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SI TU HIJO SE SIENTE ESCUCHADO, SE SIENTE AMADO

No cabe duda de que parte de la transformación educativa reside en la relación colegio-familia. Si no hay empatía entre un alumno y su escuela, dificilmente el proceso de enseñanza-aprendizaje logrará su cometido: hacer que un alumno se sienta seguro e interesado por el entorno que lo rodea y por las experiencias significativas que en […]

Autor: UNOi

Fecha: 3 de septiembre de 2015

No cabe duda de que parte de la transformación educativa reside en la relación colegio-familia. Si no hay empatía entre un alumno y su escuela, dificilmente el proceso de enseñanza-aprendizaje logrará su cometido: hacer que un alumno se sienta seguro e interesado por el entorno que lo rodea y por las experiencias significativas que en él puede encontrar.

El papel de los padres es fundamental para explorar el desarrollo de sus hijos en el colegio.

Hoy compartimos este artículo de Liz Evans, en el que nos habla de estrategias que ha desarrollado para saber más a cerca de cómo se sienten sus hijos en el colegio. Sí cada día logramos obtener una respuesta, no sólo sabremos cómo les va, además estaremos estrechando nuestra relación con ellos y no hay mejor manera de hacerlo que conversando haciéndoles sentir que son escuchados y queridos.

Por Liz Evans

Este año, Simon está en quinto de primaria y Grace en segundo, y todos los días me veo preguntándoles: “¿Cómo ha ido el día en el cole?”.

Y todos los días me dan respuestas como “bien”, pero a mí me sabe a poco.

¡QUIERO SABER MUCHO MÁS!

O, al menos, quiero que me respondan con una frase entera. Así que la otra noche me puse a hacer una lista de preguntas más concretas para hacérselas al volver de la escuela. No son perfectas, pero por lo menos consigo que me contesten con oraciones completas, y algunas han dado lugar a conversaciones muy interesantes, a respuestas cómicas y a visiones más profundas de lo que mis hijos piensan y sienten acerca de la escuela.

  1. ¿Qué es lo mejor que te ha pasado hoy en el colegio? ¿Qué es lo peor que te ha pasado hoy en el colegio?.
  2. Cuéntame algo que te haya hecho reír hoy.
  3. Si pudieras elegir, ¿con quién te gustaría sentarte en clase? (¿Con quién NO te gustaría sentarte y por qué?).
  4. ¿Cuál es el mejor lugar de la escuela?
  5. Dime una palabra rara que hayas oído hoy (o algo raro que alguien haya dicho).
  6. Si llamara hoy a tu maestra, ¿qué me diría de ti?
  7. ¿Has ayudado a alguien hoy? ¿Cómo?
  8. ¿Alguien te ha ayudado a ti? ¿Cómo?
  9. Dime algo que hayas aprendido hoy.
  10. ¿Qué es lo que te ha hecho más feliz hoy?
  11. ¿Qué es lo que te ha parecido aburrido?
  12. Si una nave de alienígenas llegara a tu clase y se llevara a alguien, ¿a quién querrías que fuera?
  13. ¿Hay alguien con quien te gustaría jugar en el recreo y con el que nunca hayas jugado?
  14. Cuéntame algo bueno que te haya ocurrido hoy.
  15. ¿Cuál es la palabra que más ha repetido el maestro hoy?
  16. ¿Qué crees que deberíais hacer más o aprender más en la escuela?
  17. ¿Qué crees que deberíais hacer menos o aprender menos en la escuela?
  18. ¿Con quién crees que podrías ser más simpático en clase?
  19. ¿Dónde juegas más en el recreo?
  20. ¿Quién es la persona más divertida de la clase? ¿Por qué es tan divertida?
  21. ¿Cuál ha sido tu parte favorita de la comida?
  22. Si mañana fueras tú el maestro, ¿qué harías?
  23. ¿Hay alguien en tu clase que necesite tiempo muerto?
  24. Si pudieras cambiarle el sitio a alguien de tu clase, ¿con quién lo harías? ¿Por qué?
  25. Dime tres momentos diferentes en los que hayas utilizado el lápiz hoy.

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Hasta ahora, mis respuestas favoritas proceden de las preguntas 12, 15 y 21. Las preguntas como la de los extraterrestres dan a los niños la oportunidad de decir sin problema a quién no les gustaría tener en clase, y abren la puerta a la discusión, a la posibilidad de descubrir razones y problemas ocultos de los que antes no tenías ni idea.

Las respuestas que obtenemos a veces son realmente sorprendentes. Cuando les hice la pregunta 3, descubrí que uno de mis hijos ya no quería sentarse al lado de su mejor amigo en clase, no por un deseo de crueldad o discriminación, sino por la esperanza de poder trabajar con otros niños.

Mis hijos se hacen mayores y sé que voy a tener que trabajar con más intensidad para comprometerme con ellos, pero sé que el trabajo merecerá la pena.
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Traducción de Marina Velasco Serrano en http://www.huffingtonpost.es/liz-evans/25-formas-para-preguntar_b_5751328.html del original publicado en Simple Simon and Company.