Tres jinetes, caracterizando al General Pedro María Anaya, al General Antonio López de Santa Anna y al Capitán John O’Riley, encabezaron la cabalgata que partió esta mañana del parque Allende, en el centro de Coyoacán, hacia el Museo Nacional de las Intervenciones, para conmemorar el 167 Aniversario de la Batalla de Churubusco, ocurrida el 20 de agosto de 1847
La marcha fue acompañada por una escolta de caballería del Ejército y, en su último tramo, por una banda escolar de guerra y numerosos estudiantes y vecinos de la zona. Al llegar a la explanada del ex convento, los tres personajes exhortaron al pueblo a defender a la patria ante los invasores estadounidenses. Cada uno en su turno concluyó su arenga con un sonoro ¡Viva México! que la concurrencia coreó con entusiasmo.
Junto con la embajadora de Irlanda en México y representantes de las fuerzas armadas de México, la directora del museo colocó una ofrenda floral al pie del monumento erigido en honor del General Anaya.
La ceremonia cívica tuvo lugar frente a las puertas del museo, en la denominada explanada del Batallón de San Patricio. Luego de los honores a la bandera y de que se entonara el Himno Nacional, la directora del museo, Cecilia Genel Velasco, se refirió a la esforzada defensa que hicieron mexicanos e irlandeses en una gesta heroica ante un ejército muy superior en número –1,300 hombres bajo el mando de los generales Pedro María Anaya y Manuel Rincón enfrentaron a más de 6 mil estadounidenses–, armamento y pertrechos, ante el que finalmente se rindieron, “no sin antes haber librado durante horas la hazaña de sus vidas”.
Marco Antonio Rascón, coordinador Institucional de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, calificó esta batalla como la más importante durante la Guerra de Intervención estadounidense de 1846-1848, que concluyó con la firma de los Tratados de Guadalupe Hidalgo y la pérdida de grandes extensiones de territorio nacional. Junto con los generales Pedro Anaya y Manuel Rincón –dijo– , se le rinde homenaje el capitán John O´Riley, así como los soldados irlandeses y alemanes del Batallón de San Patricio, además de una minoría canadiense, inglesa, escocesa, polaca, italiana y algunos extranjeros residentes en México, la gran mayoría católicos. Por último, señaló que Francisco González Bocanegra se inspiró en las batallas de esta guerra para escribir la letra de de nuestro Himno Nacional.
Por su parte, Sonja Hyland, embajadora de Irlanda en México, mencionó que muchos de los integrantes del Batallón de San Patricio salieron de Irlanda huyendo del hambre y la pobreza y que en Estados Unidos se vieron obligados a enrolarse en el ejército, pero sufrieron discriminados por sus creencias religiosas; creencias que compartían con los mexicanos contra quienes debían pelear. Este fue el antecedente que llevó a O’Riley y los San Patricios a unirse a la defensa de la libertad de México. “La Batalla de Churubusco –dijo–, fue su última, pues de los 204 que combatieron, 35 murieron y 85 fueron capturados y 70 condenados a la horca, según registros militares”.
A continuación un grupo de gaiteros interpretó piezas en memoria del Batallón de San Patricio y por último, antes de dar por concluido el acto, los integrantes del presídium hicieron una guardia de honor y colocaron otra ofrenda floral en el monumento a los caídos en esta histórica batalla.
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