Cerca de un centenar de padres de familia, cuyos hijos estudian en alguna de las diferentes secciones de los Colegios La Salle, se reunieron este lunes en el auditorio del plantel de secundaria para participar en la plática-taller: “¿Quienes son hoy los protagonistas de la educación?” que impartió Alan Retano.
El consultor en desarrollo humano de UNO Internacional, condujo a los padres por un recorrido en el que comparó de la educación de antaño –tanto escolar como en casa–, con las prácticas vigentes hoy en día, incluyendo la forma en que los niños reaccionan ante determinados estímulos.
Para comenzar, los padres participaron en un ejercicio de Interacción Constructiva (metodología fundamental del sistema de UNOi), en el que primero hicieron y anotaron una reflexión personal luego de mirar un video; después compartieron sus opiniones en pequeños grupos; y, por último, presentaron sus conclusiones a toda la audiencia. El expositor explicó cada uno de estos tres momentos destacando el aspecto de la dignidad individual al expresar y compartir con los demás sus conocimientos previos del tema (los alumnos no son recipientes vacíos), lo que en modelos de educación anteriores estaba reprimido si no es que ausente. Sobre las conclusiones en equipo subrayó que se construyen a partir de las coincidencias. Retano hizo énfasis en que la intervención del maestro es sólo como orientador y que sólo hasta un cuarto momento se encarga de recapitular el tema.
Aclaró el ponente que la pregunta contenida en el titulo de la plática no buscaba producir una respuesta en los presentes sino más bien una reflexión.
Desde sonrisas discretas hasta risas abiertas despertaron los ejemplos que Alan utilizó y con los que muchos de los presentes se identificaron, en uno u otro momento, al abordar los temas de pensamiento crítico, inversión o gasto, autoridad, calificaciones (no siempre las buenas son sinónimo de éxito y los que triunfan son los que desarrollan habilidades múltiples) y, frustración. Sobre este último punto, se pronunció por permitir que los hijos vivan su propio proceso, sin agredirlos pero con firmeza al decir no.
Para finalizar, el consultor llamó la atención sobre las distintas cargas emocionales que inadvertidamente colocamos sobre los hijos de manera cotidiana, e invitó a los padres a que cada noche, antes de dormir, los liberen de ellas. Lo mejor, dijo, es acompañarlos con amor.
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