Alumnos de la Comunidad Educativa Surval de Ciudad Victoria, Tamaulipas, un plantel que trabaja con el modelo UNOi desde hace nueve años, vivieron una experiencia inolvidable al participar en el concurso de innovación y creatividad celebrado bajo los auspicios del COTACYT de Michoacán, encaminado a demostrar las habilidades de jóvenes estudiantes de secundaria en ciencia, bienestar, salud y tecnología.
Los estudiantes cruzaron el país a todo lo ancho para ser huéspedes en esta competencia michoacana y obtuvieron experiencias que, desde luego, serán ya inolvidables para ellos.
Uno de ellos, Obed Gutiérrez Guevara, por ejemplo, explica el impacto que le dejó esta experiencia: “mi equipo y yo participamos con un producto creado por nosotros para la salud bucal y el resultado es que ya formamos una empresa en la cual estamos invirtiendo, pero también obteniendo ganancias. ¡Eso es grandioso!”
Por su parte Kennya Almaguer Acuña, lo expresa así: “pude ver lo capaz que soy para crear algo. Emocionada y nerviosa, quedé asombrada de los proyectos que se presentaron y poder apreciar lo que los demás son capaces de hacer”.
Daphne Salinas Vega, por su parte, habla de lo asombrosa que fue esta experiencia. “Uno no espera aprender tanto de un concurso –dice- pero la verdad es que tengo aprendizajes excelentes y de toda clase gracias a esto. Este tipo de competencias nos ayudan a creer cada vez más en que aún hay esperanza para todo México y esta esperanza la albergamos los jóvenes. Fue una gran oportunidad para mejorar muchos aspectos de mí; hasta hace poco no me creía capaz de exponer frente a muchas personas y con el concurso me di cuenta de lo buena que soy para defender mis puntos de vista”.
“Aprendí que un proyecto puede salir adelante si de verdad pones empeño. Hacer un proyecto de este tipo es más divertido y fácil cuando lo haces con tus mejores amigos. Aprendí a apoyar a mis compañeros que estaban participando en otro equipo” dice Rodrigo Antonio Salazar Rodríguez.
Adriana Sarahí Malpica Ramos afirma: “aprendí a trabajar en equipo, mejorar y competir”. Y Manuel Moisés Malpica Ramos comenta: “Todos podemos participar en proyectos para crear o innovar. Aprendí que todos podemos trabajar en equipo y exponer”.
“No importa el trabajo si no le pones tu espíritu. Tu producto por más pequeño que sea puede brillar gracias al trabajo en equipo y la confianza en uno mismo. Participamos con una pasta de dientes orgánica”. Nos dice Duncan Mathías Krame Nieto.
“Aprendí que cada uno de mis esfuerzos, y de mi equipo, cuenta. Si nos proponemos algo lo podemos hacer. Me gustó de la experiencia visitar un lugar que no conocía y haber conocido a personas de otros lugares, así como ver sus proyectos e innovaciones”. Es la opinión de Josué Cedillo Salazar.
Finalmente Carlos Froylán Gómez Ramos se refiere al impacto que le causó enfrentar al jurado para exponer su proyecto: “Con el tono, ritmo y volumen de voz adecuados o la expresión y el lenguaje corporal; saber qué responder a cada una de las preguntas de los jueces adversas a nuestro producto, considero que esa fue la base para haber conseguido una calificación alta. Ahora me doy cuenta de la importancia de dar ejemplos a los jueces y visitantes, para que entiendan mejor el tema. Me siento orgulloso de mí y de mi equipo por acceder a una acreditación internacional”.
En UNOi estamos orgullosos de que alumnos formados con nuestro modelo alcancen éxitos como este, porque demuestran que nuestra visión de lo que significa el proceso escolar es atinada y permite formar a jóvenes con la capacidad de responder a los retos, de superar las dificultades, de enfrentar desafíos y defender sus logros.