Autor: UNOi

Fecha: 21 de diciembre de 2012

Pastorela y más en el Thomas Alva Edison

Duendes, música, galletas, luces navideñas, pastores, ángeles y diablillos, coros, baile y hasta acrobacias formaron parte del espectáculo con el que los alumnos del Colegio […]

Duendes, música, galletas, luces navideñas, pastores, ángeles y diablillos, coros, baile y hasta acrobacias formaron parte del espectáculo con el que los alumnos del Colegio Thomas Alva Edison de San Luis Potosí celebraron el Festival de Navidad.

La historia como se desarrolló el evento narra que los niños de sueños y sonrisas, durante largos meses habían trabajado arduamente en sus proyectos pero, en la víspera de Navidad, estaban escasos de ideas para todas las fiestas a realizar; algunos niños elaboraron cuentos y los leían, pero al parecer estaba aburridos, cuando de pronto un niño en su iPad comenzó a ver como los diferentes países celebran la Navidad.

En escena aparecen unos pequeños duendes –de la sección de lactantes y maternal– que bailan acompañados de sus papás. De repente se les abre el apetito, y los niños interesados en los temas de nutrición investigan la comida tradicional de cada nación y deciden realizar galletas en el propio escenario.

Como la música no puede faltar hacen su aparición los pequeños que tienen inclinaciones musicales y tocan el violín con ayuda del iPad. Otros más, investigan sobre la tradición del árbol de Navidad y a aquellos que les gusta el arte adornan el árbol, mismo que se enciende en ese momento en el escenario.

A continuación, los alumnos de tercero de preescolar escenifican una pastorela en donde ángeles aconsejan a los pastores para que no caigan en los engaños de un grupo de diablillos en una tradicional pastorela mexicana.

Los niños de primero y segundo de preescolar interpretaron una canción en inglés,  acompañados de Mickey Mouse y Minnie, para que después los alumnos de secundaria presentaran un baile contemporáneo. Para finalizar, alumnos de la sección de primaria, haciendo gala de sus habilidades físicas realizaron una rutina saltando la cuerda además de distintas acrobacias.

Al término de la función, una sonrisa iluminaba los rostros de chicos y grandes.

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