Lo importante del “trato” es entender los papeles de los adultos  y los niños. El de estos últimos es ser cuidados; el de los adultos es cuidar de ellos.  Más adelante el papel de los jóvenes es tener quien cuide de ellos mientras están aprendiendo a cuidar de sí mismos. ¿Quién tiene las mayores posibilidades de hacer buenas elecciones en la vida, el adolescente que ya ha tomado miles de decisiones o el que nunca ha tenido esa experiencia?  Cuando hay que elegir en cuestiones sexuales, de drogas o de seguridad, es mucho mejor ayudarles a los jóvenes a tomar muchas decisiones de distintos tipos para que adquieran experiencia directa de sus consecuencias.”

Lo anterior es algo que he puesto en práctica y ha resultado ser muy útil y productivo dentro de mi vida familiar, funciona muy bien en casa, e intento continuamente promoverlo en el ámbito profesional, aunque con menos éxito. La realidad es que ha resultado fácil llevar a cabo este trato en términos familiares, con mis hijos; sin embargo en el contexto de la escuela, no ha sido lo mismo. Lo que sucede, es que cuando lo platicamos, parece simple, queda claro a nivel de comprensión, pero llevarlo a niveles superiores es otra cosa. No es lo mismo comprender que aplicar, implementar. En este sentido, Chris Argyris hace una distinción entre lo que el llama “teorías expuestas” (lo que decimos) y “teorías en uso” (lo que hacemos). Cuando ambos aspectos se encuentran alineados, podemos decir que somos congruentes: hacemos, decimos y pensamos lo mismo. Actuamos de manera íntegra y somos confiables, podemos entonces llegar a convencer.

La implementación de un nuevo aspecto dentro de una organización, al igual que en la organización familiar, parte de esta alineación para poder consolidarse con el tiempo. Se requiere primeramente de liderazgo, y éste se se fundamenta en la autoridad moral, producto de la integridad y el auto-liderazgo. No basta solamente con decir algo, requerimos modelarlo, ser ejemplo para poder exigirlo; y en este punto, las cosas comienzan a complicarse…volvemos al inicio, las palabras son intrascendentes si no se traducen en acciones.

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Foto: © eltoro69/depositphotos.com

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por Dionisia Pappatheodorou

“Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo”

Voltaire

La sociedad la conformamos todos: cada uno de nosotros, de nuestras familias y de nuestras instituciones y agrupaciones, y nuestra cultura viene a ser la suma de nuestras acciones comunes.

Curiosamente, si indagamos un poco, nos damos cuenta de que todos perseguimos una misma finalidad: nuestro bienestar y progreso, así como el de nuestros seres queridos. Hasta aquí, todos de acuerdo, no existe conflicto alguno.

El problema se inicia a partir de las formas que empleamos para conseguirlo; no radica en qué,  mas bien en cómo. Mi punto es que para lograr eso que queremos, empleamos -y a veces sin discriminar- todo lo que se ponga a nuestro alcance, echamos mano inclusive de medios que sabemos no son los más adecuados. A veces pasamos de largo y por encima de todo y de todos, sin importar el precio o las consecuencias y tomando como único criterio «si me favorece, lo tomo». Adoptamos una postura sumamente egocéntrica y personalista, tomamos poco en cuenta a los demás y en consecuencia no logramos ponernos de acuerdo.

No cabe la menor duda de que nuestra libertad termina donde empieza la de los demás, y en este sentido, resulta sumamente importante que pongamos especial cuidado en el valor del respeto; las consecuencias de no hacerlo lamentablemente nos saltan a la vista día con día.

El respeto empieza con nosotros mismos, por la convicción de cuidarnos y responsabilizarnos por nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestra mente; con todas las implicaciones y el esfuerzo que esto conlleva: nutrición, aprendizaje, actividad física… el desarrollo de un proyecto de vida. La educación es, sin duda alguna, la herramienta que nos proporciona esta posibilidad, la de lograr eso que queremos.

No obstante, al hablar de educación los resultados -aunque seguros- rara vez se tornan visibles en forma inmediata, y el lapso existente entre acciones y resultados se convierte en una gran desventaja, sobre todo en una cultura como la nuestra, sumamente hedonista: exigimos gratificación inmediata.

Esta característica constituye una de las mayores barreras, ya que con frecuencia esto no nos permite identificar las conexiones entre nuestra educación, nuestra filosofía, nuestras acciones cotidianas y los resultados que obtenemos. En alguna ocasión leí en una escuela, un cartel con un pensamiento de Ghandi: «cuida tus pensamientos, éstos se transformarán en tus palabras; cuida tus palabras, éstas se transformarán en tu acciones; cuida tus acciones, éstas se transformarán en tu personalidad; y cuida tu personalidad porque ésta se transformará en tu destino». La conexión entre nuestra educación, nuestra forma de ser y de actuar y nuestro destino es una realidad que he llegado a constatar en forma personal.

Es por ello que, volviendo al punto inicial, la posibilidad de construirnos una sociedad más sana, más justa, segura y productiva depende en gran medida de que logremos una educación articulada y congruente, del trabajo y del compromiso de todos, en especial de los adultos que -querámoslo o no- servimos de guía y modelo para los más jóvenes. De allí mi insistencia en que eduquemos a través del ejemplo, respetando, negociando y modelando consistentemente las conductas que queremos ver reflejadas en los demás: reformemos nuestra cultura. En suma, la responsabilidad de educarnos y forjarnos una mejor calidad de vida necesita ser compartida por todos los que constituimos esta sociedad, y la modificación de nuestra cultura comienza por nosotros mismos, partimos de nuestra familia y complementamos con la escuela y las instituciones; no al revés.

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