Por: Sissi Cancino
Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando recuerdo el video, que se comparte en redes sociales, en el que un pequeño cae muerto en el patio de su escuela víctima de un infarto fulminante al corazón.
El alma me pende de un hilo cuando leo las estadísticas de consumo de drogas y alcohol en niños de cada vez más temprana edad en nuestro país.
Me enoja profundamente que en México el deporte no sea una política de estado y que millones de familias deban conformarse con que sus hijos “tomen” la clase de educación física una o dos veces por semana en el colegio.
A nosotros nos formaron, desde el mas absoluto amor -pero- pensando que barriga llena corazón contento. Si como padres no implementamos una rutina saludable en casa, corremos el riesgo de que también nuestros hijos sean parte de las estadísticas.
Hoy les comparto las razones por las que harán lo que esté en sus manos para inculcar en sus hijos el hábito de hacer ejercicio.
1. La práctica habitual de ejercicio físico moderado contribuye al mantenimiento de un buen estado general de salud y ayuda a estar bien y sentirse sano. Con su práctica habitual se entrena el corazón, el sistema respiratorio, el circulatorio, se fortalecen los huesos y se favorece el mantenimiento de un buen estado de ánimo.
2. De la mano de una buena alimentación, el ejercicio físico moderado ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad. Estos dramáticos datos pueden cambiar si reducimos el consumo de refrescos y comida chatarra e incluimos en nuestras rutinas de familia paseos caminando a buena velocidad -para empezar- los fines de semana.
3. El ejercicio físico nos ayuda a dormir mejor. Favorece la relajación de los músculos y ayuda a liberar el estrés que se acumula en la semana. Recuerden que en la escuela también se sufre de estrés, por la aceptación social, por las tareas, trabajos y exámenes (Pero ese es otro tema).
4. Los deportes en equipo fortalecen la herramientas de socialización. Ayudan a mejorar la autoestima de niños y adolescentes, les enseñan a compartir triunfos y derrotas y a trabajar en equipo.
5. ¡Es divertido! Es una alternativa de pasar el tiempo sanamente que aleja a los niños y jóvenes del sedentarismo, brindándoles bienestar, gracias a la liberación de endorfinas, que nos ayudan a sentirnos mejor y a vivir con más energía.
Una de mis conclusiones como mamá es que no basta con amar a tus hijos. Ocuparnos de su salud y bienestar es tarea fundamental y diaria, por ello debemos asegurarnos de ponerlos a hacer ejercicio. No importa cuál: futbol, gimnasia, taekwanDo, natación, atletismo, basket, parcour, bicicleta o paseos en el parque. La oferta es interminable, decidan juntos cuál se adapta mejor a los gustos y a las posibilidades de cada familia. Pero -por favor- ¡que se muevan!