Autor: UNOi

Fecha: 23 de mayo de 2014

Aprender para la vida

La sola acumulación de conocimientos dejó de ser la estrategia educativa principal hacia finales del siglo XX, para fortalecer habilidades y competencias cuyo ejercicio, junto […]

Pedro Landaverde en Educación XXI
Pedro Landaverde en Educación XXI

La sola acumulación de conocimientos dejó de ser la estrategia educativa principal hacia finales del siglo XX, para fortalecer habilidades y competencias cuyo ejercicio, junto con la capacidad de comunicación y sociabilización, brindara oportunidades para alcanzar la felicidad y la posibilidad de seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

Para hablar al respecto, la mesa de discusión de Educación XXI, en su emisión del pasado 10 de mayo por W-Radio, reunió a tres especialistas bajo la conducción de Leonardo Kourchenko: Pedro Landaverde, consultor educativo; Araceli Pastrana, gerente de evaluación en UNO Internacional y, José Juan García, consultor académico también en UNOi.

Sobre el papel de la escuela, Landaverde señaló que ha cambiado pues antes sólo cumplía con la función de transmisión del conocimiento y, de acuerdo con Vigotsky, para aprender una persona necesita relacionarse con los demás, poner de su parte y tener un entorno de motivación.

Araceli Pastrana en Educación XXi
Araceli Pastrana en Educación XXi

Por su parte, Araceli consideró que el concepto de aprender para la vida siempre ha estado presente. Dijo que ya desde mediados del siglo XX en las teorías se contempla tomar en cuenta al individuo, educando para conocer sus capacidades, sus habilidades. Sin embargo hubo corrientes que no se integraron o no fueron comprendidas y no es sino hasta ahora se le ha dado más importancia al individuo y a la escuela. La escuela no cumple con su función si se abandona antes de terminar, dijo.

José Juan observó que la escuela cumple una función social vital; sin embargo, la forma en que lo ha hecho es cuestionable. En el marco actual tenemos que entrar en el tema del desarrollo de competencias, no solo basadas en qué aprendo y para qué, sino ir más allá y tener esa ‘metavisión’ de metas de corto y mediano plazo. La escuela debe proporcionar las herramientas.

A la pregunta de Leonardo de si la función social de la escuela es la misma que en el siglo XVIII, Pedro Landaverde opinó que no; dijo que se buscaba la interrelación entre las personas y el maestro tenía el papel preponderante de transmitir el conocimiento que los alumnos iban a recibir. Aracelí comentó que ha cambiado el método, no la función. No solo vas a recibir información sino a construir en colaboración con otros. La parte de tener los conocimientos de una disciplina es básica, pero ahora hay mucho más atención al individuo. Difirió con Pedro respecto a la posible adquisición autodidacta, en el sentido de que los conocimientos requieren de un guía y de una certificación.

José Juan García en Educación XXI
José Juan García en Educación XXI

Sobre la situación actual de la escuela, José Juan afirmé que está en crisis y se cuestiona la legitimación de la educación por su conducto. Fue efectiva, dijo, mientras la pedagogía del saber se hacía presente; pero cuando entra la pedagogía del ser, tenía que desarrollar otra serie de habilidades y competencias para las que no encontraba un sitio cómodo ni las herramientas para hacerlo visible.

Araceli señaló que el espacio de interacción social es diverso; somos seres sociales y tomamos conciencia de quienes somos a partir de la relación con el otro. Ese conocimiento y la capacidad de influir en el medio se van a desarrollar en la interacción con los seres sociales. Hemos ido cambiando cómo interactuar y en qué.

Pedro opinó que la transición hacia estos conceptos va muy lenta y estimó en un máximo de 10 por ciento las escuelas que están en ello. Araceli complementó diciendo que podemos hablar de un bajo porcentaje de logro pero uno alto de gente que está en el camino. Destacó la complejidad que implica no solo a nivel social-académico sino en la forma en que se percibe el profesor: dejar el poder cuesta, aseguró. Por otro lado, mencionó que hay instituciones que deciden no cambiar porque afirman que lo que vienen haciendo desde hace mucho y les ha funcionado.

Al respecto, José Juan distinguió entre la escuela que apuesta al cambio organizacional e inyecta recursos desde infraestructura, planeación estratégica hasta capacitación; y la escuela preocupada por la formación continua: profesionalización, capacitación y actualización. Coincidió con Landaverde en que el porcentaje es bajo en cuanto a profesionalización.

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Leonardo señaló que es equivocado el planteamiento de ir a la escuela para encontrar un empleo, en vez de aprender para vivir. Sobre este punto, Araceli dijo que no se trata de escuela o trabajo. Podíamos pensar en aprender a relacionarnos con el mundo conocerlo, explicarlo y desempeñarte en él desde la perspectiva que te guste: artistas, científicos, inventores… de todo eso que hay yo te lo muestro y tú decides por qué camino de vas. Cuando te canses puedes hacer otras cosas porque estás capacitado para aprender más.

Sobre la posición de los padres, José Juan comentó que los hay aún que se rigen en términos de costo-beneficio respecto a lo que invierten en sus hijos. Araceli agregó que Si al niño se le presiona por calificaciones eso es lo que va a obtener. Si los padres quieren hacer a sus hijos competentes, seguros de sí mismos, triunfadores, deben dejarlos ser y confiar en el maestro.

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El audio del programa completo puede escucharse en: http://www.wradio.com.mx/escucha/archivo_de_audio/aprender-para-la-vida-educacion-xxi-del-sabado-10-de-mayo/20140511/oir/2218830.aspx