Este viernes, Sistema UNO Internacional dio a conocer los nombres de los ganadores del Concurso Maestro Digital UNO convocado el pasado mes de febrero y cuyos ganadores se hicieron acreedores a participar, con todos los gastos pagados, en el congreso internacional a celebrarse en la República Dominicana, donde expondrán sus trabajos.
La demora en anunciar la decisión obedeció al gran número –más de 90 videos– y calidad de propuestas presentadas, lo que además de dificultar el fallo, dio lugar a que se premiaran tres trabajos en lugar de los dos que señalaban las bases del concurso.
He aquí los tres ganadores:
- Gila Lorena López Noriega de Varmond School en Morelia, Michoacán, por su video denominado The Universe Be a Reader para una clase del Programa de Inglés de 6º grado de primaria.
- Ángel Salvador Galván Ramírez del Colegio Bilingüe Crece, en Puerto Peñasco, Sonora por su trabajo Te recomiendo un cuento desarrollado con un grupo de 2º de primaria para la materia de Español.
- Liliana Ferreira Morales del Colegio Manuel Acosta «Playacar», en Playa del Carmen, Quintana Roo, que participó con el video Healthy habits, que trabajó con un grupo de 2º grado del Programa de Inglés.
Una mención especial mereció el trabajo titulado Sonrisas de ballenas y Geometría aumentada que envió Susana Giambruni de Northfield School, en Buenos Aires, Argentina y que desarrolló para la clase de informática. Desafortunadamente, el video no pudo ser considerado para la selección de ganadores debido a que incumplió las bases de la convocatoria al exceder el tiempo de duración.
Sistema UNO Internacional felicitó a todos los concursantes por la creatividad y el entusiasmo demostrados en su diario accionar en el aula y que quedaron de manifiesto en los trabajos que compartieron para el concurso. En particular se destacó la numerosa participación de los colegios de la Corporación Campos Unidos de Guatemala, donde algunos de sus videos, aunque finalmente no ganaron, estuvieron en la selección de finalistas.
Laura Poy Solano. La Jornada. 29/02/2012. Sin recursos para invertir en infraestructura ni estímulos para la formación docente que atiende las necesidades educativas de las comunidades más pobres y apartadas, México tardará más de 40 años en abatir el monolingüismo y el analfabetismo en la población indígena, advirtieron especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quienes expresan que no hay voluntad política ni acciones de planeación educativa que nos permitan vislumbrar un escenario más alentador.
Regina Martínez, coordinadora del posgrado en lingüística indoamericana del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), afirmó que la marginación que enfrenta la mayoría de quienes sólo pueden expresarse en lengua materna es responsabilidad de toda la sociedad, pero también de sus instituciones que no han logrado hacer cumplir la ley para garantizar que todo ciudadano, sin importar si es monolingüe en español o un idioma nativo, tenga acceso a educación, salud y justicia.
Claudia Santizo, profesora-investigadora de la UAM-Cuajimalpa, y Sergio Martínez Romo, del campus Xochimilco, afirmaron que, pese al esfuerzo desplegado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) para formar a quienes menos tienen, si se compara lo que se invierte en proyectos como Enciclomedia o Habilidades Digitales para Todos con los recursos que se asignan a los instructores comunitarios y sus escuelas, se comprende claramente que enseñar el español a niños y adultos que sólo hablan su lengua materna no es una prioridad del gobierno federal.
Santizo explicó que a las condiciones de aislamiento y pobreza que enfrentan los instructores comunitarios, quienes muchas veces son verdaderos apóstoles educativos, pues prácticamente sin apoyo acuden con entusiasmo a las comunidades más alejadas, a pesar de que tienen salarios muy bajos y que todo su aprendizaje se pierde, pues cada dos años se renuevan, ya que muchos van a estudiar a la universidad con becas que les otorga Conafe.
Martínez Romo, experto en el sistema educativo nacional, alertó que la falta de recursos, y una mala distribución de lo poco que hay también ha tenido un impacto. No es lo mismo tratar de alfabetizar a 20 millones que a un millón de hablantes de diversas lenguas nativas y que además están muy dispersos en el territorio nacional, pero esto no justifica que no se cumpla con su derecho a la educación.
Al respecto, Regina Martínez afirmó que “lamentablemente tenemos la percepción de que es mejor hablar en español, o de lo contrario enfrentaremos la marginación, e incluso un estigma social.
Todavía estamos muy lejos de reconocer el importante valor cultural y tradicional de nuestras lenguas originarias, y comenzar a derrumbar el muro que nos separa de quienes por distintos factores sólo se pueden expresarse en su idioma materno, concluyó la especialista.
La nota original puede leerse en: http://www.jornada.unam.mx/2012/02/29/sociedad/049n2soc

