Por Redacción UNOiNews/Mario Amaryit Luviano
Pretender que el alumno aprenda todo lo necesario sentado por horas dentro del
salón de clase, es algo que hoy en día resulta difícil de creer.
Clases como educación física, música y artes, son principalmente las que
mantienen a los niños activos, pero no deben ser las únicas. Las actividades
físicas pueden estar incluidas en muchas clases y materias.
Estamos en el siglo XXI, donde los métodos de enseñanza tradicional ya han
evolucionado y hay que hacer uso de la creatividad para tener clases más
dinámicas e incluso divertidas.
Mezclar juegos de psicomotricidad con temas de aprendizaje puede ser una
gran opción, ya que permite a los niños utilizar los dos hemisferios del cerebro.
Con el uso de movimientos, pasar objetos de un alumno a otro, bailes o hasta
canciones, el alumno podrá obtener un mejor resultado en el aprendizaje de
algún tema; incluso en Matemáticas o Historia que a veces son tediosas para los
niños, puede ser una excelente opción para tornarlas divertidas.
Hay que dejar en el pasado el “sólo dar información”, el maestro debe generar el
amor por el aprendizaje, hacer que el alumno se integre, comprenda, indague,
investigue, dude, cuestione e incluso aporte nuevas ideas a la clase.
El tiempo de cambio es ahora, hay que atreverse a innovar y evolucionar la
forma de enseñar. Es fundamental implementar la educación del mañana, desde
hoy.