La energía, el carisma y el compromiso de Elaine Gallagher con la educación hicieron vibrar al auditorio la tarde de este viernes en la sesión de clausura de Transformación XXUNO Puebla que reunió en la Universidad de Las Américas Puebla a uno 400 docentes de la región, que en dos días de trabajo profundizaron sus conocimientos sobre el sistema de UNO Internacional que en breve pondrán en práctica en sus aulas.
Sissi Cancino quien condujo la plenaria, felicitó a los maestros por su decisión de unirse a este movimiento transformador y por entusiasmo demostrado en los talleres. Presentó a Elaine como una educadora con una larga trayectoria y como decidida impulsora de mejorar las prácticas docentes.
En su exposición, la Dra. Gallagher, que dio su primera clase en 1964, mucho antes de que la mayoría de los maestros presentes nacieran, les ofreció distintas recomendaciones citando los trabajos de Marzano, Venn, Renzulli, Esté y Ortiz, cuyas aportaciones han demostrado su valor en el ámbito de la educación.
En una analogía de lo que hoy enfrentan los maestros, Elaine recordó que en 1990 no sabía encender la computadora cuando le pidieron que impartiera una asignatura con base en un programa de cómputo. Relató que gracias a la sabiduría de su directora en aquel entonces, que no la calificó de inepta sino que le ayudó a aprender a trabajar con la tecnología, pudo en poco tiempo dominarla.
En una charla que despertó risas y que tuvo que interrumpirse varias veces por los aplausos, Elaine se declaró enemiga de dejar tareas para la casa y de que los niños –por cuestiones de madurez– aprendan a leer y escribir antes del primer grado. También objetó las calificaciones numéricas, que en su natal Maine se comienzan a asignar al nivel de preparatoria. A favor se pronunció por sólo hablar inglés al impartir esa materia y por el aprendizaje colaborativo a través del trabajo en equipo. Propuso aprovechar las representaciones no lingüísticas para estimular la creatividad, emplear la disciplina con un toque de humor y vaticinó que los libros desaparecerán mucho antes que los pizarrones.
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