Congresos - UNOi Internacional - Page 4
Necesito ayuda

Soy semilla 001 wgAyer por la tarde, durante la inauguración de Congreso de Capacitación 2015, Pablo Doberti –Director General de UNOi- prometió “provocar tormentas para atravesarlas”.

Hoy, en el segundo día de congreso, 900 maestros comenzarán a trabajar bajo un modelo de vivencias que no son otra cosa que esas ‘tormentas’ de las que habló Doberti.

Mediante una serie de vivencias, el equipo de coaches de UNOi planteará a los maestros temas distintos necesarios para la implementación del modelo en su escuela, en sus aulas.

Las vivencias pretenden recrear las situaciones difíciles a las que se van a enfrentar los docentes al trabajar con el modelo de cambio, y –a través de un ejercicio de interacción constructiva, uno de los principales aportes del equipo pedagógico de  UNOi al cambio educativo- los coaches los acompañaran para implementar habilidades, enfrentar la situaciones y resolver  problemas. Es decir, ‘atravesar la tormenta’.

Con este modelo, los docentes abordarán temas como la implementación de la tecnología en el aula, el uso del iPad y las aplicaciones como herramientas pedagógicas, la planeación, el desarrollo de competencias y el manejo de aprendizajes esperados entre otros temas.

Los docentes más que recibir una conferencia, aprenderán a resolver los problemas de manera práctica con ayuda de esa ‘angustia y desestabilización’ de las que hablaba Doberti ayer.

Nadie dijo que el cambio fuera sencillo, para que haya cambio debe haber caos y –hoy- los maestros van a empezar a hacerle frente para cambiar la educación del siglo XXI.

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En su introducción al proyecto de UNO Internacional a colegios que recién adoptaron esta propuesta, el director general de UNOi, Pablo Doberti, comenzó por decir que luego de escuchar los testimonios de los colegios que ya aplican el sistema, podría pensarse que éste es fantástico, perfecto; pero aseguró que está lejos de serlo.

Durante la segunda sesión en el día inaugural del Congreso de capacitación inicial 2015, en la ciudad de México, Doberti afirmó que el sistema debe valorizar lo valioso y criticar lo que no sirve. En este sentido, señaló que la escuela fracasa en participarnos en su contexto social y comparó sus problemas estructurales con los que enfrenta en la actualidad la iglesia católica.

La escuela responde a su crisis estructural refugiándose en rituales como el positivismo, el monopolio del conocimiento, la obligación y el poder que detenta el maestro. Para apropiarte del conocimiento, dijo, es necesario primero impactarte subjetivamente. Vamos a provocar tormentas para luego atravesarlas.

¿Se ponen nerviosos si Google sabe más que ustedes?, preguntó Doberti a los docentes y propuso desmontar la base didáctica expositiva, repetitiva. ¿Qué pasa si todo empieza con una pregunta? Pero no una mala pregunta que no produzca construcción. Si conocemos la respuesta, la pregunta es retórica e inútil.

Propuso que al abrir la puerta del salón de clases, en vez de preguntarse “¿Qué voy a decir hoy?” se dijeran “¿Qué voy a encontrar hoy?”. Enganchar a uno con el otro es el sentido de la educación.

Puso como ejemplo una carpeta de evidencias, donde la carpeta no es el resultado; el resultado es lo que produjo en el estudiante. Y, en ese mismo tenor, dijo que no es lo que se llevan los participantes de este encuentro, sino cómo se van. El diferencial de UNO es la posición subjetiva.

En los testimonios vertidos en la sesión previa, Doberti apreció una energía que describió como una tensión de transformación y calificó a esa energía como agente cómplice.

Por otra parte, consideró que la angustia y la desestabilización son una conquista y citó a Freud: “Para salir de la repetición es necesaria la angustia”. La crisis, enfatizó, derriba los estereotipos.

Doberti consideró que, por ejemplo, en un festival de lectura en voz alta, los textos propios  lograban mejor expresión, por el hecho de ser propios, por arriba de las dotes del orador. Evaluamos  procesos, no productos, sentenció y, aseguró que el aprendizaje es significativo si hay un proceso que lo justifica.

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Siete directoras de colegios que en sus aulas aplican desde hace varios años el sistema de UNO Internacional, expusieron ante docentes y directivos de instituciones educativas que en el próximo ciclo escolar se sumarán a esta propuesta, sus experiencias, logros y dificultades que enfrentaron durante la implementación.

Antes, al abrir la primera sesión plenaria del congreso de capacitación inicial, que reúne a 900 maestros de 53 colegios y 15 entidades de la república, Leonardo Kourchenko destacó que “este es un proyecto de transformación educativa, un proyecto de cambio auténtico al interior del aula, no sólo en la dinámica y en la relación entre el maestro y los alumnos, sino un cambio total en la que los jóvenes construyen aprendizaje y conocimientos con la guía y orientación de ustedes como docentes”.

a Soy semilla Día 01 115 PZ LKPor su parte, la directora del proceso de formación de UNOi, Patricia Zorrilla, adelantó a los presentes que asistirían a una capacitación no tradicional. “Ustedes –dijo–, son los agentes de cambio que nos van a ayudar a hacer una realidad de la transformación”. Subrayó el carácter constructivista de la filosofía UNO y el objetivo de repensar cómo podemos hacerlo mejor en la educación.

En esta experiencia vivencial y formativa por iniciar, Leonardo se refirió a la semilla que es lema de este congreso, como un proceso generador y de transformación donde los docentes son esa semilla que va a germinar en sus instituciones para concretar el proceso de cambio.

a Soy semilla Día 01 118 Adriana ChewAdriana Chew, del Colegio Monte Rosa, relató que un primer impactó satisfactorio fue empatar su proyecto institucional con el sistema UNO; durante el primer año tuvieron retrasos en la entrega de materiales, pero se adentraron en los contenidos y la dinámica pedagógica; al principio fue difícil ver al alumno como centro del proceso educativo. Crearon la figura de directora de implementación UNO que ella ocupa y con acompañamiento al docente y constancia trabajaron en despertar en el alumno sea él quien construya y cree. Sobre los padres de familia dijo que estaban acostumbrados a otras dinámicas, pero ganaron su confianza al ver los productos y facilidad con que los alumnos procesan y producen. El trabajo es mucho e involucra a todos, concluyó.

a Soy semilla Día 01 119 Karen PolancoTambién del Colegio Monte Rosa, en el área de inglés, Karen Polanco recordó que adoptaron el sistema con mucho entusiasmo y expectativas. Destacó elementos como la Interacción Constructiva, el trabajo en equipo, y la expresión de ideas. En inglés, consiguieron que los adolescentes se apropiaran de los temas de las lecturas a partir de la propuesta bicultural de UNO. En tecnología, aprovecharon diferentes estrategias para reforzar el idioma. Los resultados, dijo, han sido positivos: los chicos crean y editan videos, expresan sus ideas y argumentan; pero lo más importante fue la integración con otras materias en temas específicos. Consideró que el cambio ha sido paulatino y acompañado siempre por los maestros.

a Soy semilla Día 01 122 Cecilia ViquezCecilia  Viquez del Colegio Viksol, a la que describió como una escuela chica, se refirió a la problemática que representó a los maestros hablar solo inglés en el aula. Opinó que además de lo que el sistema ofrece, se requiere del compromiso de los maestros para dar lo mejor de sí mismos y consideró que el acompañamiento es una ayuda importante para la implementación.

a Soy semilla Día 01 123 Abril GodoyDel  colegio Camino Real, Abril Godoy,  advirtió a los docentes la posibilidad de que les invada el miedo a los papás, a los propios maestros y a los alumnos, ante lo complicado que resulta implementar un sistema nuevo. Expresó su satisfacción de haber constatado las muchas herramientas de que disponen para hacer clases más dinámicas y, sí, desarrollar el nivel académico, pero más que nada que los alumnos crezcan como personas. El miedo dijo, se vence primero informándonos y transmitiendo seguridad al equipo. En alusión a algunas de sus maestras que no usaban ni la computadora, aseguró que “si quieres innovar, tienes que atreverte a hacer algo más”.

a Soy semilla Día 01 132 Martha E MtzEn la experiencia de Martha Elena Martínez, del Instituto Oriente Arboledas, recordó que hubo temor de los padres a dejar el sistema tradicional y que disminuyera el nivel. Los maestros temieron ser desplazados por la tecnología y nada de eso ocurrió. Hizo énfasis en preparar las clases revisando los contenidos y aprovechando los recursos para hacer las clases más atractivas y, considerando valores, trabajo colaborativo e inteligencias múltiples. Recomendó constancia y actitud sin dejar de lado su experiencia y técnicas y adaptando lo que el sistema ofrece. Ponderó el acompañamiento de los coaches como un valioso apoyo.

a Soy semilla Día 01 134 Paula J Ruiz MPatricia Jimena Ruiz Macías, del Colegio Alamos,  dijo que el primer ciclo fue difícil; por dudas de los papás, tuvieron la baja de 20 alumnos. Lo atribuyó en parte a que quizá no llevaban el sistema en su totalidad como estaba planteado. Afirmó que el sistema tiene muchas herramientas, pero no fácil de implementar; exige mucho. Agregó que, poco a poco, mediante información clara, los padres de familia tuvieron una visión positiva.

a Soy semilla Día 01 135 Fernanda SuárezPara Fernanda Suárez, del Colegio Buckingham, el sistema está bien estructurado de manera que permite enfocarse en valores con un eje conductor. Mencionó que representó un reto la implementación de la tecnología en los campos formativos de preescolar y destacó que la tecnología no debe ser impuesta sino adoptada con convencimiento.

Al término de estos testimonios se realizó una ronda de preguntas con auditorio y en sus respuestas las panelistas dejaron en claro que el sistema no plantea a la tecnología por encima del factor humano, sino que es la pedagogía la que rige a la tecnología, propiciando el desarrollo de alumnos que participan y construyen con muchos valores.

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Con el Congreso de Capacitación Inicial 2015, mil 700 maestros y directivos de 51 colegios, dan –este lunes- inicio a una nueva etapa en su camino como líderes del cambio.

Cada uno de ellos forma la quinta generación de docentes de UNO Internacional en México.

Llegados de 23 estados de la República Méxicana, los maestros -dispuestos al compromiso del cambio- inician hoy un programa de capacitación docente en el que recibirán herramientas para llevar la transformación educativa a sus escuelas, y que –ésta- logre hacer una diferencia para el futuro de sus alumnos.

Con conferencias, talleres y vivencias, UNO Internacional busca hacer de cada uno de los docentes un agente de cambio que lleve la transformación a su entorno.

Esté año, bajo la premisa #SoySemilla UNO reconoce el papel –fundamental- del maestro, quién al frente del aula es el verdadero hacedor del cambio.

Agusacalientes, Tamaulipas, Chihuahua, Yucatán, Quintana Roo, Tlaxcala, MicghoacánHIdalgo, Oaxaca y Morelos son sólo algunos de los 23 estados estados de la república representados en este congreso en el que todos los asistentes tienen algo en común, buscan el cambio educativo y están covencidos de llevarlo a cabo a traves de las herramientas de UNO Internacional. Desde hoy, cada uno de ellos es semilla y en sus manos está germinar y convertirse en el gran agente de cambio que les permitirá a sus alumnos tener, no sólo una educación, sino un futuro más brillante.

Yo #SoySemilla ¿y Tú?

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Rosa Barocio en el Congreso de Padres UNOi en Pachuca

Rosa Barocio en el Congreso de Padres UNOi en Pachuca

Un millar y medio de padres de familia de colegios que aplican el sistema de UNO Internacional abarrotaron el pasado sábado el auditorio Gota de Plata, en Pachuca, Hidalgo, para participar del congreso «Padres comprometidos, hijos competentes», que UNOi les llevó con el fin de fortalecer el acompañamiento en la formación de sus hijos.

La ca Congreso Padres - Pachuca 119 LK cegonducción estuvo a cargo de Leonardo Kourchenko, quien dio la bienvenida a los colegios Jorge Berganza, Siglo XXI, Hidalgo, Oxford, Bilingüe de las Américas, Castores, Instituto Iberoamericano, Naranja Dulce, Los Nogales, Leonard Eulerd. Real de Minas, Cruz Azul, Calmecac, Hans Christian Andersen y Liceo Real del Sur, y encomió la iniciativa de sus respectivos directores para llevar a cabo este encuentro.

En la exposición introductoria, Leonardo adelantó un poco de los temas que se abordarían; se refirió a la dinámica laboral que enfrentarán sus hijos, radicalmente distinta a la de sus padres; comentó aspectos de la tecnología presente y, habilidades emocionales y de comunicación necesarias en la actualidad. Subrayó la necesidad establecer una sintonía entre padres y escuela y construir acuerdos para trabajar en forma coordinada y formar hijos que construyan, resuelvan problemas, elaboren proyectos y dirijan un grupo de trabajo.

Imposibilitado para estar presente en el congreso, el director de UNOI, Pablo Doberti, transmitió a los padres un mensaje en video, desde Brasil, en el que destacó que si bien UNO Internacional representa un proceso de transformación de la gestión educativa, esto no significa que la escuela deba hacer a un lado su historia y sus valores, su visión y el trabajo realizado. Cada escuela enfrenta condiciones geográficas y culturales distintas que UNOi respeta y a las que se suma para mejorar las prácticas en pro de los educandos.

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En su ponencia “Tocando el corazón de tu hijo”, Rosa Barocio, educadora, conferencista y autora, hizo énfasis en la jerarquía emocional del adulto sobre el niño, el amor incondicional y la responsabilidad de brindar protección y seguridad. Advirtió de los peligros de crear confusión y afectar el desarrollo de la madurez al invertir la jerarquía y ponerse al mismo nivel del hijo. Se opuso terminantemente a comentar problemas con los hijos, pues además de generarles estrés les impone una carga que no les corresponde. “Los hijos son iguales a nosotros en tanto que merecen el mismo respeto y dignidad, pero no lo son en cuanto a madurez y juicio”. Exhortó a los padres a estar presentes no solo de cuerpo, sino en conexión con los hijos; de no estarlo, buscarán a otro adulto y, en su defecto buscarán conectarse con los amigos, lo que equivale a un ciego guiando a un ciego. El trabajo del adulto es contener a los jóvenes.

En oposición a consentir, Barocio habló de poner límites y describió el proceso de frustración > enojo > impotencia > llanto > resignación y paz, mediante el cual el hijo aprende a sobreponerse a las situaciones que no puede cambiar, abonando a su madurez. Si no ponemos límites, detenemos el proceso de maduración, afirmó.

Lo que me da autoridad sobre mis hijos, señaló, es la conexión que tengo con ellos. ¿Cómo tocamos el corazón de nuestros hijos? Viendo más allá de su conducta, mi hijo es mucho más que su comportamiento; atrás de todo eso está un ser vulnerable, inmaduro que está tratando de saber cómo comportarse en la vida. Tengo que interesarme en quién es mi hijo, qué le gusta, a qué le teme. En vez de alejarnos cuando un hijo se porta mal, debemos acercarnos. Para concluir, Barocio invitó a la audiencia a asumir y disfrutar el privilegio de ser padres.

a Congreso Padres - Pachuca 146 PZ cegA continuación, Patricia Zorrilla, directora académica de UNOi México, invitó a los papás a sentirse orgullosos de las escuelas que eligieron y del proyecto educativo que las respalda, ya que hoy por primera vez, la educación contempla y adopta la responsabilidad de la parte emocional para desarrollar seres humanos integrales y ayudarles a que construyan su saber. Comentó que las habilidades emocionales se trabajan en el aula de manera sistemática junto con los aprendizajes cotidianos. Entrando en la materia de su exposición, la “Resiliencia”, ofreció y compartió comentarios de los padres sobre la forma de fomentar esta capacidad y cómo los alumnos pueden aprender a superar momentos adversos que se les presentan. Recomendó no minimizar la dimensión de sus problemas y aprovechar la oportunidad que para su vida futura les ofrece el sobreponerse.

a Congreso Padres - Pachuca 194 FRevillaLa charla final, “El nuevo lenguaje de la educación”, corrió a cargo de Fernando Revilla, director general de UNOi México, que hablando de papá a papá aludió a la velocidad de los cambios tecnológicos de los últimos tiempos como antecedente de lo que vendrá. Subrayo la importancia de que los padres se involucren en un futuro distinto. Comentó que mientras antes estudiábamos en enciclopedias, ahora hay chicos en la India que venden las tareas escolares, e incluso subcontratan a otros para ese trabajo. Revilla se refirió a los juegos de video –qué él mismo comparte con su hijo–, y comentó ejemplos de chicos que ganan fortunas en esta actividad y otras relacionadas con la tecnología. “Está en nosotros meternos en su mundo”, dijo, y mencionó la toma de decisiones, el manejo de la frustración y la creatividad como ventajas que ofrecen este tipo de juegos, que recomendó no prohibir. Mencionó, por último, el enorme potencial que tienen las redes sociales en materia de comunicación y difusión, como una herramienta que hoy en día los jóvenes emplean con éxito.

El congreso concluyó, al igual que luego de cada ponencia, con una ronda de intervenciones por parte de los padres cuyos comentarios respondieron los expositores

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Pablo Doberti- Conclusiones Cartagena

 

Compartimos aquí las conclusiones del director de UNO Internacional, Pablo Doberti, sobre el Cónclave UNOi celebrado en Cartagena, Colombia a finales de abril y que congregó a 600 directores de colegios de Brasil, Colombia y México que aplican el sistema de UNOi.

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Primera conclusión: consolidamos una discusión. No es sencillo dejar de hablar del producto, de la digitalización, de la evaluación, del contenido y pasar, de manera consolidada, a hablar de la nueva escuela, la nueva institución, de proyecto nuevo, de proyecto pedagógico nuevo.Fue un proceso, la gente recuerda cómo empezó ese proceso y a donde llegó hoy. Alienta la calidad de la discusión, alienta la posición relativa de cada uno de nosotros en esa discusión; el colectivo, en su mayoría, está discutiendo el consolidado; qué decir del proyecto, qué decir de cuál es esa escuela nueva, cómo es qué funciona consolidadamente, institucionalmente y estructuralmente. Ese es un gran legado.

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Segunda conclusión de Cartagena. Conseguimos romper con una tradición; tradición difícil de romper y, en nuestro mundo, es muy complejo romper tradiciones. La tradición de qué quiere decir un congreso. Nuestros congresos hoy no son casi nada de lo que habitualmente es un congreso en educación. Eso también se construyó poco a poco, uno por uno, año por año; deconstruyendo, saliendo de las tradiciones y de la inercia de la tradición. La conferencia, los aplausos, el programa, la fijación, los gurús; sea lo que sea todo aquello que trae consigo un congreso en su sentido más clásico. Lo que la gente hizo no tiene nada que ver con que la gente hereda de la fuerte y pesada tradición del mundo educativo. De un mundo, diría. Segunda conclusión.

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Tercera conclusión. Tenemos una tendencia tradicional –todos–, a tercerizar responsabilidad, a aceptar las discusiones, siempre y cuando esa discusión no me impacte, me atraviese y me deje en posición expuesta. Y ese proceso, de la reasunción de la responsabilidad de cada uno en relación al fracaso de la escuela y al fracaso del modelo, es otro proceso que va muy bien; y que yo lo considero también bien construido en Cartagena. Pero que la gran mayoría de los que estuvimos ahí, nos toque el papel que nos toque: escuela, UNO, dentro de cada escuela y dentro de cada papel que cada uno desarrolle, todos nos hemos identificado más con la parte que nos toca que con la parte que proyectamos del conflicto, del fracaso, del diagnóstico de fracaso estructural del modelo que estamos administrando y que estamos gestionando. Tercera conclusión de Cartagena.

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Cuando estamos a punto, cuanto más cerca estamos de tocar el núcleo de la discusión, de envolvernos, involucrarnos y profundizar, más difícil se nos pone y más pánico nos agarra. Y yo siento que en esos momentos donde orillamos el punto central, siempre nos rescata el estereotipo; es normal, así funcionamos. Pero en UNO y en nuestras discusiones se está verificando, en la Red se está verificando. Cada vez que sale un comentario apaciguador, tenemos que entender que estábamos por tocar un punto central. Nosotros mismos nos volvemos a la superficie por el pánico que nos da, a veces, la profundidad que supimos conquistar. Cuarta conclusión de Cartagena.

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Qué compleja es la Red UNO y que difícil está siendo constituir esa complejidad en una experiencia única. Lenguajes diferentes –lenguas diferentes–, códigos diferentes, discusiones de país diferentes, conexiones inimaginables, poco tiempo, mucha intensidad, algo hemos avanzado, pero mucho es lo que falta para hacer una sola red en dos lenguas, dos realidades, dos microcosmos absolutamente cerrados que no tienen costumbre de dialogar y un articulador, UNO, que algunas veces –más de una vez–, falla en esa interlocución y falla en esa interacción. Aún así, hemos avanzado mucho. Parecía una quimera, y hoy es una realidad –poco insuficiente, poco incómoda–, pero ha pasado de ser una quimera a ser una realidad; debemos ahora pulirla entre todos, y nosotros los primeros con la responsabilidad. Quinta conclusión de Cartagena.

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¡Ah!, y la última, que probablemente sea la primera. Muchas gracias por los mails, por los mensajes, por las energías. Todo lo recibí y todo me ayudó a estar ahora mucho mejor de lo que estaba. Fue una experiencia durísima no asistir. Más aún así, con este video siento que participo. Muchas gracias por todo y hasta la próxima.

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cónclave cuerre Quadros 2

Para cerrar el Cónclave UNOi en Cartagena, Colombia, Sergio Quadros habló de la escuela que viene, una que no está concretada totalmente, pero de la que ya venimos diciendo que hay una cultura, una gestación que ya está ocurriendo. La crisis que estamos viviendo es una señal de la transformación que está por venir, señaló.

Antes de la exposición final, Leonardo Kourchenko junto con Rodrigo Pucci, pidió a los directores presentes que pusieran en un papel –de manera anónima–, la decisión transformadora que, derivada de estos dos días de trabajo, hubieran decidido llevar a sus colegios. Las boletas se depositaron en unas urnas y se harán públicas en breve en las redes sociales de UNOi.

cónclave previo cuerre

En su alocución, Quadros externó sus expectativas de que, entre otras muchas dimensiones, la escuela que viene va a mejorar en la dimensión tecnológica y en la dimensión humana. Dijo que aunque la primera es compleja, no lo es tanto como la segunda.

Recordó que la tecnología no es nueva en la escuela y hace muchos años que venimos probando elementos tecnológicos en ella. Me parece, dijo, que tenemos que pasar una transición en el uso de la tecnología –un cambio de paradigma–, vista primero como herramienta y después eventualmente como lenguaje.

En una analogía con las matemáticas, dijo que aunque pudieron  surgir como una herramienta para auxiliar a las ciencias en mediciones, fueron creando abstracciones de complejidad propia. De modo que las matemáticas pasaron de ser una herramienta a ser un lenguaje capaz de traducir, mediante ecuaciones, fenómenos físicos, químicos, biológicos.

Con la tecnología creo que va pasar algo similar. Ya probamos y no basta. No es suficiente cambiar un pizarrón por una tableta, no es ese el papel que queremos que tenga en el aula; cambiar una herramienta por otra. La tecnología comienza a convertirse en lenguaje cuando empezamos a traducir conceptos y trasciende y va creando estructuras propias.

No hay cambio conceptual en poner una enciclopedia en un CD-ROM, el cambio conceptual es cuando se convierte en Wikipedia, en una construcción colectiva en la que se participa y se disiente.

En la escuela por venir, me parece que la dimensión tecnológica tiene aún que avanzar mucho y ponerla en la vida de los profesores y de los alumnos.

En cuanto a la dimensión humana, Quadros la considero la más trascendente y que nos lleva de nuevo a la discusión original, que carga de significado a la escuela.

La nueva escuela, dijo, no debe centrarse en las materias y sí en los alumnos, que sean ellos los protagonistas y no la representación de la nota de una evaluación.  Que el foco sea el  estudiante y las capacidades que puede desarrollar. Que la finalidad no sea aprobar un examen de ingreso a la universidad. Uno no puede mirar a un alumno e imponerle el curso que tomará su vida para que se transforme en un profesional x. La escuela debe saber evaluar las potencialidades de sus alumnos de modo que se sientan valorados como personas. Ellos no son una x o y futura, ya son ahora.

Quadros negó que lo que las familias quieren, aunque así lo expresen, es que sus hijos ingresen a la  universidad. En el fondo, lo que fundamentalmente quieren es que sean personas exitosas y felices. Su futuro no está resuelto, pero tenemos que confiar en sus capacidades y talentos.

Es importante que la escuela vuelva la vista al alumno; el currículo y las evaluaciones seguirán existiendo, pero no pueden ser el foco.  Un alumno es mucho más que la calificación que saca; ustedes tienen la obligación de demostrarlo, concluyó.

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Cónclave FRevilla 0

En su exposición, durante el Cónclave UNOi, el director de Uno Internacional en México,  Fernando Revilla, relató -para ejemplificar cómo la tecnología impulsa los cambios-, la historia de dos industrias que en su momento fueron muy exitosas para después declinar hasta su extinción.

La primera fue la del comercio del hielo, iniciada en 1806 por Frederick Tudor en Nueva Inglaterra. El hielo se “cosechaba” en forma natural en bloques, se almacenaba y se distribuía a gran escala. Las exportaciones al otro lado del mar alcanzaron impresionantes volúmenes y, sobra decirlo, hicieron millonario a Tudor. Sin embargo, la industria declinó ante la aparición de sistemas de enfriamiento y refrigeración y plantas productoras de hielo, hasta desaparecer por completo a principios del siglo XX.

El segundo caso fue el de Eastman-Kodak, que dominó el mundo de la fotografía durante prácticamente un siglo y tuvo quizás, la segunda cámara digital en 1975, pero no evolucionó. Para 1982, Sony se llevó el éxito con su propia cámara digital revolucionando le industria y Kodak se acogió a la protección de bancarrotas en 2012.

Entre otros ejemplos de desplazamientos, mencionó: periódicos-internet; Enciclopedia Británica-Wikipedia; librerías-Amazon; Blockbuster.Netflix; disqueras-iTunes; taxis-Uber y más.

En referencia a la era del cambio exponencial en que nos encontramos, Revilla se refirió al número de transistores que hoy tiene un iPhone: 2 mil millones, comparado con el primer chip de Intel que tenía 29 mil en 1978. ¿Qué va a pasar en 10 años?, preguntó.

Afirmó que si algo le quedaba claro era que el ser expertos en un tema, tener la información o contactos o tener patentes no garantiza la supervivencia. En la educación hay que actuar; tenemos que sumarnos.

Sobre lo que está pasando en tecnología en el terreno de la educación, Revillla mencionó por supesto Internet, la gamificación y los juegos de video. De éstos últimos, dijo que desde su punto de vista no hay mejor forma de contar una historia en el lenguaje de los chicos que juegos de video: los atrapa. ¿Qué podemos hacer para que los temas que nos interesan los atrapen?

Iniciativas como Big data, Learning analytics y Adaptative learning nos están dando una gran cantidad de información sobre los chicos que están en nuestras escuelas, ¿cómo la podemos aprovechar? ¿Cómo podemos personalizar la instrucción para que cada chico aprenda mejor? Precisó que esto no excluye a lo demás, pero es otro elemento a tomar en cuenta.

Otros emprendimientos a considerar son: Flipped classrooms, Blended learning y Massive Online Open Courses (MOOC’s), que dan un entorno virtual a los chicos para que puedan aprender e interactuar en cualquier parte. También están los Self Organized Learning Environment derivados del experimento del “Agujero en la pared” de Sugata Mitra, orientados al autoaprendizaje y la colaboración.

La impresión 3D, la robótica y  programación dejaron de ser ciencia ficción y en breve, el Internet de las cosas va conectar todo con todo. ¿Qué va a pasar? Toda la información de estos proyectos está al alcance de una búsqueda en Google.

El cambio del aula ha sido lineal, mientras que al mundo cambia en forma exponencial. Quirófanos, medios de transporte, energía, y comunicaciones han avanzado. Y ¿la escuela? Nos hemos quedado en el tiempo, parece ser.

Para terminar, Revilla preguntó: ¿Cómo será la pedagogía en 10 años?, ¿las escuelas , las clases, los profesores? ¿Quién los habrá diseñado?, ¿quién los estará operando? ¿nosotros? La historia dice que no. ¿Qué dicen ustedes?, concluyó.

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Cónclave 104

Este martes, la primera charla en el Cónclave UNOi estuvo a cargo Leonardo Padrón, destacado narrador que ha incursionado en la poesía, el ensayo el cuento y el guionismo para televisión. Un experto en contar historias, que hoy nos compartió la siguiente:

 

Narrar la escuela

Quiero comenzar estas líneas con una confesión: me sobrecoge una certeza –quizás la misma certeza que nos reúne a todos aquí–, la educación el Latinoamérica ha sido un estruendoso fracaso. Todos los estudios arrojan el mismo resultado. Una primera alarma nos dice que los niveles de deserción escolar son abrumadores.

Una investigación hecha en Venezuela en el año 2014, que salió a la luz la semana pasada, reflejó que el 56% de los estudiantes abandonó los estudios entre los 15 y 19 años de edad; tres millones de personas no prosiguieron su educación. Conclusión: la interrupción de la trayectoria educativa ocurre sin haber logrado acumular el capital educativo necesario para reducir los riesgos. La segunda  alarma nos habla de un nivel formativo precario, altamente ineficaz, muy por debajo del nivel de calidad de los países del primer mundo.

No es exagerado decir que el salón de clases del estudiante latinoamericano está en ruinas, lleno de inclemencias. Quizá es la hora de las autopsias, el momento de examinar ese gran cadáver que es la educación y que yace impávidamente sobre toda Suramérica. ¿Por qué fracasamos? ¿Dónde están los errores?, ¿en el diseño de fondo?, ¿en la forma de instrumentarlo?, ¿en los contenidos programáticos? ¿Se ha intoxicado el ámbito pedagógico de mitos inservibles?

Más allá de las variables económicas que impulsan a la deserción del alumno o de lo pésimamente remunerado del oficio de la docencia, en cada uno de nuestros países, uno de los indicios más nítidos del fracaso de la escuela es el hastío que expresan los estudiantes;  les aburren demoledoramente las clases. Claro, la escuela nunca ha sido un parque de diversiones para ningún niño en ninguna época, pero hoy el bostezo es del tamaño de un tiranosaurio Rex y está a punto de  tragárselos.

 

Hace poco le pedí a mi hija de 14 años que me dijera por qué le fastidiaban sus profesores. Me respondió: “Porque dicen cosas que no sirven para la vida”.  Cómo sabes que no sirven, le pregunté. Me dijo: “¿Dónde se supone que en algún momento de la vida me va a servir saber cómo hacer una fracción generatriz?”. Queda clarísimo, mi hija odia las matemáticas, lo cual no es un detalle excepcional, pero insistí, le pregunté si había un profesor cuya forma de dar clase le gustara. En el acto me respondió: “Ponchero” –es el apodo del profesor–, un apodo que no celebro, por supuesto. Le dicen así porque suele transpirar a chorros en sus clases y bajo sus axilas se forman sendos círculos de sudor que remedan la silueta de una ponchera de agua…  Lo importante es que en las tres secciones del bachillerato, sus clases de geografía poseen una inaudita popularidad. Hago la pregunta obvia:¿Qué te gusta de su clase? Duda, responde: “Porque siempre cuenta historias ahí todas raras. Él hace eso para atraer nuestra atención y cuando estamos todos concentrados, viene y te da la clase”. ¿Qué tipo de historias cuenta? Pregunto, cada vez con más curiosidad. Me responde: “La mayoría creo que las inventa; él dice que es del llano, la sabana; nos dice como hacer sopa de guacharaca y cocinar carne de iguana. Algunas son reales, como cuando trabajaba en un liceo público, nos habla de sus encuentros con delincuentes”.

Mi hijo Santiago, su  hermano mellizo, tiene la misma percepción; igual piensan sus compañeros. Ponchera es un éxito; tiene altísimo rating a la hora de dar clase y, en la respuesta de los alumnos, está la clave: es el único maestro que les gusta, porque cuenta historias, el único que condimenta el contenido programático con la vida misma, el único que se sale del molde, se fusiona, se inventa, se quita de encima las telarañas del libro de texto, construye una oralidad. Luego mi hija me hizo una acotación: “A veces no es culpa de los profesores, sino del ministerio de educación”. Punto importante, crucial; también se trata del contenido de los programa que, en muchas ocasiones, parecen haberse estacionado en el tiempo, sin seguirle el ritmo al siglo. Y estamos hablando del siglo XXI, la velocidad y la lluvia de información.

Pero volvamos a nuestro punto, un maestro, se supone, está encargado de explicarles el mundo a los estudiantes y la única herramienta que tiene para hacerlo es el  lenguaje. De acuerdo a la forma que se relacione con él, así la eficacia. Pero, ¿cuánta importancia le damos al lenguaje?, ¿hemos sido capaces de entender las posibilidades de seducción que posee?  El ser humano está permanentemente narrando su tránsito por el planeta, a través de pequeñas o grandes historias. Esto no es simbólico o doméstico y, vaya paradoja, en la gigantesca aula de la educación latinoamericana, no se narran historias. Se repiten contenidos, se atornillan estereotipos en forma mecánica. Es como un aspersor de agua que nunca cambia su ritmo ni su rumbo; se hace, por lo tanto, predecible, monótona, aburrida.

Siempre he acuñado la idea de que la NASA debería enviar al espacio no solo astronautas, debería enviar poetas, novelistas; alguien que tenga una relación con el lenguaje tan eficaz, que nos pueda transmitir lo que significa estar realmente fuera del planeta, la magnitud del desasosiego, el impacto de la aventura, los hilos del miedo y de la acción.  Quizá no importa tanto la distancia que hay entre la Tierra y Marte, como los sentimientos que experimenta la especie humana en el confín del universo. Siempre lanzan a pilotos, militares, científicos o expertos en telecomunicaciones y electromecánica. Hollywood ha tenido que apelar a la imaginación de sus guionistas, para construir el correlato emocional.

Sin duda, el conocimiento necesita ser transmitido de una manera más carismática. El camino del aprendizaje se ha llenado de tedios; todo se ha reducido a cumplir los objetivos programáticos. Pero, ¿cuántas de esas clases  realmente transformarán a nuestros alumnos?, ¿cuántas terminarán siendo un momento de revelación o inspiración?

Esto nos lleva a un tema decisivo: ¿enseña la escuela a cultivar la sensibilidad? Pensemos en la etapa de alfabetización; aprender a leer no es solamente manejar un código, es también una contraseña para entrar a ese complejo evento que es la vida. Leer es además un pasadizo directo a la imaginación.  Pero sucede que la relación del alumno con la lectura termina siendo totalmente desaprehensiva. Desenlace: nuestra juventud maneja un repertorio muy limitado de palabras. Algunos estiman que el joven latinoamericano usa un promedio de 200 palabras de vocabulario; un rango de absoluta indigencia con respecto a la riqueza del idioma castellano.

A estas alturas, los estudiantes son indiferentes ante la aventura que un libro entraña. Nuestro sistema educativo ha colaborado con esa indiferencia a través de métodos de enseñanza… En rigor, para que importa saber a qué movimiento literario perteneció por ejemplo, Jorge Luis Borges. Importa más bien el destello que ocurre cuando leemos, cito: “Del otro lado de la puerta, un hombre, hecho de soledad, de amor, de tiempo, acaba de llorar en Buenos Aires todas las cosas”. A nadie le importa cuántas sílabas tienen esos versos. De César Vallejo, el gran poeta peruano, me afecta y conmueve, no su clasificación en el sistema literario, sino el don para expresar la tozudez humana, al decir: “Yo nací un día que Dios estuvo enfermo”.

Nos resulta más seductor entender que el lenguaje es capaz de expresar lo inexpresable, como Browning, poeta inglés, cuando dice: “Precisamente cuando nos sentimos más seguros, llega la puesta de sol”.

A un alumno se le atrapa describiendo las virtudes exactas de Cien años de soledad. Bastaría con leerles este portentoso, fabuloso  comienzo que dice: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el Coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Creo que el interés de un alumno por el resto de la novela sería más genuino partiendo desde esa parte.

Creo en la eficacia de mostrarle a los alumnos todo lo que cabe en las 27 letras del alfabeto: la historia de Dios, la guerra de los hombres, el descubrimiento del fuego, la astronomía, … un millón de historias de amor, las aventuras de Harry Potter y de Robinson Crusoe, el desierto, el humor, las epopeyas, la vida entera; todo lo que se nos ocurra y lo que aún no se nos ha ocurrido.

El lenguaje, señores, afecta todos los cruceros posibles. ¿Tiene consciencia de eso el alumno? ¿Nos hemos ocupado de que lo entienda? Hay que acercarlo, pienso yo, al sentido lúdico del lenguaje. Que lo intuya tan emocionante como un parque de atracciones. O cuando el poeta Rimbaud  le puso colores a las vocales; o Huidobro quería hacer florecer a la rosa en el poema. Nuestro idioma, todos los días, puede conmover, asombrar, abismar.

La escuela debe asumir el desafío de los tiempos, apelando incluso a herramientas milenarias: el “había una vez…” de tantas historias, siempre predispone al hechizo de los sentidos. Es el mismo señuelo que poseen, por ejemplo, las telenovelas, que han logrado imantar a millones d espectadores con el simple lenguaje de la ficción, ese torrente verbal de promesas fabulosas que todo caudillo latinoamericano esgrime para cautivar a la masa. Todo está construido en base a una narrativa y el lenguaje es el gran hechicero.

Mientras la escuela no nos ofrece historias. ¿Acaso materias como la geografía, las matemáticas no tienen historias? ¿No es la vida secreta de las plantas –como canta Stevie Wonder–, un misterio que nos revela la biología? ¿Importan las fechas de nacimiento de nuestros próceres más que las complejas razones humanas que generan las guerras?

Creo que en la medida en que le otorguemos al salón de clases el formato de la aventura, podremos competir con más eficacia contra esos grandes seductores que son la tecnología y los medios de comunicación. Que el aula sea, en sí misma, un medio de comunicación. Que el maestro se convierta en ese narrador cotidiano que embelese a su audiencia con los utensilios del lenguaje y la pasión. Que la imaginación y la osadía tomen por asalto el salón de clases. Cada vez que un maestro se empina frente a sus alumnos tiene la posibilidad de cautivarlos o aburrirlos. Cada hora de clases debería rebosar sorpresas, ilusionismo, vida. Lo que allí ocurra determinará el resultado: un niño mayor educado, o más diferente; un niño despierto o un desertor.

Latinoamérica tiene una pista para encontrar soluciones: el salón de clases; no huir del salón sino hacia el salón. Esa es la premisa a lograr, asumir a los estudiantes como a un público al que hay que convencer de que estar sentado frente al pizarrón es la mejor idea del día. Para magnetizar su atención, la docencia amerita sin duda vestir nuevos trajes.

Todo esto debería formas discípulos, pero discípulos insatisfechos como lo fue Aristóteles con respecto a Platón. Discípulos críticos, capaces de proponer una lectura propia del mundo.

Hagamos de cada hora de clases una tertulia animada por el entusiasmo. Heideger decía: “Sólo en la conversación alcanzamos nuestra humanidad”.

Google, Internet, se ha colado en nuestra vidas. A veces viste bata de doctor, de agente turístico de historiador, de psiquiatra y, en muchas ocasiones tiene sus dedos manchados de tinta. Google, hoy por hoy, es el maestro más solicitado del mundo. Es él, con su pizarrón abierto las 24 horas, sin regaños y sin arrogancia académica quien capitaliza la atención de millones de estudiantes. El profesor Google que cuenta cosas al oído de los alumnos con una extraordinaria pirotecnia de recursos, y a pesar de que, por supuesto, no siempre es confiable ni riguroso, el profesor Google suele atrapar la atención de los jóvenes siendo veloz, festivo, breve, polifacético. No se trata de exterminarlo o prohibirlo, sino de aprender de sus estrategias.

Sin duda, el proceso pasa por  reformular el sistema educativo; reeducar al maestro: la clase convertida en un ser vivo. Fíjense: el amor remoza sus códigos, la música funciona, la moda se reinventa, la gastronomía hace combinaciones inéditas y ¿la educación?, ¿va a seguir condenada a sus oxidados moldes,  siempre  apostando a su vieja rutina, a su conservadurismo?

Hay que reconocerlo, muchos alumnos piensan que el bachillerato es un impuesto que tienen que pagar por el hecho de ser jóvenes. Hablaba José Ignacio  Cabrujas –quizás el mayor dramaturgo de Venezuela, ya fallecido–, en un artículo publicado, de cómo hacer pata que la literatura repunte, de una amiga llamada Elena Peralta, quien cursaba el último año de bachillerato y le solicitaba al dramaturgo asesoría para resolver una tarea. La mayor aspiración Elena era, cito sus palabras, “Salir de ese estanco”.  Cabrujas aclara “El estanco de Elena Peralta es el bachillerato nacional, descrito por mi amiga como una desgracia vital. Cabrujas contaba más adelante: “No la ayude. Me mostré sarcástico y negativo al tratar de convencerla de que la única manera de estudiar bachillerato en Venezuela, diversidad incluida, es considerar el aula como sitio social; un lugar de encuentro donde prácticamente lo único importante sería encontrar algunos amigos capaces de crear un verdadero sentido subterráneo de alternativas; una conducta disidente, un compartir impresiones, … quejas, proyecto, galletitas Oreo, expectativas de qué voy a hacer cuando salga de esta vaina.  Cualquier cosa con tal de renegar del programa oficial, de la brutal medianía que el ministerio de educación a diseñado en su afán, persistente y denodado de supeditar a los jóvenes”. Cierro la cita. El dictamen es cruel, severo, sardónico, pero quién se atreve a decir que no es cierto. Creo que mis hijos aplaudirían con entusiasmo la expresión de Elena Peralta y la irreverencia de Cabrujas.

El hecho es que la autopsia debe completarse asumiendo los riesgos, reeducarlo, comenzar desde cero; proponer una nueva aventura en el mundo de la educación en Latinoamérica; salvar el presente, reconstruirlo para tener la certeza de que va a haber un futuro sin medias tintas, sin temblor en el pulso. Recordemos: está en juego la educación  entera, es decir, sus alumnos; la posibilidad de ser un lugar de verdadero desarrollo y, nosotros sin duda, mejores seres humanos.

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Cónclave UNOi LK wg

Dos aspectos principales dejó en claro Leonardo Kourchenko durante su exposición “La educación en América Latina”, ante los directores de colegios UNOi congregados en Cartagena: primero, que tenemos que formar alumnos creativos y, segundo, que el mundo que van enfrentar es totalmente distinto al que conocemos hoy.

Leonardo mostró el panorama de una América Latina rezagada, donde la tecnología en el ámbito educativo debe ir más allá de los aparatos y concretar, por parte de los alumnos, una creación tecnológica sirviéndose de ellos.

Subrayó la importancia de tener metas claras y perfiles de egreso acordes, para establecer parámetros de medición. Consideró un avance que las evaluaciones comenzaran a realizarse por medio de organismos autónomos en lugar de los ministerios educativos.

Además, planteó diversas preguntas sobre qué elementos se deben evaluar, quién lo determina y, si son incompatibles las visiones de quienes apuestan todo a la tecnología y los que se inclinan por la formación de valores cívicos y de democracia ciudadana.

Sobre la problemática de la formación docente que alguien comentó en un espacio anterior, dijo que un reciente estudio del perfil del docente en México reveló que el 69& proviene de hogares de escasos ingresos y, en parte por lo anterior, de una preparación deficiente.

Porque la economía está ligada intrínsecamente a la educación, señaló a la movilidad social como la clave para aspirar a un sistema educativo que produzca incentivos de crecimiento y de desarrollo. Cuando la educación está alineada con un proyecto, los conceptos de equidad, igualdad, calidad de vida y abatimiento de la pobreza cobran sentido, apuntó.

Venimos, dijo, de economías postindustriales, con energías sucias, con profusión de bienes, esquemas cerrados, desigualdades estratificadas y acumulación de bienes. Vamos hacia economías abiertas, globales y competitivas, energías limpias, autosustentables y con conciencia ecológica pero, sobre todo, digitales y de producción del conocimiento.

Aquellos centros educativos –sentenció–, que pongan el énfasis en el desarrollo y la creatividad, en formar cerebros que sean capaces de crear conocimiento nuevo, estarán insertando jóvenes en pleno siglo XXI en la economía del conocimiento.

Cónclave UNOi LK 45Advirtió que vamos hacia una educación del cambio, con nuevos modelos de aprendizaje, nuevos lenguajes y códigos con un cambio total de paradigmas. Vamos hacia el fin de la escolaridad como la conocemos, con matriculación y estructuración temática y programática de contenidos, porque la vida demanda otros perfiles. Una educación que establece un nuevo diálogo entre el espacio y el conocimiento: lo importante es qué aprenden, cómo lo aprenden y qué son capaces de hacer con ello. Un 10 en la boleta, dijo, no significa nada si no se aplica el conocimiento más allá de un examen. El mundo que les espera requiere de colaboración, de trabajo en equipo, de flexibilidad y de aprendizaje perpetuo.

Vamos a un mundo de educación no escolarizada, donde la educación es para la vida, para resolver problemas reales en la vida cotidiana. Un mundo totalmente nuevo para el que hay que prepararlos.

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