Por: Redacción UNOiNews/ Jovel Álvarez
Conocí hace un tiempo a un niño verdaderamente brillante, con las mejores calificaciones de la escuela y que al llegar a casa era alabado por sus padres debido a su rendimiento académico.
Lo que sus progenitores desconocían era que por esta virtud tan apreciada, este niño de nueve años era víctima de acoso escolar por parte de sus compañeros. El niño lo callaba, lo aguantaba, se encerraba.
Solo quien haya pasado por la terrorífica experiencia de ser “buleado” por lo que otros consideran sus virtudes, puede entender lo que se siente verse en la situación de tener que cambiar para aumentar las probabilidades de encajar en un grupo.
Ciertamente, situaciones así podemos encontrarlas a lo largo del camino de la vida, sin importar la edad o el entorno. Pero una cosa somos nosotros, y otra nuestros niños.
Nuestros padres no tenían la consciencia de lo que el acoso escolar significaba en la vida de los pequeños, lo veían como una parte del proceso, y cuando descubrían que su hijo era acosado en muchos casos la recomendación era acudir a la violencia para defenderse.
La generación de los padres de hoy es distinta, informada, capaz y empoderada. ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo es víctima de bullying?
Los expertos coinciden al señalar puntos básicos que podrían indicar la presencia del acoso escolar en la vida de nuestros niños.
- Cambios de comportamiento. Un síntoma típico se presenta los domingos por la noche, cuando, tras un fin de semana de tranquilidad, empiezan a mostrarse ansiosos por el regreso a la escuela al día siguiente.
- Signos físicos. Pérdida de material escolar de forma inexplicable o daños en su uniforme sin aparente explicación.
- Síntomas psicosomáticos. Este punto se refiere a esos malestares que se manifiestan al levantarse, como mareos, dolores de cabeza, molestias o alteraciones gastrointestinales, sensación de asfixia u opresión en el pecho, temblores, palpitaciones, alteraciones del apetito o del sueño.
Ante estos síntomas, y tantos otros que podrían ser una señal para pedir ayuda de nuestros niños, es importante mostrar un apoyo incondicional y propiciar la apertura del niño para escuchar su vivencia y emprender de forma adecuada los pasos para llegar al fin del acoso.
Siempre debemos creer lo que nos digan nuestros niños en lo referente al acoso escolar que sufren, pues para ellos abrirse a contarlo es suficientemente duro como para encontrarse después con la pared de la incredulidad de sus padres.
(Continuará)
En el próximo artículo veremos cómo detectar si nuestros hijos son los acosadores y cómo enfrentar este otro rostro del bullying.
Por: Redacción UNOiNews/Jovel Álvarez
Todo aquel que haya pasado por un aula en el siglo XXI, habrá escuchado al menos una vez la frase “por favor guarden sus celulares”.
Fue a partir de 2008 que los maestros empezaron a observar la masificación de los teléfonos celulares en sus salones. Estos objetos se convirtieron en los grandes enemigos distractores, y han sido objeto de disputa entre docentes y alumnos desde entonces.
Pues bien, permítame comentarle un caso que leí hace unos días y me pareció digno de compartir en este espacio.
Un titular en Costa Rica rezaba: “El celular es parte de los útiles escolares”. La historia captó mi atención, pues iba en contra de todos los esquemas tecnológicos que yo viví como estudiante, tanto en Costa Rica como en México.
“¿De verdad? ¿Se habrán animado a dar el paso?”, me pregunté.
Al abrir el artículo me vi sorprendido por una respuesta positiva a estas preguntas, pues no solo se detallaba el cambio, sino que se especificaban los buenos resultados obtenidos a partir de su implementación para el aprendizaje de las matemáticas, en marzo de 2016.
El pequeño país centroamericano ha apostado históricamente a la educación, pues desde la abolición de su ejército en 1948, todos los recursos que eran destinados a la milicia, fueron direccionados a la enseñanza. En Costa Rica, los maestros son el verdadero ejército.
En este caso, demostraron su actitud vanguardista al abrirse a la ayuda de la tecnología.
De acuerdo con datos recabados en países de Primer Mundo, la experiencia de la utilización del celular en la materia de matemáticas ha resultado positiva, pues “mejora la educación y motiva el aprendizaje de la materia de los números”.
Según un experto español entrevistado por Telenoticias, de Costa Rica, “con esta herramienta tecnológica los alumnos pueden observar videos, realizar ejercicios y aclarar dudas”.
El cambio implica un reto, pues los docentes deben superar la histórica aversión de casi una década a los aparatos telefónicos con tal de acercar el aprendizaje a sus alumnos.
Si en Costa Rica el Ministerio de Educación dio luz verde a la utilización de los celulares en los salones de clases ¿qué espera México para hacerlo?
Una tendencia bastante popular es la llamada “BYOD” (Bring your own device o Trae tu propio dispositivo), que consiste justamente en que los estudiantes traigan a clases sus equipos electrónicos. Pese a los pros que conlleva, hay también argumentos en contra.
Entre los aspectos negativos se habla de la sobrecarga de las redes wifi de los centros educativos (pues obviamente la cantidad de equipos por estudiante podrían llegar a oscilar entre 1 y 3), además se abre una posibilidad flagrante para el plagio y la deshonestidad en los exámenes, y podrían convertirse en un distractor para los estudiantes.
Además, las marcas de los dispositivos que tengan podrían reflejar un estatus socioeconómico que cree divisiones en los grupos de alumnos.
Lo cierto es que ante este tipo de iniciativas tanto alumnos como profesores deberán encontrar un camino para que la tecnología facilite el aprendizaje, y acabe con las clásicas barreras que dejaban la tecnología afuera del salón.
Por: Redacción UNOiNews/Mario Amaryit Luviano
Este fin de semana, se celebrará el Día del Niño en México, vimos a muchos niños divertirse en su día con juegos y convivencia familiar. Pero a propósito de esta celebración, nos parece pertinente hablar de la importancia de formar niños felices y con buena autoestima. Sobre todo de que esta no dependa de una celebración.
Para algunos suena lógico y un tanto obvio hablar de la felicidad de los niños, pero para que un niño logre tener una vida feliz es importante fomentar su seguridad, ayudándolos a formar una buena y sana autoestima.
La autoestima es un conjunto de creencias, sentimientos y percepciones que tenemos de nosotros mismos. Según Abraham Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, la necesidad de aprecio se divide en dos, el aprecio que se tiene uno mismo y la estimación que se recibe de otras personas.
Es fundamental enseñarles que es más importante lo que piensan de sí mismos, que lo que los demás piensen de ellos. Debemos alentarlos desde pequeños a hacer las cosas por sí solos, a cometer errores y si fracasan intentar de nuevo, sin juzgarlos y siempre con una actitud positiva, brindándoles ayuda para que ellos puedan encontrar la solución a los problemas que se le presentan.
De esta manera, los niños crean un concepto de ellos mismos basado en la interacción que tienes con los que los rodean. Por eso, el apoyo de padres y profesores, es fundamental para ayudar a los chicos a formarse percepciones sanas y verdaderas de ellos mismos. Siempre hay que estar atentos de los cambios emocionales de los niños, hay que mostrarles seguridad, afecto y ayudarlos a lidiar con la frustración.
La autoestima es esencial para una inteligencia emocional completa, hay que enseñar a los peques a reconocer cada emoción, para que puedan entenderlas, ya que muchas veces el sentir tristeza, enojo, ira o frustración, puede alterar la autoestima del niño, si es que éste no las sabe manejar o reconocer.
Recordemos que la autoestima es una pieza importante para la formación de los niños, ya que con ella se forja el camino para la infancia, adolescencia y su vida entera.
Aquí un lindo video que les puede servir para hablar de autoestima con los hijos o alumnos. Trata sobre un borreguito que pierde la autoestima cuando lo trasquilan y todo mundo se ríe de él, pero pronto entenderá que puede seguir adelante y superar las adversidades que presenta, sin importar lo que los demás digan.
Es una excelente opción para disfrutar en clase o con la familia este Día del Niño: